Mahi Masegosa sigue en TV, ahora 'en busca del Nirvana': “Soy una tía muy campechana, pero no aguanto a la gente”
Su paso por el taller de Maestros de la costura en TVE no le dio una vida en las pasarelas, pero sí le abrió de par en par las puertas de la televisión. Tras destacar en Supervivientes y ganar La casa fuerte, Mahi Masegosa hace músculo en Mediaset con su participación en En busca del Nirvana, el nuevo reality 'tróspido' de Cuatro que se estrenó el pasado lunes y que emite este 11 de diciembre su segunda entrega en prime time.
Apasionada de la moda y dedicada a las redes, esta granadina afirma que su clave para hacerse un hueco en la pequeña pantalla es que “al ser un personaje blanco nunca estoy de moda, pero siempre estoy ahí”, y agradece la llamada para vivir su cuarta experiencia como concursante en un gran formato de entretenimiento: “Me llamaron y no se puede rechazar un trabajo. Soy de las que lo coge, aunque paguen poco. La vida está muy mal”.
Con su currículum televisivo, afirma que no se le pasa una: “Me conozco los truquillos de los realities. Me hago la tonta y de tonta no tengo ni un pelo, pero me dejo engañar”. Sin embargo, admite sin dudarlo que la aventura del nuevo programa de Cuatro con Raúl Gómez ha sido complicada y que le pareció “mucho más dura” que la que vivió en la isla de Honduras: “Supervivientes es muy duro, pero esto a nivel mental para mí ha sido peor”.
Mahi Masegosa destaca como sus referentes e inspiración “a las travestis de Chueca” y señala la convivencia como lo más difícil de su paso por En busca del Nirvana: “Soy una tía muy campechana, pero lo que no aguanto es a la gente. Aguantar a estos compañeros tan raros se me hizo un mundo”.
¿Te lo pensaste mucho antes de aceptar participar en 'En busca del Nirvana'?
No me lo pensé nada porque estaba muy aburrida en mi casa. Había terminado de vinilar los baños, le había pasado la ITV al coche y ya no tenía nada más que hacer. Me llamaron y no se puede rechazar un trabajo.
¿Influyó el dinero que te iban a pagar?
Hombre, claro.
¿Si te hubieran ofrecido poco, lo hubieses rechazado?
No, porque siempre hay alguien que lo coge. Y yo soy de las que lo coge, aunque paguen poco. La vida está muy mal y mañana no sabes lo que te puedes encontrar. Y siempre lo cojo con agradecimiento a la productora de que quieran contar conmigo.
¿Y te han pagado bien o mal?
[Se lo piensa] Bien. No me puedo quejar. Visto todo en perspectiva, [este reality] no tiene precio. Es la típica experiencia que cuando la gente lo vea, dirá 'yo pagaría por ir'.
¿Te consideras una privilegiada por seguir en formatos de Mediaset, a pesar del nuevo Código Ético?
Sí. La verdad es que soy un personaje muy blanquito. Se me conoció en un talent de costura [Maestros de la costura, de TVE], tenía mi novio y mi vida muy tranquila. No se me conoce por poner los cuernos ni por hacer un coito. Pero eso es muy malo también, porque luego no te llaman para los sitios. Al ser un personaje blanco nunca estoy de moda, pero siempre estoy ahí. Se acuerdan de vez en cuando de mí, y que se acuerden está bien. Pero vamos, nunca voy a ser portada de nada y me da igual.
Me conozco los truquillos de los realities. Me hago la tonta y de tonta no tengo ni un pelo
Cuando te llamaron para participar en 'En busca del Nirvana', ¿pusiste alguna condición? ¿Quisiste vetar a algún posible concursante?
[Ríe]. No, eso lo haría Isa P, por ejemplo. ¿Quién soy yo para vetar? Isa Pantoja veta, y otra gente importante. Pero mi padre es León, el de la gasolinera. No soy 'hija de' como para vetar a nadie, pero no me hubiese gustado coincidir con Tom Brusse, es insoportable esa persona.
¿Conocías de antemano a algún compañero? ¿Te llevaste alguna mala impresión inicial?
Conocía de redes sociales a Inma Campano, a LoveYoli y a Aless Gibaja porque compartimos representante, pero nunca les había visto en persona. Y la primera impresión fue chocante. Fíjate que yo soy rara, pero luego soy muy campechana. Los raros son ellos. Los veía llegar y me parecía cada cual más raro, con una forma de ser muy oscura. Pensaba que era la más normal del lugar.
¿Has encontrado el Nirvana?
El Nirvana lo encontraba y lo perdía. Es como una utopía. Donde está el Nirvana es en el sofá de tu casa. Muchas veces te pones a buscarlo y está más cerca de lo que crees. Pero En busca del Nirvana me ha enseñado muchas cosas.
Dices que eres un personaje blanco, pero has tenido una polémica reciente por un vídeo que compartiste quejándote de alguna manera por tener que preparar mucho contenido para redes sociales. ¿Cómo has vivido todos los comentarios?
