Entrevista

Alejandro Jato muta en Camilo Sesto: “Es una serie inspirada en él, no un documental. Para verle están sus vídeos”

Este mismo mes de noviembre se cumplían 48 años del estreno en España de Jesucristo Superstar en el Teatro Alcalá Palace de Madrid. Con él, Camilo Sesto se aseguraba un lugar en la historia de la cultura popular española, tras mover cielo y tierra para sacar adelante una empresa tan compleja, por lo logístico, como controvertida, por lo que implicaba en la España del tardofranquismo, con Franco recién fallecido.

48 años después, este 19 de noviembre, tiene lugar el estreno en Atresplayer de Camilo Superstar, una serie de cuatro capítulos en la que se narran esos esfuerzos del cantante de Alcoy por llegar a buen puerto con su proyecto. Con 29 años, la misma edad que aquel tenía en el momento del debut en el escenario del montaje, Alejandro Jato se enfrenta a un particular circo de tres pistas interpretativo: dar vida al artista, Camilo Sesto; a la persona detrás del artista, Camilo Blanes; y al Jesucristo del musical que el artista interpretó. “Camilo se ve como el Mesías que llega para cambiar todo, hay momentos en que está un poco poseído”, reflexiona el emergente actor sobre un proyecto en el que tiene depositadas sus expectativas.

Por un lado, por su interés propio. Para este intérprete gallego, que ha tenido que amoldar su acento para adecuarlo al del personaje que interpreta, Camilo Superstar es su primer gran protagonista televisivo después de foguearse en la TVG de Galicia y de hacerse hueco a nivel nacional en Servir y proteger o Escenario 0, a la espera del estreno de la tercera temporada de HIT. Por otro lado, por lo que esta serie puede hacer por acercar al público joven a un icono pop que, con los años, ha visto su legado distorsionado.

Ahora con las redes muchos grandes se reducen a unas risas, y con Camilo pasa mogollón”, afirma a verTele, en el marco de una conversación en el Festival de San Sebastián, adonde Atresmedia llevó la ficción para su puesta de largo. “Me parece un homenaje bonito y de esta forma, con una plataforma que es joven y va a llegar a mucha gente joven, se van a llevar una sorpresa”, añade Jato, que ha podido documentarse de forma exhaustiva con Lourdes Ornelas, la madre del único hijo de Camilo Sesto, a la que se muestra muy agradecido.

Eso sí, el actor establece unos límites sobre el retrato del artista. Unos límites que ya planteaba la propia Atresmedia al presentar el proyecto, que rehusaron describir ni como biopic ni como musical. “Es una ficción, está inspirada en él. Para ver a Camilo Sesto están sus vídeos”.

Camilo Sesto es el primer gran personaje de tu carrera. ¿Cómo te llega la oportunidad?

Me llamaron del casting a través de mi representante, sabía de amigos y compañeros que lo habían hecho. Fui a la primera prueba y la verdad es que como de primeras no me veía nada en el personaje, fui muy relajado. Me dije: 'No voy a ser Camilo Sesto'. Fui muy tranquilo, a disfrutarlo, con la idea de tener la oportunidad de ser Camilo Sesto durante un rato y a pasármelo bien porque seguramente no iba a salir… De primeras, por lo que sea no me ubicaba ahí. La primera vez fue muy bien, les gustó; fui a la segunda prueba con más secuencias y texto, que me encantaron y las disfruté mucho; y la tercera, en casa del director, me puse la barba, la peluca... Estuvimos una mañana entera grabando cosas y muy distendido, nos entendimos muy bien. Ahí ya sentí que quería que saliera. Aparte de que la historia me gustaba, con Curro me entendía muy bien. Y cuando me dijeron que sí me llevé una alegría y rápidamente pensé: ¡Dios, ahora hay que hacerlo!

Una de las cosas que llama la atención al ver el primer episodio es el acento. Siendo de Galicia, ¿cómo te has preparado para replicar el acento de Alcoy tan característico de Camilo?

Con muchos vídeos de él, de esa época y un poco más adelante, porque cuando llegó a Madrid se quitó mucho del acento. A medida que pasan los años, se fue desinhibiendo más y el acento aumentó. A raíz de esas dos cosas, y también viendo vídeos de Tele Alcoy en Youtube, fui trabajando. Sí que fui un tiempo con una foniatra que me ayudó un poco, porque al principio porque me hacía un poco de daño, y así fue. 

Se puede decir que te has metido de lleno en la piel de Camilo...

¡La de veces que me despertaba con sus canciones a las tres de la mañana! ¡Dios mío!

Ahora con las redes muchos grandes se convierten en iconos pop o en algo reducido a unas risas y con él pasa mogollón

¿Qué sabías de Camilo antes de hacer la serie? ¿Cuánto habías oído de él?

De pequeño me gustaba bastante la música de los setenta. Mis amigos convivían mucho con sus abuelas y ellos me transmitieron mucho la música de Serrat, Rocío Jurado… De Camilo no había escuchado tanto, pero Getsemaní sí me sonaba bastante. Luego mi tía me regaló un recopilatorio de 2004, el Número 1, que en Bachillerato escuché mogollón y lo tenía fresco. Yo soy del 94, y cuando tenía unos 17 años él estaba bastante recluido. Mola mazo me sonaba de refilón, pero poco más. Y la imagen de él, de verle en la tele era ya mayor y regular.

Tus palabras reafirman que la figura de Camilo no había sido tratada con justicia, y que las generaciones más jóvenes tenían una visión distorsionada de quién fue. ¿Es esta serie una forma de acercarlo a la gente joven?

