Google permitirá a los usuarios pedir la retirada de sus resultados de búsqueda de las webs que hayan publicado sus datos de contacto sin su consentimiento, como el número de teléfono, su dirección física o el email. La compañía amplía así sus políticas para ocultar páginas por este tipo de invasión de la privacidad, que hasta ahora solo cubrían la publicación de imágenes de documentos de identidad (como el DNI o el carnet de conducir) o datos financieros.
“La disponibilidad de la información de contacto personal en línea puede ser aterradora, y puede utilizarse de forma perjudicial, incluso para un contacto directo no deseado o para causar daños físicos”, justifica Michelle Chang, jefa de políticas de búsqueda de Google, que revela que la compañía lleva tiempo recibiendo peticiones de usuarios para desindexar este tipo de datos y ha decidido habilitar la posibilidad de hacerlo.
Esta es la lista de información susceptible de ser retirada de los resultados de Google, en la que incluye aquella “que pueda suponer un riesgo importante de robo de identidad, fraude financiero, contacto directo dañino u otro tipo de daños específicos”:
- Números de identificación nacional confidenciales, como el DNI de España, el número de la seguridad social de Estados Unidos, el número único de identificación fiscal de Argentina, el registro de personas físicas de Brasil, el número de registro de residente de Corea, la tarjeta de identidad de residente de China, etc.
- Números de cuentas bancarias
- Números de tarjetas de crédito
- Imágenes de firmas manuscritas
- Imágenes de documentos de identidad
- Documentos muy personales, restringidos y oficiales, como historiales médicos
- Información de contacto personal (direcciones físicas, números de teléfono y direcciones de correo electrónico)
- Credenciales de inicio de sesión confidenciales
Se podrá llevar a cabo la solicitud desde este formulario. Eso sí, la multinacional no atenderá todas las peticiones por sistema. “Cuando recibamos solicitudes de eliminación, evaluaremos todo el contenido de la página web para asegurarnos de que no estamos limitando la disponibilidad de otra información que sea ampliamente útil, por ejemplo en los artículos periodísticos”, adelanta Chang.
“También evaluaremos si el contenido aparece como parte de un registro público en webs del gobierno o de fuentes oficiales. En esos casos, no haremos eliminaciones”, continúa. Este tipo de análisis es muy similar a los que la ley obliga a la compañía a realizar con las solicitudes de derecho al olvido, un proceso criticado por algunos juristas por el hecho de que sea una empresa privada y no un juez quien evalúe el interés público de una determinada página web.
Desindexar no es eliminar
En cualquier caso, Google recuerda que sacar una web de sus resultados de búsqueda no implica que la página web se elimine o borre por completo, al igual que ocurre también con el derecho al olvido. Esto puede reducir enormemente su visibilidad, pero no impide que sea accesible por otras vías, como si el enlace se comparte en redes sociales.
Además, incluso aunque la compañía decida estimar la solicitud del usuario, esto no implicará que retire por completo las webs denunciadas de sus resultados. Una de las medidas que puede tomar es desindexarlas solo cuando se busque el nombre de la persona afectada.
Google confía en que el cambio de políticas ayude también a combatir “el doxxing, es decir, la práctica que consiste en compartir la información de contacto de alguien de forma malintencionada”. Se trata de una acción que se utiliza cada vez más a menudo como ciberataque y que puede tener diversos objetivos, como extorsionar a una persona para que cumpla las exigencias del atacante.
El doxxing también es un ataque habitual entre ciberdelincuentes. Recientemente una ofensiva de este tipo expuso en la red toda la información de contacto del supuesto líder de una de las bandas de cibercriminales más activa de la actualidad, un adolescente residente en el Reino Unido. Fue detenido horas después.