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IBM S/360, la computadora que revolucionó la oficina de Mad Men

En su séptima temporada Mad Men nos transporta al año 1969, un año después del estreno de una de las grandes maravillas del cine: 2001: A Space Odyssey, del genial Stanley Kubrick. Precisamente, el guiño a Kubrick lo encontramos en el último episodio que se ha emitido de esta serie; bajo el título de “The Monolith” (en una clara alusión al misterioso “monolito” de 2001), el cuarto capítulo de la séptima temporada nos transporta a un punto de inflexión que vivieron muchas empresas en los años 60: la llegada de los computadores.

En The Monolith, Mad Men incorpora a un “nuevo personaje” a la trama: un computador; concretamente, la agencia de publicidad adquiere un mainframe (ordenador central) IBM de la familia System/360. Aunque la introducción del IBM S/360 en Mad Men pueda parecer un detalle menor o vinculado al espacio temporal en el que se desarrolla esta temporada, este ordenador tuvo muchísimo impacto dentro del sector tecnológico durante la década de los años 60 y marcó el inicio de los computadores de tercera generación.

IBM S/360

La familia IBM System/360 fue presentada el 7 de abril de 1964 y, según el presidente de IBM por aquel entonces, Thomas J. Watson Jr., era el producto más importante que la compañía había lanzado hasta el momento.

Para que nos hagamos una idea de la dimensión de la campaña de lanzamiento del IBM S/360, el “gigante azul” organizó eventos de presentación simultáneos en 165 ciudades de Estados Unidos e invitó alrededor de 100.000 ejecutivos al lanzamiento de su nuevo computador empresarial; un proyecto para el que se habían invertido 5.000 millones de dólares, es decir, 38.500 millones de dólares de hoy día.

Esta nueva generación de computadores que inauguró el IBM S/360 se caracterizaba por cubrir un amplio espectro de nichos objetivo; no eran computadoras diseñadas para centros de investigación o las empresas, el objetivo era crear productos polivalentes y modulares que pudiesen encajar en una oficina (como la que sirve de escenario principal a los protagonistas de Mad Men) como en un centro de tecnología avanzada como los de la NASA (que también fueron usuarios de este mainframe de IBM); una arquitectura que fue desarrollada por Gene Amdahl y que fue la base del proyecto que dirigió Fred Brooks (Premio Turing en 1999).

Cuando hablamos de mainframe nos referimos a un computador central, un servidor al que se accedía mediante terminales ligeros o consolas de operación; un esquema bastante distinto al que estamos acostumbrados a ver hoy en día donde contamos con ordenadores personales plenamente funcionales en nuestras mesas. Estos grandes mainframes podían llegar a ocupar una sala completa entre la consola de operación, el propio computador o los periféricos, imágenes míticas que podemos ver en el capítulo de Mad Men con la preparación de la sala que se destina en la oficina para alojar la computadora.

La familia IBM S/360 estuvo en el mercado entre los años 1965 y 1978 con el objetivo de satisfacer las necesidades de gobiernos, centros de investigación y empresas; por tanto, no nos encontramos ante un computador sino ante una familia de computadoras cuya arquitectura era común pero que, sin embargo, variaban sus especificaciones y prestaciones para adaptarse a las necesidades del cliente (el hecho de llamar a esta familia 360 buscaba poner el énfasis en su “polivalencia”).

IBM desarrolló 6 modelos de computadora que usaban el mismo software y también podían usar los mismos periféricos y, además, supuso toda una revolución para el sector porque fue uno de los primeros computadores en construirse mediante circuitos integrados (lo cual supuso un importante abaratamiento de los costes de producción y una reducción del precio de venta al público).

Hoy en día es común encontrar varias versiones de un mismo dispositivo, no nos resulta raro encontrar un smartphone con varias opciones de capacidad de almacenamiento o un ordenador portátil que tiene varias opciones de procesador. Sin embargo, en 1964, los fabricantes apostaban por un “modelo único” pensando en nichos concretos; una tendencia que IBM rompió por completo y con la que consiguió desmarcarse de la competencia.

Empezaron con 6 modelos en la familia y hasta 20 periféricos (unidades de disco externa, un escáner con reconocimiento de caracteres, lectores de tarjetas perforadas, impresoras de papel continuo, unidades de cinta magnética o, incluso, un robot de cintas que permitía almacenar hasta 400 millones de bytes de información) pero, con el paso de los años, IBM terminaría desarrollando 14 modelos de computador de la serie 360 (incluyendo algunos modelos específicos para la NASA).

Las empresas podían adaptar el mainframe a sus necesidades y podían partir de un modelo básico o de uno más avanzado y luego complementarlo con los periféricos adicionales. De hecho, una empresa podía empezar con un modelo básico y luego evolucionar a un modelo avanzado sin necesidad de tener que renovar los periféricos o adaptar la información o el software. La familia de computadores era compatible entre sí y ese detalle, que ahora nos puede parecer simple, era una funcionalidad muy demandada por las empresas de la época (que veían cómo no podían portar programas de una computadora a otra distinta).

El impacto de la familia IBM S/360

Además de la revolución que supuso para el sector, la familia IBM S/360 fue uno de los primeros sistemas que permitían el “acceso remoto” a través de módem y, por tanto, a través de la red telefónica conmutada. Los operadores de estos sistemas podían usar terminales conectados a la red telefónica para acceder en remoto al servidor de su empresa y trabajar, por ejemplo, desde su casa.

Para facilitar la migración hacia este sistema, IBM introdujo el concepto de retrocompatibilidad y permitía la ejecución de aplicaciones desarrolladas para computadores de segunda generación (como la serie IBM 1400) en la serie 360; aunque no era una ejecución real y había que iniciar el sistema en “modo emulador”, IBM permitía que las empresas pudiesen reutilizar código desarrollado y ahorrarles tiempo y dinero.

Si a esto le sumamos la compatibilidad entre computadores de la misma serie y la apuesta por los circuitos integrados para aumentar la fiabilidad y minimizar fallos de hardware, la serie IBM S/360 se convirtió en la referencia absoluta para universidades, empresas y centros de investigación (y convirtieron a IBM en el proveedor de referencia) porque ofrecían un producto flexible y altamente competitivo.

La NASA, universidades como la de Viena o la de Stanford (que tuvo funcionando un IBM S/360 hasta 1993) o multinacionales como Volkswagen fueron algunos de los usuarios de esta familia de computadoras; en el primer mes tras su lanzamiento, IBM recibió más de 1.000 pedidos y para 1966, según publicó la revista Fortune por aquel entonces, había más de 35.000 computadoras IBM S/360 instaladas en empresas de Estados Unidos.

Hoy no queda ninguno de estos computadores en funcionamiento; no obstante, se han convertido en “piezas de museo” que hoy en día se exponen en universidades o en museos especializados como el Computer History Museum de Mountain View (California).

Quizás la inclusión del IBM S/360 en Mad Men pueda parecer un detalle de atrezzo o un simple guiño a la época en la que se desarrolla la serie; sea cual sea la intención, la verdad es que no podrían haber elegido un computador mejor para mostrar el punto de inflexión que marcó la llegada de los computadores a las empresas.

Imágenes: AMC, Archivo Federal de Alemania, Erik Pitti (Flickr), NASA y Erik Pitti