Totalmente. Es de las cosas que más me ilusionan del proyecto. Ahora con las redes muchos grandes se convierten en iconos pop o en algo reducido a unas risas y con él pasa mogollón, como pasó en su día con Sara Montiel. Pasan a ser otra cosa en programas del corazón. Ir atrás y ver lo que fueron a mí me supuso mucho. Para mí fue muy fuerte lo que fue y lo que significó en su momento, realmente cambió la historia de nuestro país. Me parece un homenaje bonito y de esta forma, con una plataforma que es joven y va a llegar a mucha gente joven, se van a llevar una sorpresa. Me parece que es de las cosas más guays.

¿Qué sorpresa te has llevado tú al estudiar e interpretar a Camilo?

Sobre todo cuando leí su libro y hablando con Lourdes, descubrí a una persona que no tenía nada que ver con la imagen que yo tenía de Camilo. Descubrí a una persona muy solitaria, en cuyo camino fue bastante solo y eso hace que entiendas, aunque la serie no vaya por ahí, por dónde va él después. Me daba la sensación de que le estaba conociendo a raíz de leer, de ver muchas fotos, alguien que dio tanto al arte y a la gente que se quedó con otras que no pudo dar, carencias… Me parece muy solitario su camino, esa fue mi sorpresa. Además, me sentí relacionado con cosas que él contaba en el libro, cosas muy personales, que me gustó descubrir.

Siendo una persona tan celosa de sí misma, ¿cómo has tratado de llenar esos huecos de su personalidad a los que no podía llegar?

Leí los libros, hablamos con Lourdes, vi muchas fotos... Lo de las fotos es curioso: había algo en ellas, me gustaba verlas y descubrir qué escondía ahí detrás. En los vídeos, ya se pone de otra manera. Sí, fue muy interesante descubrirle a él en esa faceta. Luego hay una parte que aporto con mi imaginación. Evidentemente, hago en esta historia lo que yo imagino. Pongo mi punto de vista porque esto no es un documental. Es una ficción, está inspirada en él. Para ver a Camilo Sesto están sus vídeos.

¿Tuviste contacto con el hijo de Camilo?

No, hemos hablado mucho con Lourdes, que es su madre, pero por su hijo no le pregunté. No sé cómo estaba en eso momento. La que se ocupó de todo el tema fue Lourdes junto con la abogada de la familia, que estuvo mucho en contacto con nosotros. Me habla mogollón, me escribe a veces y es encantadora. Todavía no he hablado con ella, pero creo que le gustó, ha sido muy cariñosa conmigo en todo momento y me animó un montón.

¿Cómo ha sido trabajar no solo la interpretación de Camilo Sesto, sino interpretar a un Camilo Sesto que interpreta un papel? ¿Qué aporta ese juego de capas a tu composición?

Eso me parece que está muy guay en la serie. Se centra en el paso del artista solista a entrar en el grupo. De eso habla mucho la serie y es muy bonito. Él, que está acostumbrado a estar solo, a ser él ante una masa, se ve formando parte de un grupo y aprende a crear en grupo, a salir adelante en grupo, a necesitar y a dejarse necesitar. Ese paso se cuenta y lo hacemos con bastante humor: está Camilo Blanes, está Camilo Sesto y está Jesucristo, y en ese paso de uno a otro se confunde un poco. Él está acostumbrado a llegar y ser Camilo Sesto, y Teddy Bautista y el resto le paran: ahora es uno más, a relajarse. Fue muy interesante hacerlo.

Se puede establecer un paralelismo entre Camilo, con ese afán rompedor, y la figura del Jesucristo al que interpreta en el musical. ¿Cómo fue trabajar ese simbolismo?

Para mí hay un paralelismo todo el rato en la serie, entre el personaje y la persona. Y también pasa con Teddy y Judas. En la serie por momentos él se confunde un poco. Se ve como el Mesías que llega para cambiar todo. Hay momentos en los que está un poco poseído. Es interesante también.

Si Camilo hubiera seguido en los musicales, más arropado, y no solo quizás su desenlace habría sido otro

Decías que te gustaba desde niño la música de los setenta. ¿Qué es lo que te atraía de esa época?

Soy súper nostálgico y los setenta me encantan. A mis padres si les pregunté mogollón. Hay cosas que no se viven igual ahora que antes. Por ejemplo, cómo se relaciona la gente, o cuando él se va a Latinoamérica como fue el shock de ver a tanta gente agolpada. Ahora con las redes te puedes hacer a la idea, si de repente te suben los seguidores... Ahí, de venir de Alcoy a Madrid y llegar allí y ver todo eso… Hay cosas que ubicándolas ahí no tienen nada que ver. Y las circunstancias políticas, levantar ese musical cuando no se había hecho en España ningún musical: se habían hecho zarzuelas y revista, pero musical como tal no había llegado aquí… Intentamos imaginar lo que fue, pero no se puede saber lo que fue, y fue muy heavy.

¿Con qué canción de Camilo te quedarías?

[Se lo piensa unos segundos] Con Jamás. Aunque Amor libre también me gusta.

¿Qué pregunta le harías a Camilo Sesto, si tuvieras la oportunidad?

Uf. Le preguntaría si volviera atrás qué hubiera cambiado de su vida. O si hubiera podido decidir algo de otra manera qué hubiera sido. Es algo que nos preguntamos mucho haciendo la serie es sobre cuando decidió dejar el musical y volvió a ser solista. Se hablaba mucho de cómo él en el grupo, cuando estaba en comunidad, de repente... A lo mejor si hubiera seguido más en los musicales, y más arropado, y no solo en una industria tan dura quizá su desenlace habría sido otro. Es algo que nos preguntábamos mogollón y nos emocionaba mucho preguntárnoslo. Es una incógnita y nos e me gustaría preguntárselo a él.