Latre se diferencia del “filtro Motos” y cuenta qué se ha dicho con Broncano: “Sé el desierto por el que vamos a pasar”
Mediaset llamó hace unos meses a Carlos Latre con un objetivo: conseguir que presentara su nuevo programa de access prime time. No era un objetivo fácil, la verdad. Para fichar a Latre, el showman primero tenía que dejar Antena 3, donde llevaba años y años formando parte de El Hormiguero y de Tu cara me suena, los dos programas más vistos de nuestra televisión. Y no solo eso: en caso de cambiar de cadena, sería para enfrentarse cada día al show de Pablo Motos, líder indiscutible de su franja de emisión.
El imitador y cómico, consciente de que había mucho en juego, fue muy claro desde el principio: “Lo primero que dije a Mediaset es que tenía que ser algo muy atrayente porque yo estaba en los dos mejores programas de la televisión”, explica a verTele y otros medios en la presentación de Babylon Show, el programa que ha hecho posible esta apuesta “muy arriesgada” del humorista, que vuelve a la que un día fue su 'casa' y en la que comenzó su carrera, hace ya 25 años, dentro de aquella locura que fue Crónicas Marcianas.
Los tiempos y la televisión han cambiado mucho desde entonces, pero el imitador quiere que su nueva aventura, que se estrena este lunes 26 de agosto (21:50 horas), recupere el espíritu impredecible que tuvo el mítico formato de su “gurú”, Xavier Sardà. “Yo sabía lo que tenía que decir [en Crónicas] para que no me denunciaran o detuvieran. Hay que ser un poco transgresor y un poco gamberro. La vocación con la que nace Babylon Show es que al menos digan 'hostia'”, reivindica.
Para conseguirlo, Latre se ha rodeado de un nutrido grupo de colaboradores conocidos y no tan conocidos. Con ellos buscará “que la gente tenga una opción que no encuentre en El Hormiguero por muchos famosos y por muchos invitados que tengamos”. Porque al final, diferenciarse es la clave, y el presentador avanza que “el 'filtro Latre' y el 'filtro Motos' son diferentes” entre sí. De momento tendrá unos días para demostrarlo en 'solitario', pues durante su primera semana, Babylon Show no coincidirá en parrilla ni con El Hormiguero ni con el programa que prepara David Broncano para La 1.
“[Broncano y yo] Nos hemos dicho que nos lo pasemos muy bien, que somos los últimos de Filipinas. Hay que ser realistas: Pablo es Pablo. Es historia de la televisión y líder en audiencias desde hace 18 años”, cuenta Latre, que desvela las palabras que le dijo Motos cuando le comunicó su decisión de marcharse a Mediaset: “Me dijo: 'Estos trenes pasan una vez en la vida, como me pasó a mí. ¿Cómo no lo vas a coger tú? Me sabe muy mal porque te voy a tener enfrente y eres parte de El Hormiguero, pero es ley de vida y que te vaya muy bien'”.
A partir del lunes, el tren de Babylon Show circulará por una cadena, Telecinco, que vive una situación que “no es fácil”, tal y como la define Latre. De hecho, sabe “perfectamente por la dificultad y por el desierto por el que vamos a pasar”, pero tiene claro que su “principal objetivo” pasa por dar forma a Babylon Show independientemente de lo que hagan los demás. Para ello será fundamental la paciencia que le han prometido: “Lo único que espero es que este sea un programa de largo recorrido”.
Siempre propusimos Babylon Show. Este formato lo tenía en la cabeza desde hace mucho tiempo
Carlos, ¿Mediaset te buscó a ti, o fuisteis tu equipo y tú los que llamasteis a su puerta?
Mediaset me llamó a mí, y desde el primer momento se mostraron superilusionados con que me uniera a ellos y volviera a casa, porque después de tanto tiempo era la vuelta del 'hijo pródigo' (risas).
¿Y propusiste varias ideas?
Siempre propusimos Babylon Show. Este formato lo tenía en la cabeza desde hace mucho tiempo. Siempre lo he hablado con Sardà, pero además, en una de las últimas conversaciones que tuve con Chicho [Ibáñez Serrador, fallecido en 2019] le planteé este formato. Yo tengo varios gurús. Los más importantes son Xavier Sardà, al que le consulto cosas y con el que hablo muy a menudo, y Chicho, que era un maestro para mí y con el que solía tener unas conversaciones sobre televisión espectaculares.
