Cuando empezó a popularizarse por todo el mundo a partir de 2020, TikTok tuvo que tomar una decisión: ¿qué hacer con la política? Es un tema espinoso para las redes sociales. Los anuncios electorales suponen suman millonarias para estas plataformas, ya que se concentran durante espacios muy cortos de tiempo y utilizan altos niveles de segmentación, dos hechos que disparan el valor de los espacios publicitarios online. Pero la política también da muchos problemas. Para 2020 ya estaba absolutamente documentada la existencia de una industria internacional dedicada a explotar las vulnerabilidades de las redes sociales para manipular a la opinión pública, así como que el objetivo de una parte de sus clientes es adulterar procesos electorales.
A todo esto, TikTok tenía que sumar además su trasfondo chino, que provoca que los países occidentales sean especialmente beligerantes contra ella en lo referente a manipulación electoral. Con todo esto encima de la mesa, TikTok lo tuvo claro: renunciaría al dinero de la política y, a cambio, intentaría mantenerse alejada de cualquier cosa que huela a Cambridge Analytica. Esto se traduce en que esta red social no acepta anuncios electorales ni tampoco permite a los partidos pagar para que sus mensajes lleguen a más usuarios o a perfiles concretos.
Esto hace que la campaña del 23J, las primeras elecciones generales en España desde que la red de vídeo se popularizó, se divida en dos estratos. Uno lo forman los contenidos que publica cada usuario y está completamente soterrado bajo el complejo algoritmo de TikTok y su fórmula para decidir qué se viraliza. El otro lo integran las cuentas de los propios partidos, que pelean por la atención de los usuarios de manera orgánica, con menos opciones de dopaje artificial de las que cuentan en otras redes.
Esa segunda carrera la está ganando Vox. Cualquier usuario que se diera un paseo por los perfiles oficiales de los partidos estos últimos años podía comprobarlo, pero la convocatoria de elecciones ha hecho que la diferencia con el resto de formaciones aumente aún más.
Así lo demuestra el análisis del interés que obtienen los vídeos de cada partido en TikTok elaborado por la consultora Science4insights. “Utilizan un código de comunicación joven, adaptado a TikTok, pero no me parece que sea tan diferente al que recurren el resto de partidos. No creo que utilicen registros más exitosos o diferenciales”, explica en conversación con elDiario.es Víctor Gil, sociólogo y autor del informe: “Creo que tiene que ver con el mero hecho de que tienen más apoyo”.
“Sus vídeos se comparten más, se ven más y, por la forma en la que funciona el algoritmo de TikTok que es, entre comillas, más meritocrático, ya que puede viralizar cualquier contenido independientemente del número de seguidores que tenga la cuenta que lo publica”, añade.
Un espacio dominado por Vox
“Vox arrasa. Multiplica exponencialmente el número de seguidores de los demás y eso dice mucho de cómo se respira en general en TikTok”, coincide Fátima Martínez, consultora de redes sociales y autora de El libro de TikTok. Guía imprescindible para emprendedores, profesionales y empresas (Editorial Social Business). “No tienen vídeos que se hagan extremadamente virales, pero sí una comunidad muy fiel que les apoya”, aclara.
Con 245.000, el canal de Vox en TikTok tiene el doble de seguidores que los de Sumar (46.000), el PP (38.500) y PSOE (34.000) juntos. No obstante, no es el partido español que más tiene, puesto que Podemos casi duplica los de la formación ultra, con 443.000. Pero en la red de vídeo, los seguidores no lo son todo puesto que tienen poco impacto en la viralización de vídeos. La fuerte caída de alcance en los últimos meses de los vídeos que publica Podemos mientras que el número de visualizaciones, likes y compartidos de los de Vox son una muestra de ello.
El dominio del partido de extrema derecha en esta red social se retrotrae al mismo 2020, cuando Twitter suspendió su cuenta oficial por un comentario que esta red social consideró que incitaba al odio contra el colectivo LGTBI. Como la formación se negó a retirarlo en un primer momento, la anterior dirección de Twitter mantuvo su cuenta congelada hasta que finalmente Vox borró el comentario meses después. Durante ese tiempo, los de Abascal distribuyeron sus mensajes por otras redes, especialmente en Telegram y TikTok.
“Por aquel entonces, había estallado el escándalo de los youtubers e influencers que se iban a Andorra, que fueron muy atacados desde el entorno de la izquierda. Esto provocó que muchas de las figuras que acumulaban más tracción en YouTube y las redes nuevas, como Twitch y TikTok, se volvieran críticas con esos partidos y más próximas a Vox”, expone Víctor Gil: “Con el tiempo, buena parte de esos influencers se ha vuelto defensores de Vox o comparten abiertamente posiciones de extrema derecha”. elDiario.es analizó en un reciente reportaje el impacto de estos influencers y los discursos reaccionarios en el voto joven.
