'El Príncipe' 2x05 Review: el llanto sin consuelo de Faruq y nuestras teorías
Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez
La semana pasada 'El Príncipe' nos regaló el capítulo más sorprendente de la temporada. Fue tal el impacto que nos causó que era complicado igualarlo. Así, en esta ocasión no ha habido una gran revelación, pero, a cambio, hemos tenido un momento de pánico aún pendiente de resolver. Y, lo mejor, nos han solucionado un par de dudas que arrastrábamos desde el episodio anterior. Eso sí, también, por supuesto, se han abierto nuevos interrogantes. Veamos qué ha pasado en el barrio de 'El Príncipe' esta semana.
¡¡CUIDADO SPOILERS!!
Representar un papel
Una de las incógnitas de la semana pasada era conocer la verdadera condición de Khaled. ¿Es bueno, tal y como aseguran los servicios secretos franceses? O, por el contrario, ¿es un terrorista como insinúa el mensaje interceptado por Fátima? Pues bien. Habemus respuesta. Y nos la da el tío Salman. “Representa tu papel”, le dice a su sobrino. Y a nosotros se nos hiela la sangre porque comprobamos que Morey, una vez más, tiene razón, y Khaled es mucho más peligroso de lo que pensábamos.
Representa tu papel, pero ¿cuál es ese papel? Pues pasar información. Hasta aquí todo va bien porque esa es la función principal de un espía. Visto así, entre Khaled y Morey no habría mucha diferencia. El problema está en que lo que pretende Khaled con la información no es informar, sino desinformar. El infiltrado infiltrado (no, no es una errata). Y, hay que reconocerlo, el plan es bueno.
Nasser, uno de los grandes jefes de Akrab, viene a Ceuta a recuperar el dinero de la organización recaudado por Khaled gracias a la droga de Lamela, pero el espía francés dice que viene a preparar un atentado. En otras palabras, la verdad: Khaled, últimamente has estado bastante desafortunado en tus actuaciones así que vamos a prescindir de tus servicios. En resumen, estás despedido. Lo que Khaled “informa”: se prepara un atentado y se va a planificar en mi casa. ¿Qué consigue Khaled con esto? Con Akrab no lo tengo muy claro, pero con los servicios de inteligencia aumenta su cotización. Como le dice a Morey, “soy muy valioso” o como diría una conocida marca de cosmética “porque yo lo valgo”.
El enemigo en casa
Lo mejor del plan de Khaled es que puede salir bien porque los espías (los de verdad) no tienen forma de averiguar qué pasa en la reunión. Como dice López, de micros, nada. El problema del plan es que Khaled no sabe que está casado, no con una dulce profesora, sino con la mejor becaria de espía del CNI. A Fátima no le tiembla el pulso al cruzar el jardín de su casa a plena vista de tres terroristas ni al colocar una grabadora en el despacho. Ni siquiera parpadea al regalarle a su marido la mejor de sus sonrisas y el más falso de sus besos. Hay que reconocerlo, ha tenido a un gran maestro en Morey en el arte de la mentira.
El problema, como sabemos los que hemos visto el capítulo, viene después, justo al final del capítulo. Los que no lo han visto es mejor que lo hagan porque la semana que viene, intuyo, va a tener un peso muy importante en la trama desde dos perspectivas distintas.
Por otro lado, esta disposición de Fátima a colaborar con el CNI podría significar también una mayor predisposición a retomar su relación con Morey. Esta semana hemos visto que ya no lo insulta cada vez que lo ve, que las distancias se van acortando, hemos tenido un abrazo y casi casi un beso. Pero ese casi que los separa es demasiado grande. Por mucho que Morey insista en que fue Khaled quién mató a Abdu, va a ser complicado que Fátima olvide que el espía le pegó un tiro entre ceja y ceja a su hermano.
Así que, por ahora, tendremos que conformarnos con que Fátima ayude al CNI a cambio de que la ayuden a salir del infierno en el que se ha convertido su matrimonio (“ayúdanos a ayudarte”) y después ya veremos qué pasa.
Chantaje emocional
Y si Fátima ayuda a cambio de ayuda, hay otro que también ha tenido que recurrir a la ayuda prestada para pedir que le ayuden. Me explico. Como ya vimos la semana pasada, Ruth fue secuestrada, por lo que hemos tenido a Fran barrio arriba barrio abajo buscándola. Aníbal, al igual que Khaled, tenía un plan perfecto. Secuestro a Ruth y obligo a Fran a matar a Lamela a cambio de la vida de su hija para poder vengar la muerte de mamá Tere. Vida por vida.
