Oscar, Goya y mucha épica en los estrenos de la semana

El viento se levanta

El viento se levantaDirector: Hayao Miyazaki

País: Japón

En V.O: Kaze tachinu

Ante el estreno de lo nuevo del ilustrador japonés, los sentimientos se han agolpado sin rumbo entre sus admiradores. Por un lado estábamos expectantes desde su debut en el festival de Venecia, por el otro, temíamos el día del estreno porque será lo último que veamos con su sello. El maestro se retira. En este conmovedor broche, Miyazaki da cuenta de una de sus enraizadas obsesiones: la conquista del cielo. Para ello se ha apoyado en la historia real del ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi, eso sí, tiñéndola como siempre de ese cariz onírico.

Pero es la cinta menos infantil e ilusoria del artista porque actúa como grito ahogado por sus sueños perdidos. Las aspiraciones de Horikoshi, quien fuese diseñador de los aviones que bombardearon Pearl Harbour, se asemejan tanto a los del propio Miyazaki que terminan por eclipsar la doble moral del protagonista. Un idealismo que quizá fuese determinante en el estrepitoso final de su carrera hacia el Oscar. Sin embargo, la polémica queda en agua de borrajas al examinar el trasfondo antibelicista que siempre enarbola en su filmografía. Una cita obligada para los amantes de El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro y La princesa Mononoke, y para los que no lo sean también.

Pompeya

PompeyaDirector: Paul W.S. Anderson

Intérpretes: Kit Harington, Emily Browning, Jared Harris, Kiefer Sutherland y Carrie-Anne Moss

País: EE.UU

En V.O: Pompeii

No se puede decir que el director de la saga Resident Evil se haya lanzado a experimentar en su última cinta. Estamos ante un déjà-vu de acción, efectos especiales, pirotecnia y adrenalina, pero con ese espíritu de serie B que es el virus de toda superproducción épica. La trama es uno de esos reductos de la historia antigua que no han sido explotados como cabría esperar, más allá de las decenas de documentales y reproducciones del National Geographic.

El equipo de rodaje, consciente de que el clímax de la película es el momento de la destrucción romana, ha descuidado hasta el absurdo las tramas secundarias. La romántica, en concreto, es una rémora llena de tópicos que redondea eficazmente las dos horas de rigor. La erupción, sin embargo, ha sido una grata sorpresa visual. Y también su protagonista principal, gracias al que hemos descubierto que el envoltorio de Jon Snow tiene algo más que horchata en las venas.

La vida inesperada

La vida inesperadaDirector: Jorge Torregrossa

Intérpretes: Javier Cámara, Raul Arévalo, Carmen Ruiz, Tammy Blanchard y Sarah Sokolovic

País: España

Si juntamos en una coctelera un castizo sueño americano, unos losers de manual, estética Broadway y alma nostálgica, tenemos el estreno español de la semana. La historia, más que de Torregrossa, es de Elvira Lindo y Cámara, pues nace de su propia experiencia y de esa amistad que surgió en Nueva York. Por eso no hay que temer al recordar los antecedentes del director de Fin, pues es más que evidente que la autora de Manolito Gafotas es la artífice del guión.

Es un homenaje al desamparo y a la soledad que suceden a toda emigraciión, pues, como dice la escritora, “las amistades madrileñas son más lentas, en el extranjero te necesitas más”. Las razones para no dejarla escapar: la fotografía, que parte con ese aliciente cosmopolita que siempre queda muy bien en la gran pantalla; y el dúo de protagonistas que es, pues eso, de Goya.

Azul y no tan rosa

Azul y no tan rosaDirector: Miguel Ferrari

Intérpretes: Guillermo García, Ignacio Montes, Hilda Abrahamz, Carolina Torres y Elba Escobar

País: Venezuela

“En Venezuela esto se está viviendo como la final de un Mundial”, dijo Ferrari al recoger su cabezón en el festival de los Goya. Y es que su cinta es mucho más que un proyecto trascendental que pretende ponerse la homofobia por montera; es también buen cine. El cineasta ha admitido que el espíritu de su obra bebe de Almodóvar y Amenábar, de ese descaro que le ha llevado a rodar el primer beso entre dos hombres del cine venezolano.

Tras Pelo Malo, el 'new queer cinema' pone de nuevo su foco en la América Latina más inclemente. Ferrari reconoce esta catarsis de justicia e igualdad como una buena noticia. Y no es para menos, que su película triunfe a nivel internacional es motivo de alegría para un país que se encuentra en uno de sus momentos menos dulces.