Chicho me dijo que había que hacer un formato en el que todo fuera posible. Algo con el espíritu del Un, dos, tres, de Crónicas Marcianas y en el que el humor y la actualidad estén presentes. Un entretenimiento puro. Y esto es Babylon Show. Otro de mis gurús es Ferrán Adrià, que es muy buen amigo y siempre me da una visión desde la creatividad, la innovación y desde otro prisma. Me dio claves maravillosas que van a estar presentes en el programa.
¿El nombre también lo tenías claro?
Fue una idea mía, pero hubo varias posibilidades para nombrar al programa. Yo tenía claro que el programa tenía que ser un sitio, un lugar, un ambiente. Es un poco lo que nos pasó en Crónicas. Ahí nosotros éramos los 'marcianos', y aquí somos los 'babilonios'. De hecho, Sardà me dice mucho eso: “Tú eres un marciano adoptado, porque en realidad eres babilonio”. Pero se trata de ubicar al espectador desde el primer momento. ¿Qué somos nosotros? Babilonios. Somos hijos de la civilización Babilonia, que era la locura, el desenfreno, el cruce de caminos. Nosotros lo hemos pintado de positividad y buen rollo, y hemos descubierto que somos lo que queda de aquello, por lo que tenemos que tener buen rollo.
¿Te lo pensaste mucho cuando te llamó Mediaset? Al fin y al cabo, estabas muy asentado en Antena 3 con 'El Hormiguero' y 'Tu cara me suena'.
Lo primero que dije a Mediaset es que tenía que ser algo muy atrayente, y no me refiero a nivel económico porque es algo que no me importa demasiado cuando afronto un proyecto. Tenía que ser algo muy atrayente porque yo estaba en los dos mejores programas de la televisión. Y entonces surgió esta oportunidad, que me pareció muy arriesgada (risas).
Lo primero que dije a Mediaset es que tenía que ser algo muy atrayente porque yo estaba en los dos mejores programas de la televisión
Un poco kamikaze, casi.
Sí... o no. Esto es solo televisión. Yo llevo 25 años en este mundo, y en este tiempo me ha ido bien, mal, he venido, he vuelto, y no pasa nada. Yo estoy convencido de que va a salir muy bien, de que hay sitio para todos y de que [esta oportunidad] llega en un momento muy propicio. El Hormiguero es un superprograma, qué voy a decir yo. Dejo allí a muchos amigos, y Pablo fue el primero que me deseó toda la suerte y me apoyó en la decisión. Pero creo que hay sitio. El access es una franja que tiene un público potencial, creo, de casi 15 millones de espectadores.
Entonces, ¿no te da cierto miedo esa franja?
Nada. Cero. Miedo me da tener una enfermedad, pero hacer un programa de televisión y divertimento... Estoy donde soñaba estar, así que cómo voy a tener miedo.
¿Y te dio reparo comunicarle tu decisión a Pablo Motos?
No, porque sabía que iba a reaccionar exactamente como reaccionó. Me dijo: “Estos trenes pasan una vez en la vida, como me pasó a mí. ¿Cómo no lo vas a coger tú? Me sabe muy mal porque te voy a tener enfrente y eres parte de El Hormiguero, pero es ley de vida y que te vaya muy bien”.
El estilo será diferente, el 'filtro Latre' y el 'filtro Motos' son diferentes
¿Puede surgir cierta tensión ahora entre vosotros por un invitado?
Él me dijo una frase definitiva: “Oye, esto es tele y vamos a hacer televisión los dos. En lo personal voy a estar aquí hasta el último de mis días”. Y es así. Creo que es bueno y sano. No pasa nada. Yo siempre digo una frase de cabecera: “Pase lo que pase, no pasa nada”. Y es verdad. Vamos a hacer un programa completamente diferente. Lo que voy a buscar es que la gente tenga una opción que no encuentre en El Hormiguero por muchos famosos y por muchos invitados que tengamos. El estilo será diferente, el 'filtro Latre' y el 'filtro Motos' son diferentes...
Lo digo sinceramente, creo que cabemos todos. Lo decía el otro día Carlos Sobera: “Oye, que está First Dates, que hace un millón de espectadores cada día”. Y además está Wyoming. Cabemos todos porque es una franja muy generosa en cuanto a audiencia.
¿Tenéis tanto contenido preparado que por eso también vais a emitir los viernes?
