Un cachorro que no podía ni levantar la cabeza acaba recuperándose en un centro de acogida

No es que no pudiera caminar. Es que no podía ni sentarse. Ni levantar la cabeza. Los escasos movimientos que lograba hacer eran gracias a las manos de los cuidadores que lo recibieron pensando que no ocurriría el milagro. Pero lo hubo y Furby, un cachorro de apenas un mes de vida, sobrevivió.

Ante el asombro de los profesionales de Austin Pets Alive (APA!), el centro de acogida de Estados Unidos al que llegó el protagonista de esta dramática historia con final feliz, el jovencísimo goldendoodle demostró unas enormes ganas de vivir, con las que superó sus problemas neurológicos que le impedían hacer casi cualquier movimiento por sí solo.

La batalla que libró Furby junto a los entregados cuidadores duró varios días. Los responsables del centro de acogida de Austin sabían que todo pendía de un hilo muy fino. Pero hay animales que demuestran ser auténticos luchadores y con una enorme voluntad de vivir a pesar de las adversidades.

Según explicaron los propios cuidadores de Austin Pets Alive (APA!), al parecer Furby era el único cachorro enfermo de la camada en la que había nacido apenas unos días antes de llegar gravemente enfermo al centro.    

Una raza muy demandada

Los goldendoodles son perros de una raza muy solicitada en la actualidad. Son el resultado de la mezcla genética de golden retrievers y poodles. Tienen un pelaje suave, suelen aprender muy rápido y tienen unos ojos muy expresivos que parecen demandar una vida feliz y juguetona.

Todas esas facciones empezó a ofrecerlas Furby en el momento en el que comenzó a recuperarse, una vez que superó el trance de sus problemas médicos. Para sus cuidadores, el amor y la cercana compañía de otros perros que conviven en el centro de acogida ha sido un elemento clave para la recuperación del cachorro. 

Aunque no podía ni sentarse cuando llegó, según sus cuidadores, Furby parece cada día más integrado y en breve podría estar preparado para vivir en un hogar de manera definitiva. Tras el milagro, la nueva vida del peleón goldendoodle parece estar a punto de empezar.