Desatadas preúvas en Neox, con los platos rotos de David Fernández, anís y Edu Soto por los suelos
Feliz año Neox fue un año más fiel a la tradición y acompañó a la audiencia en las preúvas desde la Puerta del Sol de Madrid. David Fernández y Edu Soto fueron los desatados maestros de ceremonias de la penúltima noche del 2019, marcada por el humor que pusieron en juego durante el programa previo por Yolanda Ramos y Henar Álvarez.
Los dos cómicos tomaron la alternativa de los actores de Homo Zapping, encargados en las últimas dos ediciones, para celebrar el nuevo año con un día de antelación. Y con la intención de desmarcarse de anteriores ocasiones, se propusieron renovar el programa: primero, sustituyeron la clásica explicación de la mecánica del reloj y las campanadas por una sucesión de memes de animales; y después, buscaron alternativas a las doce uvas que tradicionalmente se toman en España.
“Pero ¿esto qué es, fin de año o el Circo del Sol?”
Fernández planteó diversas opciones: la primera, tomar lentejas a partir de la medianoche, como se hace en Italia; luego, lanzar cubos de agua por la ventana, como se hace en Puerto Rico; darse un beso al acabar las campanadas, como en Estados Unidos; y, finalmente, recurrir a una tradición de Dinamarca y romper la vajilla vieja para celebrar el año nuevo, para luego saltar sobre una silla. Fernández se inclinó por esta modalidad: “Pero ¿esto qué es, fin de año o el Circo del Sol?”.
Llegado el momento, uno y otro acabarían estampándose los platos en la cabeza y reventándolos contra el suelo. El descontrol llegó al punto de que la vajilla se terminó antes de que sonaran las dos últimas campanadas. Soto terminó por los suelos, después del salto de silla: “Me he reventado la cadera”, se quejaba.
Brindis con anis, “que es más fresquito”
Para terminar, Fernández se despedía con dos copas, pero no de champán o cava, sino de anís: “Ya te dije que íbamos a innovar. Esto es más fresquito”, explicó, ante su poco convencido y magullado compañero. Para aligerar el trago, finalmente decidieron darse un beso como marcan los cánones estadounidenses.