“Queda poco espacio de almacenamiento interno”, advierte el smartphone. Tras borrar aplicaciones, canciones, imágenes y vídeos… ahí sigue la notificación. O peor aún, desaparece para volver poco tiempo después. El problema, lejos de encontrar remedio, parece que irá a peor: las apps cada vez ocupan mayor tamaño y se prevé que en los próximos años lo hagan todavía más.
Como refleja un estudio realizado por Sensor Tower, empresa especializada en la gestión de datos sobre aplicaciones para su uso profesional, en 2013 el espacio requerido para las diez apps más utilizadas en iOS era de 164 megabytes (MB). Actualmente se requiere una base de 1,9 gigabytes (GB) para tener instaladas las mismas aplicaciones. Es decir, que se ha multiplicado por doce, lo que supone un crecimiento de aproximadamente un 1.100% en solo cuatro años.
Gráfico: estadísticas de SensorTower
Es cierto que ahora el almacenamiento interno es mayor que en tiempos de móviles como HTC Desire o Nexus One, con los que los inconvenientes eran aún peores. Entonces, ¿existen hoy problemas con el espacio? “Claramente los hay. Las apps cada vez añaden más funcionalidades y todo eso implica tener más ficheros”, comenta a eldiario.es Ángel Barbero, responsable de desarrollo de negocio de Tecnilógica, una empresa de Accenture especializada productos tecnológicos.
Según analizan en Axios, la app de Facebook ha pasado de ocupar 32 MB en 2013 a 388 MB en solo cuatro años. Lo mismo ocurre con otras como Gmail, YouTube o Google Maps, que antes apenas requerían 12 MB y ahora sobrepasan con creces los 120 MB. A todo esto, hay que sumar el espacio llenado por las interfaces personalizadas de marcas como Samsung o Huawei, que minan el sistema de aplicaciones propias que no se pueden desinstalar. Además, tampoco hay que olvidar los archivos asociados a aplicaciones de mensajería, que generan una gran cantidad de datos imposibles de organizar.
¿Por qué consumen cada vez más espacio?
Gráfico: estadísticas de SensorTower recogidas por Axios
Existen varios motivos que explican el creciente tamaño de las aplicaciones. “Las apps cada vez son más sofisticadas y generan más código. Al haber cada vez móviles más avanzados, todas las imágenes tienen más resolución y hay mucho archivo multimedia”, explica Barbero. Añade, que “cuando se crea una app móvil, se genera una gran cantidad archivos complementarios. Antes eran poco más que formularios y datos de entrada y salida. Ahora hay mucho contenido que al final pesa bastante”.
Además, los desarrolladores no siempre cuidan el tamaño que ocupan sus aplicaciones. Como afirma el responsable de Tecnilógica, “los programadores a veces no son muy sensibles con este tema y por ello hay muy pocas apps que cuidan el espacio”.
Aunque emplear demasiados elementos gráficos puede mermar la memoria RAM y el espacio de almacenamiento, los ingenieros luchan por destacar sus apps en un mercado cada vez más competitivo. “Hay que entender que los programadores pelean entre sí por tener las apps más llamativas. Si tienes buenos recursos, ¿por qué no vas a utilizarlos?”, puntualiza Barbero.
El problema de Apple y los 16 GB como entrada
Aunque con iPhone 7 la gama de entrada ha aumentado hasta los 32 GB, características como el vídeo en 4K o las Live Photos provocan que todavía sea insuficiente. La compañía de Cupertino ha ofrecido 16 GB para su versión básica desde 2009 hasta el penúltimo modelo presentado, el iPhone 6S. Esto fue criticado por muchos expertos y medios como The Guardian, quienes veían que dicho tamaño perjudicaba gravemente la experiencia de usuario.
Según Ángel Barbero, “16 GB se considera el límite. Ya no solo son las apps, sino también es la música, películas o plataformas como Netflix para ver contenido offline”. Continúa afirmando que “si a esto le quitas todo el espacio que se necesita para lo básico, te quedan 12 GB que se llenan con Spotify, un par de juegos y poco más”.