Sí, esto es una jaula de grillos absolutamente increíble. Soy un enamorado del talento, y creo que es importante que yo esté cubierto de los mejores, de gente mucho mejor que yo, y que lo mejor sea que yo pase bastante desapercibido. Yo soy muy futbolero, por eso digo que yo siempre tengo que estar para rematar a gol, pero para el resto de la jugada tengo que estar rodeado de los mejores. Es lo que he intentado rodeándome de gente muy diferente, muy novedosa y muy talentosa.
Y que el programa vaya de lunes a viernes es una opción más. Hará que la gente que sea muy fiel a las otras opciones pueda vernos el viernes. El empezar una semana antes también tiene que ver con eso. Simplemente se trata de que el público pueda pasar por aquí y diga: “A ver estos locos qué hacen”. Al final, la televisión es una cosa de confianza y de paciencia, y con los grandes formatos de la historia se ha tenido paciencia. Caiga quien caiga, Crónicas Marcianas, Buenafuente... Todas las cadenas tuvieron paciencia para aguantarlos y que la gente se acostumbrara a ellos. Yo lo único que es espero es que Babylon Show sea de largo recorrido.
¿Y te han prometido esa paciencia?
Sí. Además, a la gente de Mediaset la conozco desde hace 25 años. Comencé con 19 años en Crónicas Marcianas y ya estaban aquí Manuel Villanueva [director de Contenidos], con Jaime Guerra [director de Producción de Contenidos], y estoy muy agradecido a ellos. Se nos ha tratado con un cariño maravilloso.
Ahora estás centrado en 'Babylon Show', ¿pero la idea es hacer más proyectos con Telecinco?
Sí. Este es el primero, creo, de muchos. Desde el principio ha habido un buen feeling con BigBoom, nos hemos entendido muy bien, tenemos muchas ideas, somos muy creativos y tenemos muchas ganas de hacer entretenimiento. Estamos en una época en la que la gente necesita pasárselo bien y disfrutar, porque parece que estamos todos muy cabreados. Y el espíritu que tiene este programa es el de decir 'oye, ya está bien de tanto odio y tanto haterismo. Vamos con un poquito de buen rollo, que es lo que necesitamos'.
Dices que quieres romper con la barrera del bienquedismo y de tener miedo a decir lo que se piensa. ¿Realmente lo vas a hacer? ¿La cadena y tú no os habéis puesto límites de ningún tipo?
No. Creo que hay una gran distancia, y cada día más, entre lo que la gente piensa de verdad en la calle y lo que dice en sus casas, pero que no se atreve a decir, con lo que pasa en las redes y en la televisión. Parece que todo tiene que ser 'digo esto, porque si no me van a decir esto otro'. Les pasa a los políticos, que han perdido la verdad. El problema es que parece que tenemos que decir lo que nos toca decir para que nadie nos critique.
Mira, el primer encargo que recibimos de Mediaset fue el reencuentro de Crónicas Marcianas, que lo producimos nosotros. Los comentarios más repetidos eran “el programa de la libertad”, “el programa donde se podía hacer de todo” y así. El programa tenía cosas que te podían gustar más y otras menos, pero teníamos la sensación de que estábamos haciendo una televisión absolutamente libre.
Mediaset, en este sentido, nos ha dado libertad absoluta para que nos volvamos locos. Además, sabemos cuáles son nuestros propios límites. Yo sabía lo que tenía que decir [en Crónicas] para que no me denunciaran o detuvieran. Hay que ser un poco transgresor y un poco gamberro. La vocación con la que nace Babylon Show es que al menos digan “joder”, “qué bueno”, “hostia” (risas).
El problema es que parece que tenemos que decir lo que nos toca decir para que nadie nos critique
¿Vas a tener la última palabra sobre los posibles cambios que sufra el programa? Porque aquí no solo eres el presentador, sino que también ejerces de productor. Por ejemplo, Pablo Motos lo decide todo en 'El Hormiguero. ¿Tú vas a hacer lo mismo?
Estoy rodeado de un equipazo, tengo a Enric Lucena al lado, también a dos subdirectores espectaculares... Creo mucho en el equipo. Soy la cara visible, pero llevo 25 años en la televisión, así que ahora mismo no tengo ningún afán de protagonismo. Es mucho más importante que brillen los colaboradores a que brille yo. Esto lo aprendí de Sardà. Él era el maestro de ceremonias por antonomasia, estaba en Crónicas y había planos en los que ni aparecía, pero sabías que todo estaba maquinado y organizado.
