Bruselas pone en el punto de mira a TikTok por la utilización de datos personales

Irene Castro

Bruselas —
13 de enero de 2023 22:35 h

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Las plataformas digitales como TikTok, Twitter, Facebook o Instagram están en el punto de mira de Bruselas. Desde hace tiempo. La UE aprobó recientemente nuevas leyes para regular la actividad online con el objetivo de que las normas que operan en la ‘vida real’ apliquen también al espacio digital. Y en ese camino, las instituciones europeas se topan con las grandes empresas de redes sociales, a las que con más o menos tacto, han reclamado que cumplan sus reglas. 

El último en pasar por la capital belga fue Shou Zi Chew, el CEO de TikTok, una compañía china que supera ya los 1.000 millones de usuarios y genera más que recelos en Estados Unidos, donde se ha llegado a prohibir su instalación en los dispositivos de los empleados públicos bajo la premisa de evitar que los datos lleguen a manos del gobierno chino. La red social ha espiado a periodistas que la investigaban. 

Con ese panorama, Shou Zi Chew aterrizó en Bruselas para reunirse con varios representantes del gobierno comunitario, que le advirtieron que debe proteger a los usuarios europeos del acceso ilegal de terceros. “No puede haber ninguna duda de que los datos de los usuarios en Europa están seguros y no están expuestos al acceso ilegal de las autoridades de terceros países”, expresó la vicepresidenta de la Comisión Europea VÄ›ra Jourová, que se mostró convencida de que TikTok hará “un esfuerzo adicional para respetar la legislación de la UE” –en concreto las leyes de Servicios Digitales (DSA) y a la de Mercados Digitales (DMA) que fueron aprobadas en julio–. La compañía tiene que “recuperar la confianza de los reguladores europeos”, según admitía la responsable de Transparencia de la Comisión. 

Pero no todo fueron apretones de manos y buenas palabras, sino que la reunión sirvió para que los representantes de la UE expresaran su preocupación acerca de algunos asuntos vinculados con la empresa, como la desinformación o el espionaje a periodistas. Shou Zi Chew no se escapó, a juzgar por las explicaciones que dio posteriormente el gobierno comunitario. Por un lado, reconoció que hay actores estatales no europeos que intentan manipular los contenidos de TikTok para divulgar fake news, aunque se comprometió a esforzarse por zanjar ese problema. La plataforma china se ha sumado al código de buenas prácticas impulsado por la UE. Por otro lado, Jourová le preguntó por el espionaje a periodistas y, lejos de negarlo, el CEO reconoció que se había producido por trabajadores que están ya fuera de la compañía. 

Menos sutiles están siendo los reproches de la UE al controvertido dueño de Twitter, Elon Musk, al que han puesto muchos deberes. “Twitter tendrá que reforzar la moderación del contenido, proteger la libertad de expresión, abordar la desinformación y limitar la publicidad dirigida”, expresó el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, a finales de noviembre, tras mantener una reunión virtual con el magnate tras la que concluyó que “a Twitter le queda mucho trabajo por delante para cumplir con las reglas europeas”. 

La advertencia a Musk llegó desde el primer momento en el que se hizo con el control total de la red social el 28 de octubre. “En Europa, el pájaro volará según nuestras reglas”, advirtió Breton en respuesta a la peculiar forma en la que el multimillonario empresario anunció el cierre de la compra de Twitter. “El pájaro está liberado”, expresó en un tuit en referencia al logo de la red social.

Pero Musk no parece estar dispuesto a dar pasos en la dirección que le marcan las normas comunitarias. Recientemente suspendió varias cuentas de periodistas de medios como The Washington Post, The New York Times, CNN o Voice of America. La UE anunció que impondría sanciones a la compañía “en breve”, aunque un mes después no ha trascendido su aprobación. “Las noticias sobre la suspensión arbitraria de periodistas en Twitter son preocupantes. La Ley de Servicios Digitales de la UE obliga a respetar la libertad de los medios y los derechos fundamentales”, recordó a Musk la responsable de Transparencia de la Comisión Europea. 

Otro capítulo de la batalla de la UE con las plataformas digitales es la publicidad. El Supervisor Europeo de Protección de Datos, que es el organismo que vela por la privacidad de los 27, concluyó el pasado mes de diciembre que Meta no puede obligar a los europeos a ver publicidad segmentada en base a su navegación solo por ser usuarios de sus servicios. Esa es la base del modelo publicitario de Facebook o Instagram. 

Unos días más tarde, la compañía recibió un golpe definitivo para ese sistema: las autoridades de protección de datos declararon ilegal que las redes sociales fuercen a sus usuarios a aceptar anuncios personalizados. Además, le impuso una multa de 390 millones de euros (210 millones por Facebook y 180 por Instagram) por haber operado de manera irregular durante más de cuatro años. 

Meta se enfrenta, además, a una posible multa de hasta el 10% del volumen anual de sus negocios mundiales después de que la Comisión Europea la haya acusado de prácticas abusivas para favorecer a Facebook Marketplace en la competencia de anuncios clasificados online. Bruselas considera que la empresa infringe las normas antimonopolio de la UE y censura que Meta vincule su servicio de anuncios clasificados online, Facebook Marketplace, a su red social personal, Facebook. El proceso lo anunció el ejecutivo comunitario hace apenas tres semanas y no tiene un plazo establecido para culminar la investigación, pero Bruselas tiene bajo la lupa a las grandes plataformas digitales.