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El Gobierno español presiona en Bruselas para recuperar la criticada directiva del copyright

El PSOE volverá a votar a favor de la directiva que reformará la regulación sobre los derechos de autor el próximo día 12 en el Pleno del Parlamento Europeo, han confirmado fuentes del Ministerio de Cultura este viernes. Los dos meses transcurridos desde que la cámara bloqueara el texto a principios de julio debido a la profunda divisón suscitada por algunas de sus medidas, no han cambiado la posición socialista al respecto.

Cultura no entiende la animadversión que ha generado una norma que solo busca, aseguran desde el Ministerio, que las grandes tecnológicas compartan con los autores el beneficio que extraen de sus obras. El equipo que dirige José Guirao critica que estas multinacionales no compren licencias ni paguen a los autores mientras se lucran con el trafico que generan sus usuarios cuando suben a la red contenidos protegidos.

Guirao ha visitado esta semana Bruselas para transmitir esta posición a los eurodiputados españoles, a los que pidió “un voto-país en un tema clave para los creadores”. Será difícil de conseguir, porque en estos dos meses no se han presentado enmiendas que modifiquen sustancialmente el aspecto más criticado de la directiva: su Artículo 13 y los filtros de contenido que obliga a implantar a todas las plataformas digitales, grandes o pequeñas, para evitar que nada de lo que suban sus usuarios a la red viole el copyright.

Filtros “garantistas”

Filtros “garantistas”La gran división en torno a la directiva radica en esos filtros y sus consecuencias a corto, medio y largo plazo. Fue esta medida la que generó la gran oposición a la directiva en las redes, que provocó que los eurodiputados que se habían posicionado a favor recibieran hasta 60.000 correos electrónicos de ciudadanos de toda Europa que les expresaban su repulsa a ella. También la censuró el relator de Naciones Unidas para la libertad de expresión; más de 70 madres y padres de las tecnologías que dieron forma a Internet; las ediciones española y la italiana de la Wikipedia, que cerraron dos días para avisar del peligro de esos filtros; así como decenas de organizaciones que velan por los derechos digitales.

Todos comparten la misma crítica: el algoritmo de filtrado supone un método de censura previa y amenaza la libertad de expresión. Argumenan que la tecnología de reconocimiento no es tan avanzada como las propias multinacionales digitales suelen hacer creer, puesto que todavía no es capaz de identificar matices clave para discernir si un contenido viola o no el copyright. Por ejemplo, los memes y las parodias, que no lesionan los derechos de los autores, estarían gravemente amenazados ya que los filtros no son capaces de identificarlos como usos legales.

Cultura niega este punto. Asegura que a pesar de instaurar filtros de contenidos, la directiva es “garantista” y da más seguridad a los usuarios, porque esos filtros ya están activos en algunas plataformas como Youtube pero se encuentran “en el limbo” porque no están regulados por el sector público.