TVE ha abierto la temporada televisiva esta semana apostando por dos magacines matinales. El primero de ellos, La hora de La 1, un viejo conocido que inicia su tercer curso adelantando su horario desde las 8:00 y también su final a las 11:30. A esa hora cede el testigo al segundo, Hablando claro, su nueva apuesta conducida por los fichajes Lourdes Maldonado y Marc Calderó, que se alarga hasta los Telediarios para que La 1 dedique toda su franja matinal a la información.
Aprovechando la presentación en el FesTVal de Vitoria del magacín, verTele y los periodistas pudimos entrevistar a su presentadora, que llega a la cadena pública tras ser cesada de Telemadrid cuando Ayuso tomó el control de la autonómica. La periodista nos detalló algunos de los puntos que los espectadores ya han podido ver en pantalla, puesto que la cadena adelantó su estreno al fin de semana por los actos de funeral de la reina británica Isabel II, y desde el lunes ya se ha asentado en su horario habitual.
Lourdes Maldonado defiende el servicio público de TVE, explica cómo lo trasladan a Hablando claro, aclara cómo ha sido el recibimiento pese a ser un fichaje “externo”, habla de sus primeras impresiones con Marc Calderó, y rememora su época en Telemadrid: “Estoy muy orgullosa de esos años en los que la interferencia política fue mínima y trabajamos con total libertad”.
¿Qué diferencia a 'Hablando claro' de sus competidores?
Nosotros sabemos que la competencia en esa franja es complicada, pero hay tarta para todos. Lo que queremos aportar es nuestra forma de contar las cosas, nuestro sello personal. Queremos apostar por la cercanía, aparte de por el rigor, y ser uno más de la familia. Son tres horas de la mañana en las que pasan muchas cosas, y vamos a contarlo con un ritmo trepidante en el directo, pero más allá del titular buscamos el análisis y contextualizar con los datos. Queremos hacer un programa amable, aunque la actualidad no lo sea. Y por supuesto, con vocación de servicio público, con información útil.
¿A qué perfil de espectadores os vais a dirigir?
Es una franja tan amplia que al final nos dirigimos a todos los ciudadanos. Empezamos a las 11:30, que es verdad que puede ser para una franja de edad más avanzada, pero llegamos a las 14:00-15:00, que es un perfil de población distinto, y a esa hora apostaremos por la política y el debate porque es una hora con mucha demanda de información.
¿Cómo dirigirse a una población que está cansada de los políticos y de la política?
Estamos muy cansados del tono bronco, de esa crispación y confrontación política. Lo que queremos es explicarle al ciudadano, nos guste o no, que las decisiones políticas nos afectan a todos. Y al final lo sufren los más desfavorecidos, los que tienen menos recursos... A todos ellos va dirigido nuestro programa, con información útil y explicación de por qué esas decisiones les afectan. No queremos hacernos eco de broncas, de confrontación; vamos a contar lo que pasa, sin bronca política pero sí con debate y análisis. Enfocando el tiro al ciudadano.
¿Ese ciudadano tendrá cabida en el plató?
Habrá momentos en los que pasen por el plató ciudadanos, claro. Le vamos a dar voz a todo el mundo. Va a ser un programa social con el ciudadano en el centro.
¿En vuestro ideario está la máxima de que todas las opiniones son válidas? ¿Es lícito por ejemplo que hable un terraplanista, o un negacionista, y luego rebatirlo?
A priori, yo digo que vamos a escuchar todas las voces. Somos un programa con espacio para el debate y el análisis, y saldrán voces de todo tipo y todo color. Apostamos por un espacio de actualidad plural.
¿Con qué tipo de colaboradores y tertulianos se va a contar?
Vamos a buscar perfiles diferentes, y expertos realmente en los temas que abordemos. Tenemos que ser rigurosos, queremos ser un espacio serio y a la vez amable.
Llega en un momento idóneo en mi vida y en mi profesión
¿Cómo son los recibimientos en TVE a los fichajes “externos”, que son incluso denunciados por el Consejo de Informativos?
La realidad es que estoy agradecidísima por el recibimiento que he tenido por parte de los compañeros de TVE. Solo puedo decir cosas buenas, amabilidad a raudales. Se han acercado a presentarse, y además estamos en Prado del Rey que es como una megaciudad de la televisión, y los primeros días casi teníamos que ir preguntando para poder ir a los sitios. Majísimos desde estilismo, peluquería, sastrería, redacción, todas las áreas. Encantadores, muy profesionales, y solo puedo decir que hemos recibido ayuda y cordialidad.
Tornero ya defendió que TVE también pueda fichar de fuera. ¿Apoyas esa suma de talento “externo”?
Yo estoy muy agradecida por la confianza de TVE y Cuarzo Producciones. Es una oportunidad, un regalo de programa, y voy a dar lo mejor de mí. Tengo ya una trayectoria en televisión, y la verdad es que fue una sorpresa, para qué voy a decir lo contrario, pero creo que llega en un momento idóneo en mi vida y en mi profesión. Lo voy a dar todo y estoy muy ilusionada, también nerviosa y con ganas, porque es una responsabilidad.
Tras tu etapa en Telemadrid, que se acabó con la llegada de Ayuso, ¿la vocación de servicio público de TVE ha sido determinante para esta nueva aventura?
Mi etapa en Telemadrid, donde tengo grandes amigos y hay grandes profesionales, esos años fueron estupendos. Conseguimos, con Jon Ariztimuño a la cabeza, que el centro estuviera en el ciudadano. Han sido los años en los que menos peso ha tenido la política en los contenidos de Telemadrid. En la hemeroteca está todo lo que hicimos, y yo estoy muy orgullosa de esos cuatro años en la tele pública madrileña. Y claro que esa experiencia de servicio público me sirve ahora en esta etapa que arranco en la tele pública nacional. Porque creo en el servicio público, en que la información sirve, y en que transforma la realidad. Estoy comprometida y muy convencida de que a través de Hablando claro podemos hacer mucho y ayudar al ciudadano.
¿Cómo ves ahora la situación de Telemadrid, se ha acabado esa etapa con la política menos inmersa?
Yo puedo hablar de los años que estuve, y como digo estoy muy orgullosa de esos años en los que la interferencia política fue mínima y trabajamos con total libertad. Eso fue un logro, y construimos una tele pública de calidad. Ahora les deseo lo mejor a mis compañeros de Telemadrid.
¿Cómo fue la llamada en la que te ofrecieron llegar a TVE?
La verdad es que... [ríe]. Sin entrar en detalles, estaba fuera de España y fue una situación muy inesperada. Pero muy emocionante. Recibes una llamada, una propuesta de programa de TVE, tres horas por la mañana, en una franja maravillosa, competitiva y divertida en la que pasan tantas cosas... Solamente puedes decir “sí, quiero”.
¿Qué admiras de Marc Calderó, y cómo crees que os complementáis?
No nos conocíamos de nada, pero hemos conectado muy bien. Yo creo mucho en las primeras impresiones, y ha sido muy buena. Más que complementarnos, creo que vamos en sintonía, somos cercanos, familiares, hablamos el mismo idioma. 'Hablamos claro' los dos [ríe].