Todavía me han estado comentando esta madrugada desde Chile y me he despertado con 500 comentarios de chilenos diciéndome que no he trabajado en mi vida. Qué cabrones, pues no he echado yo gasolina...
El primer día lo pasé mal, pero luego ya me da igual. La gente que me conoce y mis seguidores me quieren mucho. Mis abuelos trabajaron muchísimo, montaron una gasolinera en 1964 y desde chiquitilla he estado allí con mi papá echando gasolina. He trabajado allí toda mi vida, y me pagué así mis estudios de moda. Me vienen ahora a decir que no sé lo que es trabajar, anda ¡a tomar por culo!
¿Te agobia ser influencer, como dijiste en el vídeo? ¿Lo pasas mal?
Ese día sí, porque no se valora el trabajo. Hay gente a la que siguen en redes sociales para ver con quién se acuestan, cosa que está muy bien, pero los que tenemos un perfil muy blanquito, como yo que no tengo novio nuevo, tenemos que currárnoslo. Las chicas que salen en La isla de las tentaciones con 21 años y que están buenísimas, tengo que competir contra ellas en campañas de marcas. Lo que hago es editar unos vídeos que te cagas, y trabajar en redes es complicado.
Todo viene porque me puse unas tetas nuevas y tenía que dejar trabajo hecho [por adelantado] porque soy autónoma y no podía dejar de subir contenido. Estaba muy agobiada y ese día me vino grande que me criticaran, pero luego me da igual lo que digan.
¿Qué experiencia ha sido más dura para ti, la de 'Supervivientes' o la de 'En busca del Nirvana'?
Esta, para mí, fue mucho más dura. Cuando vas a Supervivientes sabes a lo que te enfrentas, ya sabes que cada semana hay un expulsado, que hay un Palafito, que la audiencia vota...
Pero sin comida...
Sí, pero te aseguro que el desgaste mental de despertarte por la mañana y no saber el programa de qué va, si hay expulsión o no, qué pasa con las dinámicas raras... Eso te desgasta mucho mentalmente y es muy duro. No sabes a qué atenerte, estás siempre a la retaguardia. Supervivientes es muy duro, pero esto a nivel mental para mí ha sido peor.
Siempre piensan que me inspiro en Lady Gaga a la hora de vestir, pero yo me inspiro en las travestis de Chueca
¿Te conoces ya todos los trucos de los realities, o todavía te pillan?
Me conozco los truquillos de los realities. Me hago la tonta y de tonta no tengo ni un pelo, pero me dejo engañar.
¿Fuerzas lo de hacerte la tonta?
A veces tengo que forzar. Pero es que tengo cara de tonta, y como también tengo voz de pito... muchas veces llamo gilipollas a alguien y no se lo toma en serio [ríe]. Siempre hay trucos, lo que pasa es que te enfadas, te lo tomas a lo personal y se te olvida que es televisión. La tele es así, es pura realidad. Y por más que intentes controlarte porque se está grabando se te olvida, lo pasas tan mal que al final la cámara es lo de menos. Me he sorprendido a mí misma reaccionando y criticando a los compañeros, pero con razón porque tela...
¿Cómo ha sido la experiencia de grabar en Nepal? ¿Os han dejado entrar en los templos?
Me ha parecido una gente muy agradable. Están acostumbrados al turismo y a mí no me miraban raro. Miraban más a Andrea, que iba siempre enseñando el culo. Lo que sí hacían era pedirme fotos porque pensaban que era cantante famosa, me asociarían con Lady Gaga. Siempre piensan que me inspiro en ella a la hora de vestir, pero yo me inspiro en las travestis de Chueca: me gusta mucho La Prohibida, Supremme de Luxe. Y de música me gusta Extremoduro.
¿Qué aprendizaje te llevas de este reality?
He aprendido a tolerar más a las personas. Estoy todo el día en mi casa y aunque soy simpática y me gusta hablar con la gente, no me gusta quedar. Normalmente no soy contestona o conflictiva, pero se me hace largo y pesado pasar tiempo con gente que no conozco. Soy una tía muy campechana, pero lo que no aguanto es a la gente [ríe]. Aguantar a estos compañeros tan raros se me hizo un mundo, pero al final les acabé cogiendo cariño.
¿Te encerrarías en la casa de Guadalix? En el horizonte está 'GH Dúo'...
Me tendrían que pagar muy bien. Al final en Nepal vas haciendo un tour, viendo el país... ¿pero estar ahí encerrada en una casa, que además es como un decorado y parece una nave industrial? Debe ser duro, no sé si estaría preparada. Cuando estuve en Supervivientes el hambre me pareció lo de menos, es cómo te afecta a la cabeza. Enseguida piensas que a tu padre le ha dado un infarto, que tu novio se ha casado y ha tenido tres hijos con otra. Llevas quince días y es imposible, pero ya te lo imaginas así.
¿Pero entrarías con tu novio a 'GH Dúo'?
Ya estuvimos en La casa fuerte y ganamos. Sí, entraría con él. Además es un tío muy competente y queda bien en todos lados. Hace lo que yo digo [ríe].