Los informativos de Telemadrid se desploman en audiencias tras el giro impuesto por Ayuso

Telemadrid vuelve a entrar en barrena con el modelo impuesto por el PP de Ayuso con el apoyo de Vox. Lo demuestran los datos: la cadena pública madrileña cerró enero con un 4.3% de cuota media, su peor mes desde junio de 2018, y con una caída de nueve décimas respecto a diciembre. Cifras que la convierten en la segunda autonómica menos vista de toda la FORTA.

El “asalto” del Partido Popular a la cadena pública fue prioritario para Ayuso y su equipo. Por eso promulgó una Ley para hacerse con su control, inmediatamente nombró un administrador provisional (José Antonio Sánchez, el responsable del ERE que años antes despidió al 74% de su plantilla), fulminó a la cúpula que estaba reanimando a la cadena desde 2017, y logró garantizar su modelo de control cediendo a la exigencia de Vox de reducir un 10% el presupuesto de RTVM.

El PP de Madrid optó por replicar en Telemadrid la época informativa más oscura de TVE, con sus mismos nombres: Sánchez, Gundín y Gilgado. Y estilísticamente, ha vuelto a alejarse de la cercanía y lo local/regional con lo que la cadena sí estaba logrando enderezar su rumbo para volver a convertir Telemadrid en un instrumento de propaganda política nacional, como en la época de Esperanza Aguirre. Por ese motivo, donde más se aprecia el giro es en sus informativos, para lo que también cesaron a todos los presentadores.

Sus informativos se desploman en audiencias

Han pasado cinco meses desde que, el pasado 6 de septiembre, los informativos de Telemadrid iniciaron esta nueva etapa. Y en ese tiempo, el descenso de sus audiencias es más que notable, hasta el punto de haberse convertido en los segundos informativos menos vistos de la FORTA.

Si comparamos su promedio en estos meses con el que anotó la anterior temporada, de septiembre de 2020 a junio de 2021, la pérdida de audiencia se resume de la siguiente manera:

Su evidente caída se produce incluso a pesar de las “trampas” que está haciendo Telemadrid con su medición, para intentar sortear los nuevos cambios en el sistema de Kantar Media. Unos cambios que intentan acabar con la fragmentación de los espacios, pero que la autonómica madrileña está realizando justo al revés para así maquillar sus resultados, dividiendo sus informativos en dos emisiones: Telenoticias y +TN. Por ese motivo, el Telenoticias 1 de Víctor Arribas anotó un 10.4% en enero, pero en realidad, si se realizase el cómputo de sus dos franjas, se quedaría en una media del 8.4%, con apenas 103.000 espectadores.

La situación no es mejor para las otras dos ediciones: el Telenoticias 2 de Cristina Ortega cayó en enero hasta un 4.4% y 71.000 fieles, mientras que el Telenoticias Fin de semana de Pedro José Rabadán y Carmen Estañ también se desplomó hasta un 6.6% y 75.000 seguidores en su edición de mediodía, y 5% y 85.000 espectadores en la de la noche.

Las cifras ponen de manifiesto que el nuevo rumbo informativo de la cadena pública no parece tener como objetivo interesar más a los madrileños. La apuesta por la información nacional e internacional, que puede seguirse en el resto de cadenas generalistas, hace que el público de Telemadrid deje de considerarla un referente de proximidad y en consecuencia de acercarse a sus Telenoticias.

Es justo lo contrario a lo que pasó en su anterior etapa, cuando la anterior cúpula de Telemadrid recuperó la independencia y la información regional y local. Durante cuatro temporadas, los resultados ascendentes fueron muy claros:

Sus programas diarios, también a la deriva

La situación tampoco mejora saliendo de los informativos para analizar los programas que se emiten de forma diaria o semanal en la parrilla de Telemadrid.

En el mes de enero, la media de Telemadrid fue de apenas 37.000 espectadores diarios. Como decíamos, tras ser superada por las cadenas autonómicas de Baleares (IB3) y Murcia (7RM), ya es el segundo canal menos visto de la FORTA, únicamente por encima de À Punt, una cadena que tiene cuatro años de vida. Balance general que no sólo se produce por la caída de sus informativos, sino por el fracaso de su modelo en general.

· Franja matinal:

Pese al nuevo método de medición de Kantar Media, Telemadrid sigue dividiendo en tres tramos su primer magacín matinal Buenos Días Madrid. En conjunto, su promedio en enero se situó en un 4.4% de cuota y 12.000 espectadores. Esto supone -3.3 puntos y -13.000 seguidores comparando con su promedio en la temporada 2020-21 (7.7% y 25.000).

A continuación comienza 120 Minutos, que también sigue partiendo en dos su emisión. En global, el programa promedió en enero un 7.3% de cuota y 44.000 espectadores. Son -2.2 puntos y -13.000 seguidores respecto a su anterior temporada (9.5% y 57.000).

· Franja de tarde:

El concurso de sobremesa Más o menos se estrenó el lunes 10 de enero. En su primer mes, ha promediado un 4.2% de cuota.

A continuación, Telemadrid enlaza con otro concurso como es Atrápame si puedes, que en enero cayó a una media del 2.3% de share.

La actualidad vuelve a eso de las 17:45 horas con Madrid Directo. El veterano formato, que también se divide en dos tramos para maquillar sus datos, cerró enero con un promedio total del 2.3%. En la temporada 2020-21, el programa promedió un 5.7%, por lo que ha perdido -3.4 puntos de audiencia. En su edición de fin de semana promedia un 2.9%, -2.2 puntos respecto al 5.1% que anotó en la anterior temporada.

La tarde se cierra con el formato culinario Hasta la cocina de El Cordobés, que también se estrenó el 10 de enero. En su primer mes, se conformó con un 2.5% de cuota y 38.000 espectadores.

Con la permanente amenaza de cierre que se remonta a tiempos de Esperanza Aguirre, y que Ayuso rescató con fuerza también auspiciada por declaraciones de Rocío Monasterio como portavoz de Vox, Telemadrid vuelve a afrontar una época oscura marcada por el control político que provoca una fuerte caída de sus audiencias y un desapego de los madrileños.

Bajo este rumbo, como ya analizamos, hay una posible hoja de ruta que se repetiría si recordamos esa otra etapa: convertir la cadena en un altavoz de propaganda, y cuando sus audiencias caigan, decir que es inviable para o bien intentar su cierre, o bien privatizarla y dejar su gestión en manos de algún empresario o grupo que “interese” a ambas partes.