El callejón sin salida del 5G: la UE alerta sobre la tecnología china mientras Huawei gana presencia en la red española
El 5G está llamado a ser parte clave de una revolución. Aunque para el usuario medio hoy en día esta tecnología suponga poco más que jugar o ver series en su móvil mucho más rápido que con el 4G, su implantación puede ser determinante en el transporte, la banca, el sector energético o la sanidad. Desarrollos como el vehículo autónomo o la posibilidad de que un cirujano opere a distancia a través de un robot necesitan una transmisión de datos más rápida y estable que la actual para evolucionar. El problema llegó cuando EEUU desató la tormenta perfecta sobre Huawei, un proveedor clave en las redes de 5G, justo cuando esta empresa empezaba a colaborar en proyectos piloto en todo el mundo para probar esta nueva tecnología.
La Administración Trump acusa a la empresa de ser una plataforma para el espionaje del Gobierno chino. Pekín alega que Washington solo quiere frenar su desarrollo. Una guerra comercial que dejó en tierra de nadie a la UE, que pidió tiempo para valorar la situación.
Las respuestas que ha ofrecido la Unión cinco meses después no resuelven demasiadas dudas. En un informe publicado este miércoles, la UE reconoce que utilizar tecnología china es un riesgo potencial para el 5G, pero evita citar directamente al gigante asiático o pedir a los países miembros que no instalen dispositivos de Huawei en sus redes de comunicaciones.
En el análisis de riesgos, elaborado por la Comisión Europea y expertos de ciberseguridad de los gobiernos nacionales, la UE señala que una de “las principales amenazas” de esta nueva tecnología son “los proveedores y las cadenas de suministros” de “terceros países” en los que “no existan controles y equilibrios legislativos o democráticos” o con los que no haya “acuerdos de seguridad o protección de datos”. Teniendo en cuenta que en las redes 5G europeas apenas están participando otros dos fabricantes junto a Huawei, y que uno es finlandés (Nokia) y otro es sueco (Ericsson), no es difícil saber en qué empresa pensaban los especialistas comunitarios al redactar la lista de amenazas.
“Podemos seguir con el debate sobre por qué se nombra o no se nombra a actores individuales, pero el objetivo del informe era detallar los riesgos asociados a esta tecnología, no citar a países o proveedores concretos”, ha tenido que zanjar Minna Kivimäki, representante del Consejo Europeo, ante la avalancha de preguntas de los periodistas sobre por qué la UE ha evitado deliberadamente mencionar a China o a Huawei.
La UE promete que presentará un nuevo informe “antes de final de año” en el que incluirá medidas concretas. “Entendemos el interés por saltar directamente a las conclusiones, pero estamos evitando deliberadamente ir directamente a las conclusiones”, ha reconocido Julian King, comisario de Seguridad, también presente en la rueda de prensa. “El rol de los proveedores es un riesgo que tenemos que supervisar muy de cerca”, ha añadido, refiriéndose a “un proveedor que es objeto de interferencia por parte de un país no europeo”, pero sin mencionar a Huawei en ningún momento.
Huawei en toda la red 5G española
“Huawei tiene una cuota de mercado en el sector del 35% en Europa y a día de hoy es uno de los tres únicos proveedores de calidad de equipos de red. La diversidad de fabricantes es clave para asegurar la resiliencia de las redes. Sin embargo, la realidad hoy es que la industria está concentrada en pocos jugadores”, explican fuentes de Vodafone a eldiario.es. Este proveedor ha sido el primero en instalar red 5G en España, presente ya en 15 ciudades, a las que se sumarán otras 32 en breve.
Vodafone utiliza tecnología de Huawei en la red española. “La mayoría de los equipos de Huawei que desplegamos se encuentran en la parte radio de la red y un porcentaje muy pequeño en el core (la que contiene más cantidad de información sensible)”, alegan las mismas fuentes.
En España, Huawei ha sido incluso beneficiaria de ayudas del Gobierno. A principios de mayo, antes de que EEUU denunciara a la empresa ante la escena internacional, logró una subvención de 6 millones de euros para un proyecto conjunto con Vodafone para probar 30 casos de uso del 5G en ciudades andaluzas. Sevilla, Málaga, Cádiz, Huelva y Jaén han comenzado ya a probar escenarios de realidad aumentada, drones o reconocimiento facial empleando la conectividad ofrecida por la empresa china. El proyecto cuenta con un presupuesto de más de 25 millones de euros en total.
La preminencia tecnológica de los equipos de la multinacional china ha empujado a sus brazos al resto de teleoperadoras interesadas en implantar redes 5G en España. Orange y Telefónica también están llevando a cabo pruebas que involucran a Huawei. La primera tiene proyectos piloto en ocho ciudades, donde “trabaja con Ericsson, Huawei, Nokia, Samsung o ZTE en calidad de proveedores de red, fija o móvil. La información sobre el proveedor de cada apartado es confidencial”, especifican fuentes de la empresa a esta redacción.
Telefónica es la que cuenta con unos planes de implantación de red 5G más difusos. “La visión de Telefónica es que las tecnologías 4G y 5G coexistirán (por algún tiempo) en el futuro”, alega la compañía que, no obstante, también prueba esta nueva tecnología: “Estas pruebas se están realizando con numerosos proveedores, entre ellos Nokia, Ericsson, y Huawei, de servicios innovadores. Estamos hablando en cualquier caso, de colaboración en pruebas y casos de uso para testar la tecnología, no de adjudicaciones. Todavía no hay ninguna adjudicación para 5G”.
Comprar tecnología al país que la hackea
Otro de los puntos en los que la UE apunta a China, sin nombrarla, es en su advertencia a las empresas de telecomunicaciones sobre los riesgos de emplear tecnología que proviene de los mismos países sospechosos de financiar grupos dedicados a ciberatacar infraestructuras críticas de otros países. En el sector se los conoce como los “CRINK”: China, Rusia, Irán y Corea del Norte (esta última por sus siglas en inglés).
Estos grupos pueden romper sistemas informáticos a través de fuerza bruta o bien aprovechar agujeros presentes en ellos que se conocen como “puertas traseras”. Estas pueden estar ahí por defectos de diseño... o haber sido creados al efecto para ser una vía para penetrar en ellos una vez instalados. Estas estrategias de cibertaque, que como reveló Edward Snowden han sido empleadas ampliamente por los servicios de inteligencia de EEUU a través de empresas de puertas traseras en servicios digitales estadounidenses, son las mismas que ahora elevan las dudas sobre la tecnología china.
“Las puertas traseras, tanto involuntarias como intencionadas serán más fáciles de introducir y más difíciles de detectar”, ha avisado este miércoles el comisario de Seguridad.
Aunque el informe señala que el 5G “jugará un rol central en la transformación digital de la sociedad y la economía de la UE”, también alerta de que puede aumentar exponencialmente el riesgo de hackeo por situaciones como esta. Conforme el 5G impulse la digitalización de servicios, la presencia de robots en la industria o el tratamiento cada vez más masivo de datos personales de los ciudadanos, las posibles puertas traseras en los sistemas de comunicaciones “también tendrán un impacto más severo y generalizado”, ha reflejado King.