La Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo situado en el noreste australiano, podría sufrir un blanqueo masivo de sus corales cada dos años a partir de 2034 si se mantienen las tasas de contaminación de gases invernadero, según un estudio publicado hoy.
“Es fundamental que se limite las temperaturas a niveles que no sean menores a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales para que puedan sobrevivir los arrecifes coralinos en todo el mundo”, alerta el informe “Las consecuencias letales: los impactos climáticos en la Gran Barrera de Arrecife”.
El informe elaborado por el Consejo del Clima, un organismo australiano independiente, explica que un 70 por ciento de los arrecifes coralinos corre el riesgo de sufrir una degradación a largo plazo para 2100 si se eleva la temperatura mundial en 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Pero si se eleva a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales se pondría al 99 por ciento de los corales en riesgo, de acuerdo a las proyecciones de los expertos.
Los autores también indican que los dos blanqueos consecutivos que sufrió la Gran Barrera en 2016 y 2017 provocaron la muerte masiva de sus corales.
Casi el 30 por ciento de los corales de la Gran Barrera, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, murió tras el fenómeno de blanqueo de 2016, el cual ha sido considerado como el peor evento jamás registrado en este lugar.
“El blanqueo de corales de 2016 fue unas 175 veces muy probable que se debió por el cambio climático”, indica el informe al destacar que los corales son propensos a la decoloración cuando la temperatura se eleva entre 1 a 1,5 grados centígrados por encima del nivel máximo de la temperatura estacional.
En aquel año la Gran Barrera registró en los meses de febrero, marzo y abril la temperatura más alta de la superficie marina desde que comenzó a medirse a principios de la década de 1900 y la mortalidad de sus corales en ese período y en los ocho meses posteriores estuvo relacionada a la exposición al calor de las aguas, motivado por el cambio climático.
El informe también alerta de que en el último siglo se han registrado olas de calor marinas en el planeta con una mayor frecuencia y con una duración más prolongada.
Asimismo, advierte de que el futuro de los corales en todo el mundo depende las acciones que se adopten para mitigar el cambio climático, así como la rapidez con la que se actúe para reducir los niveles de la contaminación de los gases de efecto invernadero en los próximos años y décadas.
La Gran Barrera, hogar de 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, aporta anualmente unos 6.400 millones de dólares locales (4.000 millones de euros o 4.852 millones de dólares) a las economías de Australia y de Queensland.
El mayor arrecife de coral del mundo comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.