Además, el sociólogo destaca que en general sus mensajes son más simples que los del resto de partidos. “Es algo que también les ayuda mucho en Instagram. Lo que funciona son los mensajes sencillos, rápidos, fáciles de compartir, no un código específico. Es ese populismo de derechas”, destaca Gil.
El “michiplátano” de Sumar y las apariciones de Sánchez
Por detrás de Vox, PSOE y Sumar comparten cifras de impacto similares. Sus estrategias no se diferencian demasiado entre ellas y con las de Vox, aunque cada partido rentabilice más determinados contenidos sobre otros. Pero la estrella de la campaña en TikTok, admirada por unos y criticada por otros, es el “michiplátano” de Sumar, un personaje con la forma de un plátano y la cara de un gato que ha aparecido en varios de sus vídeos.
Aunque tópico, el bagaje principal del “michiplátano” es que no ha dejado indiferente a nadie. Los vídeos le muestran votando por Yolanda Díaz después de soñar que PP y Vox ganabas las elecciones o celebrando las repetidas subidas del salario mínimo del Gobierno. No son los que acumulan más visualizaciones de Sumar, ya que los vídeos de Díaz hablando de feminismo o con una empleada del hogar los superan ampliamente. Pero sí los más virales a la hora de generar debate, puesto que un gran número de usuarios los han compartido en otras redes para opinar sobre ellos.
Los propios comentarios de los vídeos del “michiplátano” muestran ese debate abierto. Un gran número de jóvenes felicita a la coalición de izquierdas por arriesgar con una propuesta comunicativa de este tipo, que juega con el lenguaje de esta red social. Otros usuarios se sorprenden por el tono, se preguntan si Sumar está buscando el voto de los menores de edad o critican que este tipo de código para los mensajes electorales. Es la opinión de los dos expertos consultados para este reportaje. “Creo que se equivocan de target”, incide Fátima Martínez.
La estrategia del PSOE no incluye ningún personaje invitado. Al contrario, la campaña socialista en TikTok está destacando por el gran éxito que están cosechando los vídeos que incluyen clips con intervenciones de Pedro Sánchez en podcasts y programas de televisión. Aquí se vuelve a cumplir la regla de TikTok de que más seguidores no es igual a más viral: el PSOE es el partido que menos seguidores tiene de los cuatro principales contendientes este 23J, pero es el que ha logrado el vídeo con más impacto (uno en el que Ana Rosa Quintana pregunta al presidente dónde se va a ir de vacaciones, con dos millones de visualizaciones).
En último lugar aparece el PP. De entre todas las horas que los usuarios de TikTok han pasado viendo los contenidos oficiales de los partidos, solo el 2% eran vídeos de los de Feijóo. “Al PP le falta coger el pulso a TikTok, no saben qué tipo de contenidos deben compartir. Se equivocan”, apunta Fátima Martínez. La mayoría de los vídeos del PP en TikTok son eslóganes de campaña que no pasan de 10.000 visualizaciones, una cifra que en las otras tres formaciones supone el suelo mínimo de impacto. Su vídeo más compartido es un corte del debate en el que Feijóo acusa a Sánchez de mentir sobre las revalorizaciones de las pensiones a partir de datos falsos.
La incógnita TikTok
El resultado de las campañas de cada partido en TikTok será una incógnita incluso después del 23J. Debido a que la red no acepta anuncios políticos, también ha implementado menos herramientas de transparencia que otras para fiscalizar la conversación política. El alto nivel de personalización que promueve su algoritmo hace que sea difícil contrastar si el interés por la política en la red social ha subido tras la convocatoria electoral.
elDiario.es ha hablado con usuarios de diferentes perfiles, pero de sus respuestas no se puede extraer un patrón concluyente. Algunos afirman que el algoritmo nunca les muestra contenido político y sigue sin hacerlo en las últimas semanas; otros reconocen que les ha empezado a empezado a aparecer un vídeo de este tipo de cada 15 o 20; mientras que los que declaran que ya antes veían contenidos de esta temática (en torno al 10%) han visto cómo la mitad de lo que les muestra ahora el algoritmo son vídeos de este tipo. Todos coinciden, en cualquier caso, que la gran parte de lo que se les muestra son memes y que la figura política más presente en la comunidad española de TikTok no es candidata en estas elecciones, sino que sigue siendo Isabel Díaz Ayuso.
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