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The Guardian en español

El príncipe heredero de Arabia Saudí lanza una campaña de detenciones para consolidar su poder

El presidente de EE.UU., Donald J. Trump, conversa con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, en el Despacho Oval.

Martin Chulov

Beirut (Líbano) —

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, ha lanzado una gran campaña contra la disidencia con el objetivo de consolidar su recién descubierto poder y en medio de un enfrentamiento con Catar. La campaña ha ido dirigida contra clérigos, críticos del régimen y rivales políticos.

El régimen saudí ha detenido hasta 10 conocidos clérigos, lo que supone la mayor detención en bloque de este tipo en la historia reciente del reino. La campaña de represión se produce tras un intento fallido de acabar con el conflicto con su pequeño vecino (Catar), que se extiende desde hace tres meses. Catar se resiste a cumplir las exigencias de Arabia Saudí de cortar sus vínculos con los Hermanos Musulmanes e Irán, a los que el rico Estado petrolero y sus aliados en el Golfo ven como amenazas subversivas.

Estas medidas drásticas llegan también en un contexto en el que se especula si el príncipe bin Salman se está preparando para un ascenso al trono que podría darse incluso en la primera mitad del año que viene. La corte real ha negado rotundamente esta posibilidad. Sin embargo, fuentes cercanas a la casa real insisten en que se ha planeado el ascenso, aunque siempre bajo las condiciones establecidas por el monarca actual y padre del príncipe, el rey Salmán.

La detención de los clérigos –y la reciente salida del país de destacados disidentes– llega tras la campaña lanzada en junio por Riad y Emiratos Árabes Unidos contra Catar. Dicha campaña ha resultado en un bloqueo aéreo, marítimo y terrestre, sanciones comerciales y una serie de exigencias que todavía no se han cumplido.

Al mismo tiempo, Mohamed bin Nayef, expríncipe heredero y exministro de Interior sustituido por bin Salmán, está de facto bajo arresto domiciliario. Del mismo modo, también se ha impedido viajar a otros destacados príncipes de la corona saudí.

Personas importantes en Arabia Saudí afirman que la campaña de represión tiene por objetivo apartar a clérigos influyentes que la corte real cree que no han expresado su apoyo en la posición del régimen contra Catar. Miembros importantes del Gobierno sostienen que el conflicto con Catar ha evidenciado los límites del poder saudí en lugar de proyectar su fortaleza.

“Esta campaña de mano dura hay que analizarla principalmente bajo el prisma de Catar”, asegura una destacada fuente en Arabia Saudí. “Pero también tiene por objetivo eliminar cualquier tipo de posible poder enemigo a nivel interno para un ascenso final al puesto máximo. [A bin Salmán] le preocupa cualquier persona conectada con Mohamed bin Nayef o la vieja guardia”, añade.

El máximo órgano religioso del país y los medios oficiales han apoyado las detenciones. Los medios han acusado a los clérigos detenidos de estar vinculados a los Hermanos Musulmanes. Por su parte, la Dirección de Seguridad Estatal ha declarado haber detenido a personas alineadas con “potencias extranjeras”.

“Tiene la autorización para hacer lo que quiera”

Entre los detenidos hay un poeta, un profesor universitario y un conocido empresario. Aun así, la atención se ha centrado en los clérigos Salmán al Odah, Awad al Qarni y Ali al Omari, con destacada influencia en la sociedad saudí y millones de seguidores en las redes sociales. Solo Salmán al Odah tiene más de 14 millones de seguidores en Twitter.

“Es un gran riesgo enfrentarse a esta gente de este modo, pero el príncipe heredero, de 32 años, tiene la autorización de su padre para hacer lo que quiera”, asegura la fuente. “Exige lealtad absoluta y se deshará de cualquiera que crea que no se la garantiza”, añade.

Cuando apartó a Mohamed bin Nayef el 21 de junio, el envejecido monarca dio a su hijo el mandato de transformar la economía saudí, dependiente del petróleo, así como reformar parcialmente la sociedad.

El núcleo de las reformas económicas planeadas consiste en la venta del 5% de Aramco, el conglomerado petrolero de propiedad estatal, que podría ser la mayor empresa del mundo. Inversores en el Golfo y en Londres afirman que se están elaborando planes de contingencia por un retraso en la oferta pública inicial de Aramco que, en caso de ser cierto, sería un gran revés para el ambicioso líder. Los movimientos de fuerza en política exterior, tales como la guerra en Yemen y el enfrentamiento con Catar, todavía no han dado resultados.

“Necesita resultados”, afirma otra fuente cercana al príncipe Mohamed. “Si no los consigue, puede ser visto por sus rivales como un líder débil y él no quiere eso. Su círculo interno le ha estado diciendo que este es el momento de ir a por el máximo puesto en la corona. El rey está desinteresado y no quiere que le molesten, así que está haciendo todo lo que puede por reforzar su poder. Aunque corre el riesgo de excederse”, concluye.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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