Yo tengo un equipo y unos colaboradores increíbles, y en las pruebas que hemos hecho, Enric me decía que me moría de risa. Y eso es lo único que quiero, estar al lado de Marta Torné y Xavier Sardà y pasármelo bien, ser espectador de mi propio programa. Creo que esta es la clave, que yo me ponga en la piel del espectador.
Mira, yo no sé de todo, pero cuando traiga a un escritor o a alguien del mundo de la cultura, que vendrán, yo me rodearé de gente experta que me ayude a hacer esas entrevistas. Yo no soy entrevistador ni periodista, sino simplemente un showman con mucha curiosidad. Por ejemplo, en el primer programa va a estar Matías Prats Jr. para que me ayude a sacar la parte periodística de lo que no sabemos de Luis de la Fuente. Ahí pasaré a ser un espectador de lujo viendo una conversación entre dos profesionales. Y esto lo vamos a hacer con muchos invitados, aunque no con todos.
¿Has hablado con David Broncano? Y si es así, ¿qué os habéis dicho ahora que los dos llegáis al access?
Nos hemos dicho que nos lo pasemos muy bien, que somos los últimos de Filipinas. Hay que ser realistas: Pablo es Pablo. Es historia de la televisión y líder en audiencias desde hace 18 años. Además, lleva muchos años junto a Jorge Salvador, que es el tío más listo de la televisión. Siento una admiración absoluta por él, y tanto a David como a mí nos han dado esta oportunidad, y lo que queremos es hacerlo bien, pasárnoslo bien y a ver qué pasa.
Yo no tengo ninguna aspiración. Yo sé perfectamente por la dificultad y por el desierto por el que vamos a tener que pasar. Primero, porque ya estamos prejuzgados. Este es un país que prejuzga. Yo no había dicho nada del programa y ya estaba muerto, sentenciado y enterrado. Entonces, bueno, calma. Yo tengo claro que no quiero mirar a los lados. No quiero saber lo que hace Pablo ni lo que hace David. Mi principal objetivo es crear Babylon, crear un ambiente y que la gente conozca a los colaboradores, que vea nuestra idiosincrasia y nuestro estilo.
Tengo claro que no quiero mirar a los lados. No quiero saber lo que hace Pablo ni lo que hace David
¿Haber sido prejuzgados puede jugar a vuestro favor? Puede que así tengáis más margen para sorprender a los que os han juzgado antes de tiempo.
Yo creo que en dos días la gente ya se ha sorprendido. De repente han dicho: “¿Luis de la Fuente? Hostia”.
A lo mejor no era el invitado que se esperaban.
No era ni el invitado, porque decía: “¿Habrá invitado?”. Bueno, a lo mejor forma parte de la estrategia, sabiendo cómo es España, de decir “calma”.
¿Cómo convencisteis a De la Fuente?
Ahí está Starlite Group [compañía que se ha aliado con Producciones Ertal, la productora de Latre, para fundar BigBoom Producciones y producir Babylon Show, entre otros futuros programas] y la gestión de años y años. Tenemos un equipo de invitados de talento que es alucinante capitaneado por Mario Revuelta, que llevan años con talentos y con relaciones profesionales, pero también personales, con discográficas, distribuidoras de cine y demás.
Y no olvidemos una cosa: vendrá muchos amigos personales, como en el caso de Ferrán Adrià. Sandra García Sanjuán [productora de Babylon Show y CEO de Starlite] es una institución, conoce a todo el mundo personalmente y con un cariño de hace muchos años. Y yo me he dado cuenta de que, después de estos 25 años de carrera, tengo una agenda bastante simpática (risas).
Y después de 25 años, ¿con qué energías afrontas este programa? Imagino que cuando empezaste en 'Crónicas Marcianas' con 19 años tendrías una energía, pero ahora, un cuarto de siglo después, el cuerpo se resiente.
Pues sí. Estoy a tope en el gimnasio todo el día, pero debo ser un cortisol con patas porque no adelgazo ni un gramo, coño (risas).
Pero aquí estarás en directo todos los días. Eso debe cansar.
Eso me da cero miedo. Solo en Crónicas Marcianas hice 1.300 directos.
Pero con 19 años.