Lo dicho. En teoría, era un buen plan, pero en la práctica fallaba porque a Aníbal le falta información. El narco no sabía que Fran lleva mucho tiempo como aliado del CNI y, aunque Serra quería mandarlo a Andorra a pegar sellos después de un puñetazo (bastante justificado, diría yo, lo del puñetazo, no el exilio), al final han pagado los servicios prestados por el policía y le han ayudado a encontrar a su hija.
Eso sí, en esa operación rescate hay que darle el mérito completo a Ruth, que consiguió escaparse ella solita. De tal palo tal astilla. La excepción a ese refrán parece ser Aníbal. Queda confirmado que la lista de la familia era su madre. A ella seguro que no se le escapaba una cría de 12 años.
Cómo les gusta a los guionistas complicar las cosas. A Lamela le sobraba la competencia y había pedido ayuda vía soborno a Fran para librarse de sus rivales. Fran, que ahora es decente, se niega, pero, al final, indirectamente, cumple los deseos del narco gallego y le despeja el camino. Si Lamela lo hubiese planeado, seguro que no le hubiera salido mejor.
Y, por cierto, me ha descolocado completamente Quílez. Yo estaba convencida de que había vuelto al lado oscuro, pero ¡sorpresa! ha mostrado una lealtad inquebrantable hacia Fran al estar dispuesto a pagar el rescate sin pestañear. Bueno, vale, es cierto, lo hacía para acallar su conciencia, pero, aun así, hay que reconocerle la disposición.
El heredero
Otro que ha tenido un capítulo ajetreado ha sido Faruq. Por un lado, ha sido ungido como heredero del Lagartijo. Pero esa herencia lleva aparejado unos intereses muy altos: el miedo. Lagartijo tenía miedo y, con razón, porque no tardó ni diez minutos en ser eliminado del mapa. Y el miedo empieza a rondar a Faruq.
Bueno, más que rondar, parece que ha llegado ya. Es la única explicación que encuentro a que haya ido a pedirle ayuda a ¿Morey? Ha sido la escena más surrealista del episodio. El nuevo gran jefe del narcotráfico va a pedir consejo al policía, que, además, es el asesino de su hermano y el hombre que casi destroza la vida de su hermana. Si no lo veo, no lo creo. Al final, estos dos van a ser amigos y todo.
Morey le dice que tenga cuidado, pero se calla todo lo que sabe de la alianza entre Lamela y Khaled. Seguro que quería decirle que su cuñado es el culpable de todos sus males, pero se calla. La misión ante todo. Y además, ¿a quién creería Faruq? ¿A su cuñado o al hombre que destrozó a su familia? La respuesta, a día de hoy, es obvia.
Lo que Morey no sabía es que Faruq iba a descubrir muy pronto que en su propia casa lo traicionan. Finalmente Leila se ha llenado de valor (los remordimientos pesan y mucho) y ha confesado la verdad. Ironías del destino. El día que Faruq es nombrado heredero “profesional” se queda sin heredero “personal”.
Nido de espías
Hasta aquí hemos visto las respuestas que nos han ido dando, pero en una serie donde nada es lo que parece aún hay preguntas en el aire como qué pasa con las fotos de Carvajal y Abdu o la presencia de Hidalgo en Malta. Parece que Morey ha recuperado la confianza en Serra y le cuenta sus sospechas y parece que su jefe está sorprendido y preocupado. Digo “parece” porque en este mundo de espías yo tampoco me fío ya de nadie. Eso sí, hay que reconocer que el razonamiento de Serra de que la carpeta de Abdu era demasiado fácil de encontrar para un agente del nivel de Morey tiene una lógica aplastante. ¿Será que quieren desquiciar al agente a base de dudas y más dudas para que no cumpla su misión?
En fin, lo cierto es que parece que hay un “alguien” muy interesado en proteger a Khaled desde antes incluso de que el CNI supiera que colaboraba con los franceses, con lo cual aparece una nueva e importante pregunta. Si Khaled ha conseguido infiltrarse en los servicios secretos de Francia, ¿sería muy descabellado pensar que otro terrorista podría haberse infiltrado en el CNI para torpedear la misión de Morey en ‘El Príncipe’?
Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez
La semana pasada 'El Príncipe' nos regaló el capítulo más sorprendente de la temporada. Fue tal el impacto que nos causó que era complicado igualarlo. Así, en esta ocasión no ha habido una gran revelación, pero, a cambio, hemos tenido un momento de pánico aún pendiente de resolver. Y, lo mejor, nos han solucionado un par de dudas que arrastrábamos desde el episodio anterior. Eso sí, también, por supuesto, se han abierto nuevos interrogantes. Veamos qué ha pasado en el barrio de 'El Príncipe' esta semana.