Redacción Ciencia, 9 ago (EFE).- Las rayas y los tiburones amenazados en el Mediterráneo, incluidos los que están en peligro de extinción crítico, se capturan con más frecuencia en zonas marinas parcialmente protegidas que en las no protegidas, según un estudio que sugiere que la pesca a pequeña escala puede afectar a estas especies.
Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, ponen de manifiesto la necesidad de mejorar la gestión para garantizar el éxito de la conservación en las áreas marinas protegidas, concluyen los investigadores de la Estación Zoológica Anton Dohrn, del Centro Marino de Sicilia (sur de Italia).
Las áreas marinas protegidas y parcialmente protegidas se promueven como una herramienta de conservación para los elasmobranquios -una subclase de peces que incluye a los tiburones y las rayas- que en su día estaban muy extendidos en el mar Mediterráneo, pero que han experimentado un descenso debido a la sobrepesca.
Los impactos de la pesca a pequeña escala sobre estas especies están muy poco estudiados en el Mediterráneo, con pocos datos dada la falta de dispositivos de seguimiento en los buques pesqueros, señalan los autores.
Se sabe que la pesca artesanal, que representa la mayor parte de los buques pesqueros que faenan en esta región, afecta a los elasmobranquios, pero sigue siendo difícil comprender si las zonas parcialmente protegidas del Mediterráneo resguardan a estas especies.
Manfredi Di Lorenzo y su equipo utilizaron un muestreo fotográfico y análisis de imágenes para recopilar una base de datos que abarca 1.256 operaciones de pesca a pequeña escala (con redes fijas) en zonas parcialmente protegidas y en áreas no protegidas.
En total, once lugares de Francia, Italia, España (Es Freus y Cabo de Palos), Croacia, Eslovenia y Grecia.
Se registraron veinticuatro especies de elasmobranquios, más de un tercio de las cuales pertenecen a las categorías amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) -vulnerable, en peligro o en peligro crítico-.
A continuación, utilizaron modelos estadísticos para demostrar que las capturas de especies amenazadas eran mayores en las zonas parcialmente protegidas que en las no protegidas, lo que sugiere que la pesca a pequeña escala puede estar afectando a estas especies.
“Nuestro estudio destaca que, además de la pesca de arrastre y con palangre, las redes fijas de la pesca artesanal también afectan a los elasmobranquios amenazados en el Mediterráneo”, escriben los autores en su estudio.
Los investigadores sostienen que las zonas parcialmente protegidas desempeñan un papel importante en la protección de los elasmobranquios amenazados, pero se necesitan medidas de gestión adicionales y un mayor cumplimiento de las normas para conservar estas especies.
En este sentido, recomiendan que también se mejore la gestión en otras zonas del mundo donde predominan estas pesquerías.
El biólogo marino Eduardo Balguerías Guerra, que no ha participado en este estudio, recuerda que los elasmobranquios, en general, se encuentran en un mal estado de conservación debido a causas diversas.
“La situación es particularmente preocupante en el Mediterráneo debido a la presión pesquera (la mayoría suelen ser capturados de manera accidental, aunque también hay una cierta pesca dirigida) y a la pérdida de hábitat”, señala a Science Media Centre España.
Balguerías coincide con los autores de este trabajo “en que la pesca artesanal puede ser la causante de una parte significativa de las capturas de estas especies, por lo que deberían hacerse esfuerzos para mejorar su conocimiento y la información de su actividad, especialmente en algunos países de la cuenca sur”.