Sí, pero me encuentro en el momento más maduro de mi vida y de mi carrera. No tengo tanta energía y fuerza como entonces, pero tengo muy buena energía, más la madurez y la tranquilidad. Ahora miro las cosas con un poquito más de distancia. Antes me afectaba todo, pero ahora me río de todo y estoy muy tranquilo. Nunca esperé estar tan tranquilo como estoy ahora, porque lo único que tengo son ganas de empezar.
¿Hasta qué punto vas a estar pendiente del dato de audiencia sabiendo lo que hace la competencia y que 'Cuentos chinos', la anterior apuesta de Telecinco en access, no cumplió con las expectativas?
La audiencia tiene que estar en el punto de mira porque es lo que mide todo, pero la gente no tiene ni de audiencias, ni de share ni de ratings.
La gente no tiene ni de audiencias, ni de share ni de ratings
Pero Pablo Motos se encarga de decir cada noche que 'El Hormiguero' es el programa más visto con X millones de espectadores.
Pero es que lo es. Bravo. Yo he sido el programa más visto con ellos y he sido pico de audiencia en El Hormiguero muchas veces. La última vez, cuando imité a Ábalos, que fue un pelotazo. Pero yo no creo en eso, yo creo en la gente y en la calle. La audiencia se mide en la calle. Si la gente dice al día siguiente “¿viste ayer...?”... Además, se nota. Lo noté al momento con Inimitable, mi especial en Movistar Plus+, que recibí mensajes de la gente y tal. Y esto es lo que tenemos que conseguir.
Al margen de Crónicas Marcianas, dos programas de los que más hablaba la gente eran Me resbala y Señoras que, que creo que era de Neox. De Me resbala me decían “qué bueno lo de la rampa”, “el programa de la rampa”. Al final, un programa trasciende el dato de audiencia si consigue que la gente hable de él. Nosotros aspiramos a eso, a que Babylon no deje indiferente a nadie, tenga una identidad, una personalidad y un ambiente, que creo que hace falta.
Una de las cosas que les dije a Telecinco fue “oye, vivimos en el formato”. Ya está bien del formato. Yo quiero hacer un formato que sea encender la cámara y a ver qué pasa. Os puedo asegurar que durante la primera semana, cada programa parecerá único y diferente. Cambiará el plató, los decorados y todo. Será un programa libre y diferente.
¿Son buenos tiempos para la televisión?
Sí. La gente dice que no por las redes sociales y tal, pero las redes sociales son un nuevo canal de comunicación, y no hay que olvidar que somos uno de los países más envejecidos del mundo, donde la televisión sigue siendo un referente y en el que mucha gente acaba de cambiar la TDT por una televisión plenamente digital. Nos pensamos que esto solo es Madrid y Barcelona, pero hay más. Yo siempre digo que la señora de Cuenca irá a ver la tele y dirá: “¿Ibai Llanos quién es?”. En cambio, sabrá quién es Sardà, Yolanda Ramos o mucha gente.
Con respecto a Sardà, ¿has hablado mucho con él mientras dabas forma al programa?
Me ha dicho: “¡Estás loco!”, que es la misma frase que me dijo cuando me conoció. Cuando me planté delante de él y le hice mil personajes, se me giró y me dijo: “¡estás loco!”. Pues cuando le dije que iba a hacer este programa en el access contra Pablo Motos, aunque yo nunca digo 'contra' sino 'a la misma hora que Pablo Motos y Broncano', me dijo que estaba loco. Pero él está a tope.
¿Va a estar todos los días?
No, va a estar un par a la semana. Pero ya te digo que es un poco la cuadratura del círculo, porque vuelvo a trabajar con él 25 años después con él en Telecinco y por la noche. Se han girado los papeles y eso es muy bonito.
La situación de Telecinco no es fácil, indudablemente. Pero esto es cíclico
Pero la Telecinco de 'Crónicas Marcianas' es muy diferente a la actual. ¿Cómo ves ahora mismo la situación de la cadena?
La situación de Telecinco no es fácil, indudablemente. Pero esto es cíclico: las televisiones van y vienen. Yo he estado en Telecinco, Antena 3, Cuatro, TVE y sí puedo decir que Telecinco tiene algo de inconsciencia o de valentía. Son punta de lanza. Generan, crean y apuestan por nuevos formatos, y eso está muy bien. Muchos de los grandes formatos que han triunfado últimamente son creación de Mediaset. Y en este caso han apostado por nosotros y aquí estamos, así que muy contentos.