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El comisionado del PERTE Chip: “El plan sigue siendo traer fábricas a España”

“Debemos de ser muy optimistas en cuanto a obtener nuestros objetivos. Pero insisto, a medio y medio-largo plazo. No podemos cambiar un ecosistema o lanzar proyectos de mucha envergadura en poco tiempo”, avisa Jaime Martorell, el comisario especial del PERTE de microelectrónica y semiconductores, el programa de ayudas con el que el Gobierno quiere atraer a España a las grandes empresas de la industria de los microchips. Con 12.500 millones de euros, es el plan de mayor cuantía de todos los financiados con fondos europeos.

Once meses después de su aprobación, esos 12.500 millones siguen estancados. Mientras Alemania y Francia han logrado atraer grandes inversiones para levantar factorías de chips en su territorio, España aún no ha logrado cerrar ningún acuerdo. Mientras algunas voces empiezan a preguntarse por este retraso y a criticar la gran apuesta que el Gobierno hizo con este PERTE, Martorell pide paciencia: “El plan sigue siendo atraer una o dos fábricas de chips. Los objetivos del PERTE no han cambiado”, reitera en conversación con elDiario.es.

“Los objetivos siguen siendo los mismos, aunque quizá un poco más ajustados a la realidad”, puntualiza el comisionado. “Lo que se está hablando en Europa en general, no solamente en España, es que sean factorías que se centren en tecnologías más acordes con los mercados europeos, como la automoción o el sector industrial”, añade.

Con las “tecnologías más acordes al mercado europeo” Martorell, de 68 años y con casi 45 años de experiencia en el sector de la microelectrónica, se refiere al tamaño de los chips. En un primer momento el objetivo de España fue atraer una factoría que produjera los más avanzados, los de cinco nanómetros o menos. Se trata de la más alta tecnología, que miniaturiza los transistores de los chips hasta ser capaz de montar 50.000 de ellos en una pieza del tamaño de una uña. Se utilizan en los móviles y ordenadores portátiles más avanzados.

Pero no toda la cadena digital requiere chips de este tamaño. Los automóviles, por ejemplo, utilizan chips de mayor tamaño porque no tienen esos problemas de espacio. Una factoría centrada en esa tecnología tendría una mayor sinergia con el resto de la industria española. “No desechamos ninguna oportunidad, como tampoco lo hace Europa”, dice Martorell.

“Por ejemplo, fábricas que se han anunciado como la de STMicro con GlobalFoundries en Francia, van a tener una tecnología más acorde con lo que somos. Somos realistas en este sentido”, afirma. La nueva factoría que estas dos empresas construirán en el país galo, mediante una inversión de 5.700 millones de euros sin participación del Gobierno, producirá chips de 18 nanómetros. Unas 620.000 obleas al año cuando alcance su máxima capacidad en 2026, a unos 90.000 chips por oblea.

Pese a que la inversión de STMicro con GlobalFoundries en Francia o la de Intel en Alemania se cerraron hace más de un año (aunque la negociación entre el Ejecutivo germano y la multinacional estadounidense se ha recrudecido, con esta última exigiendo que las ayudas sean subvenciones directas y no préstamos), Martorell insiste en que el PERTE no se ha retrasado y sigue su hoja de ruta.

“He visto algún que otro titular sobre que el PERTE lleva ya nueve meses y no da resultados... vamos a ver. El PERTE se anunció efectivamente a finales de mayo del año pasado. Yo me incorporé a finales de junio y los primeros meses hemos estado haciendo un recorrido por todo el ecosistema español de microelectrónica”, afirma Martorell, que atiende a elDiario.es tras la presentación del Mapeo del ecosistema español de microelectrónica, un informe encargado por el Ministerio de Industria para localizar a las empresas españolas del sector y sus capacidades.

“Hemos visitado centros de diseño, de desarrollo, salas blancas, centros tecnológicos, empresas, etc. Teníamos que saber con lo que ya contábamos en España”, explica el comisionado especial del PERTE Chip. “Además, el año pasado el PERTE no contaba con un presupuesto definido para este período. El presupuesto se ha activado a partir del 1 de enero de este año. Ahora que hay un presupuesto, estamos actuando en el proceso lógico de asignación y de concurso, pero estos procesos toman tiempo”, añade.

Martorell asegura que el Gobierno está en conversaciones con varias compañías para cerrar grandes inversiones en España, pero que no puede revelar cuáles o cuántas. “La confidencialidad es un tema delicado. Estas empresas son muy sensibles a este tipo de anuncios y respetamos su deseo de confidencialidad hasta que se pueda anunciar”, expresa.

700 profesionales al año

El Mapeo del ecosistema español de microelectrónica ha sido elaborado por la patronal Ametic, que agrupa a empresas con distintos negocios digitales como Apple, Amazon, BBVA, Renfe o Cepsa. El informe ha concluido que uno de los grandes problemas de este sector en España es la “dificultad para contratar profesionales con los perfiles y competencias necesarias”. Esta ha sido la respuesta mayoritaria en la encuesta entre las empresas del sector, con un 60%. A poca distancia le siguen “la incertidumbre en cuanto al plazo de retorno de la inversión” (55%) y “las dificultades para obtener ayudas públicas o financiación privada” (53%).

Según han comunicado los dirigentes de Ametic, la industria de microelectrónica española necesitará unos 600 o 700 profesionales al año en caso de que se consolide alguna gran inversión como las que se han cerrado en Francia y Alemania. “El cuello de botella más importante que va a haber será por la disponibilidad de técnicos especializados en microelectrónica, a todos los niveles”, ha expresado su presidente, Pedro Mier.

Este tipo de profesionales se caracterizan por estar altamente especializados. En las empresas de diseño de chips, las más habituales en España, buena parte de la plantilla son personas con la formación de doctor. Por ello, desde Ametic se ha propuesto una estrategia de formación para el PERTE Chip que agilice su preparación y cree carreras universitarias especializadas.