Mujeres de todo el mundo utilizan la letra de 'Un violador en tu camino' para contar sus experiencias de violencia sexual
El cántico 'Un violador en tu camino', que protagonizaron las mujeres chilenas el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, se ha convertido ya en algo más que un himno. Porque si en los días siguientes la performance feminista se fue replicando en varias ciudades del mundo, la letra de la canción ha servido también a cientos de mujeres para compartir a través de las redes sociales los abusos o violaciones sexuales que sufren.
“Lo que estamos presenciando es una ruptura clara del silencio que llevábamos guardando durante mucho tiempo”, explica la directora de la Agencia Comunicación y Género Isabel Mastrodomenico. “Dentro del movimiento feminista a nivel global, el hecho de poder conversar de forma inmediata en muchos otros lugares del mundo nos ha permitido contar experiencias como esta”, desarrolla.
La canción, que ahora muchas mujeres utilizan para narrar sus propias experiencias o recordar a víctimas de violencia, fue ideada por el colectivo Lastesis para denunciar la violencia estructural que sufren las mujeres chilenas. Una violencia agravada en Chile en las últimas semanas a causa del contexto de estallido social, con denuncias contra militares y carabineros por actos de violencia sexual.
“Tenemos que tener en cuenta que ellas tienen una coyuntura política específica que las ha llevado a denunciar que están siendo víctimas de violencia específica, pero eso pasa también en Bolivia, en Colombia, en todas partes. Ellas remarcan eso, pero nuestra simpatía salta porque todas hemos vivido ese tipo de violencias”, señala Mastrodomenico, para quien internet funciona como un elemento unificador de la cuarta ola del movimiento feminista.
Precisamente, tras la repercusión de la performance en Santiago de Chile, en la que participaron mujeres y disidencias sexuales, Lastesis convocó una nueva puesta en escena el pasado viernes, animando a otros grupos de mujeres de todo el mundo a incorporar elementos propios de sus ciudades, con el objetivo de descentralizar la iniciativa y expandir la idea más allá de Chile para “que el mensaje sea escuchado por, desde y para todos los territorios”.
La protesta se extendió rápidamente por ciudades de varios países del mundo, donde grupos de mujeres hicieron suyo 'Un violador en tu camino': España, México, Colombia, EEUU... Un éxito que ha animado a cientos de mujeres a utilizar la letra de la canción para compartir sus propias experiencias o a otras víctimas de violencia sexual. Uno de los mensajes más viralizados es el que recuerda a Lucía Pérez, la joven violada, torturada y asesinada en Argentina en 2016, a partir del cual surgió el movimiento #NiUnaMenos.
Maricruz Bestregui participó en la performance de Madrid. “El jueves éramos 15 mujeres en una sala viendo cómo lo íbamos a poder sacar y de repente nos juntamos 60”, explica. “Desde lo que pasó el viernes, se están juntando muchas más mujeres” e incluso se baraja la posibilidad “de hacer algo en la COP”. “La verdad es que éramos cada una de nuestra madre, porque la convocatoria nos llegó desde diferentes redes sociales, pero todas atravesadas por lo mismo, que es el feminismo”, explica. En su opinión, “todo lo que sea visibilizar las violencias es súper positivo, porque están invisibilizadas las violencias que sufrimos las mujeres”.
“Este tipo de situaciones que se dan desde este movimiento hacen que las mujeres se animen a contar que no tenemos que llegar a ser violadas o asesinadas para que se nos considere dentro del marco de las violencias, que están ahí y son infinitas”, indica Bestregui. Este movimiento en redes sociales recuerda al que provocó el #MeToo, que propició una ruptura histórica del silencio de las mujeres sobre la violencia sexual y ayudó a crear conciencia sobre la situación de vulnerabilidad de las mujeres en todos los espacios. “Lo que hace (tanto el #MeToo como 'Un violador en tu camino') es cambiar la visión social que tenemos sobre estos temas y ponerlos sobre la mesa. Antes se hablaba de otra manera, desde el entorno privado y lo íntimo, y no como una cuestión social y política”, señala Patricia Arangueren, de la Comsión 8M.
“A raíz de la performance de las chilenas se ha oído de todo, que si creemos que van a cambiar algo bailando. Vamos a movilizar a gente para que quienes legislan se den cuenta de lo que está pasando”, señala Mastrodomenico: “Estamos contando nuestras historias, el discurso negacionista lo vamos a callar con nuestras historias reales”. “También, para reconocernos entre nosotras, entre víctimas, entre supervivientes. Era impensable pasar de hablar entre nosotras del miedo a volver a casa solas, a hacerlo en casa, en la mesa, con hombres delante”, añade Aranguren. “Visibilizar que esta violencia existe es el primer paso para ver qué medidas tomar, no solo a nivel legislativo, sino de educación durante la infancia y la adolescencia para que esto deje de pasar”.