Como apuntan en The Verge, Phil Schiller, vicepresidente de marketing de Apple, respondió que “cada vez utilizamos más servicios como iCloud para nuestros documentos, fotos, videos y música”. Asimismo, el artículo también menciona que el dinero que la compañía se ahorra en almacenamiento puede invertirlo en mejorar otros aspectos como la cámara. Sin embargo, el remedio no satisface a todos.
De hecho, para muchos usuarios fue imposible actualizar iOS debido al poco espacio disponible en sus dispositivos. Para ello, la solución de Apple era conectar el teléfono al ordenador y emplear iTunes para obtener la nueva versión del sistema. Aquellos que tenían un iPhone 5C de 8 GB en 2014, no tenían otra alternativa.
Soluciones para intentar sobrevivir
Optimizar el almacenamiento todavía sigue siendo algo complicado. “Yo creo que problemas con el almacenamiento va a haber siempre”, añade Barbero. No obstante, sí que existen algunas soluciones para intentar sobrevivir con un smartphone de poca capacidad. Tampoco van reparar totalmente el problema, pero al menos pueden ayudar a ahorrar algo de espacio.
Google Photos es una aplicación que permite sincronizar todas las imágenes y vídeos del smartphone de forma ilimitada. Cuando detecta que queda poco espacio en el teléfono, la propia app notifica al usuario para hacer una copia de seguridad en la nube y eliminar los datos del dispositivo. Además, los archivos se organizan de forma automática y permite hacer búsquedas en función de lugares u objetos sin necesidad de etiquetarlos.
Por otro lado, como apuntan en Android Police, una de las novedades más destacadas durante la presentación de Android 6.0 Marshmallow fue la posibilidad de utilizar una microSD como si fuera la memoria interna del teléfono. Esto, en teoría, debía permitir pasar todas las apps a la tarjeta para liberar espacio. Sin embargo, en la práctica existen algunos impedimentos.
Según señalan en Xataka, el software de marcas como Samsung y LG no permite activar dicha opción. Además, algunas apps no tienen total compatibilidad con la SD externa y, si la tarjeta no es de buena calidad, usarla como almacenamiento interno podría afectar de forma negativa al rendimiento del smartphone. Como expresa el encargado de Tecnilógica, el problema se debe por un lado a que el “programador de la app debe haberla hecho para que pueda ser ejecutada desde la SD”, y por otro, a que “el fabricante de Android lo permita”.
Una de las próximas soluciones de Apple será añadir almacenamiento inteligente en su siguiente versión de iOS. Así, cuando el usuario entre en el apartado correspondiente, el teléfono recomendará una serie de opciones para liberar espacio del dispositivo, ya sea haciendo copia en iCloud o eliminando los residuos de aquellas apps que ya no se utilizan.
A pesar de todo, en ocasiones las soluciones pasan por lo más básico: un uso racional del smartphone, “mantener la casa en orden”, menciona Barbero. “No estamos bien educados. Muchas veces vamos instalando cosas, archivos que se quedan en la caché. Cosas que se nos han olvidado que tenemos y que podríamos subir a la nube”.
Además, los avances en el servicio de comunicaciones podrían ayudar a eliminar contenido de la memoria. “En un momento determinado, el almacenamiento en la nube va a ser tan accesible que no se va a distinguir del local, sobre todo gracias a conexiones como el próximo 5G”, apunta Barbero. Actualmente sería complicado, ya que todavía se necesita contenido offline para no agotar la tarifa de datos. A pesar de ello, en el futuro podría ser diferente.
“Vamos a tener música almacenada y será como si fuera local, pero sin que esto sea tan costoso como ahora”, afirma el responsable de Tecnilógica. Por tanto, la solución podría no estar tanto en añadir capacidad al dispositivo como en ofrecer soluciones para acceder a contenido alojado en internet. Mientras que estos recursos llegan, la batalla por liberar espacio continúa.