Mt. Gox, la que fuera la mayor casa de cambio de bitcoins, entró en bancarrota el viernes en Japón. Podrían haber perdido alrededor de 500 millones de dólares a causa de una vulnerabilidad en su sistema, según explicó su CEO, Mark Karpeles. El colapso viene después de varias semanas de subidas y bajadas en la cotización de la criptomoneda.
Karpeles pidió disculpas, dijo que Bitcoin seguirá creciendo y que la industria del bitcoin se encuentra en buena forma. Según Mt. Gox, la casa de cambio había perdido 750.000 bitcoins pertenecientes a sus usuarios y 100.000 propios. En la cotización del bitcoin al momento de escribir este artículo, 414 euros, esto sería equivalente a 351.900.000 euros en total.
“Una vez que usas Bitcoin, no hay vuelta atrás”: no es una metáfora. Cuando efectúas una transacción con bitcoins, no hay CTRL+Z, es irreversible. Con la quiebra de Mt. Gox, entendemos esta afirmación mejor que nunca. Como si fuera un bróker online, una persona podía registrarse en esta plataforma y tener acceso de manera estándar a tres carteras digitales, en euros, en dólares y otra en bitcoins.
De esta manera, podías aplicar órdenes de compra y venta de bitcoins contra cualquiera de estas dos monedas, y mantenerlas mientras tanto almacenadas ahí. Del cruce de sus operaciones, Mt. Gox obtenía sus tipos de cambios “de mercado” de bitcoin, y hasta hace pocos días era la número uno en dólares, y la segunda si contamos volumen operado en todas las divisas.
Los hechos son que, tras semanas de especulación y rumores, finalmente Mt. Gox ha cerrado primero las puertas, bloqueado los fondos, y paralizado todo tipo de transacción, y luego ha llegado su quiebra. El problema de "maleabilidad" de los bitcoins ha sido letal para Mt. Gox.
De manera sencilla, diríamos que las transacciones no llevan ID único (se puede cambiar), por lo que podrían llegar a producirse ataques que solicitaran transacciones repetidas sin que se diera cuenta la plataforma. Ya sea esto una “cuestión técnica conocida” o un bug del protocolo, lo cierto hoy en día son los números: más de 750.000 bitcoins perdidas, que se traducen en unas obligaciones de pago de 55 millones de dólares, con sólo 22 millones de dólares en activo líquido para hacerles frente. Es decir, técnicamente, una insolvencia.
Lo primero que hay que decir es que el mayor reconocimiento de esta plataforma no venía por su seguridad, sino por ser pionera cotizando, ciertamente. De hecho, debemos recordar que este problema de Mt. Gox llevó a cerrar (temporalmente) antes a ésta y otras plataformas como Bitstamp o BTC-e y que, además, no fue el primer ni quizás el más grave bloqueo de fondos en bitcoins sucedido hasta la fecha. ¿Se acuerdan de Bitcoin-24? Esta plataforma de cotización tuvo también problemas con la identificación de las transacciones, lo que conllevó que unos hackers lo utilizaran para blanquear dinero y, al ser descubiertos, se paralizaron las operaciones por completo.
Lo más importante de Mt. Gox, aparte de su valor simbólico, es entender que esto ya no se trataba de un corralito al uso (paralización o suspensión de pagos temporal), sino que es el siguiente estadio, una quiebra por insolvencia. Entendemos por corralito una suspensión de pagos, la cual no siempre termina en insolvencia; pero toda insolvencia siempre se precede de una suspensión de pagos.
Fraude irreversible
Bitcoin no tiene botón de “deshacer”, y eso es un problema cuando se paralizan las operaciones. Sin botón de deshacer, sólo podemos aspirar a prevenir el fraude. Con botón de deshacer, podemos detectarlo y mitigarlo.
Cuentas corrientes, tarjetas de crédito, transferencias bancarias… En el sistema monetario tradicional todo tiene posibilidad de dar marcha atrás (excepto retirar efectivo de un cajero), pero no así las transferencias por Bitcoin. Aunque existe la posibilidad de bloquear los bitcoins, esto implica eliminar y sacar los bloques del sistema, algo en contra de la fungibilidad, por lo que no es una alternativa deseable.
Si pudiéramos deshacer operaciones, podríamos ir hacia atrás y revertir las operaciones fraudulentas, pero no es el caso. Podemos alegar que Mt. Gox fue culpable de no prevenir el fraude, y que Bitcoin lo es de ser vulnerable al fraude. El caso es que Mt. Gox ha perdido 750.000 bitcoins de sus usuarios, y 100.000 más de su propia propiedad ¿Cómo resolvemos esto?
Hay mala solución para este caso. Al no existir respaldo legal del activo en cuestión, la paralización de nuestros fondos se verá afectada por la fluctuación en el valor temporal hasta el momento en que nos dejen retirar nuestro dinero. Al no existir un valor de respaldo o valor facial de los bitcoins, el mínimo valor de mi inversión que me deben legalmente es cero.
Los días antes de la quiebra, Bitcoin cotizaba en torno a los 500 dólares en Bitstamp y unos 100 dólares en Mt. Gox, pero ¿cómo se puede recuperar lo invertido? Ojalá consigan hacer que Bitcoin sea reversible, y así el fraude, mitigado; algo en lo que supuestamente Mark Karpeles, CEO de Mt. Gox, estaba trabajando, pero es complicado.
Sin duda, Mt. Gox ha muerto, pero Bitcoin sigue viva… y volátil. En realidad, el tiempo juega a favor de Bitcoin, pues le da más opciones de descubrir si tiene un auténtico valor intrínseco mediante el perfeccionamiento de un protocolo criptográfico que en el futuro puede tener cientos de usos.