El 14 de marzo del año 1980, exactamente el día en el que Félix Rodríguez de la Fuente cumplía 52 años, el recordado naturalista sufrió un trágico accidente de avioneta en Alaska mientras rodaba uno de sus reportajes que acabó con su vida.
Cuarenta años después del fallecimiento su legado está más vivo que nunca, como demuestra la nueva temporada en DMax de Wild Frank titulada 'El legado de Félix', que la cadena estrena este domingo 8 de marzo a las 21:30 horas y en la que Frank Cuesta hace “un homenaje a su obra”.
Así nos lo explica el herpetólogo y aventurero de DMax cuando le entrevistamos al tener la oportunidad de pasar junto a él una jornada de rodaje en el Centro de Rehabilitación de Fauna Autóctona GREFA, un ejemplo perfecto de cómo, tal y como explica Frank Cuesta, “los humanos cada vez estamos más desconectados de la naturaleza”.
Este centro se encuentra en Majadahonda (Madrid), a apenas 40 minutos en coche de la céntrica Puerta del Sol, o a 20 minutos de la Universidad Complutense. Y lo que más llamativo, a tan solo 5 minutos andando de la estación de tren de esta localidad, que permite plantarse en Atocha en 25 minutos. Un refugio de aves rapaces a poco más de un cuarto de hora de la gran ciudad, desde el que casi se escucha las vías de los trenes.
Grefa, como muchos otros centros y asociaciones similares que por toda España, sacan adelante el que Frank Cuesta destaca como el verdadero trabajo por la naturaleza: “Hoy en día hay muchos Félix Rodríguez de la Fuente en España”. Por eso enfoca esta nueva temporada de su programa también como “un homenaje a la gente que trabaja hoy en día, como Félix.
Las puertas de Grefa se abren poco después de las 10 de la mañana para recibir a la furgoneta que traslada al equipo de Wild Frank. En ella viajan cinco personas que se patean España y buena parte del mundo (cuando el presupuesto da para ello) con el objetivo de mostrar distintas realidades de la naturaleza.
Frank Cuesta es el único que muestra su “rostro” de este quinteto. Pero aunque no lo veamos, desde hace ya 9 años siempre ha estado acompañado por el director Maxi González y por otros tres miembros que se encargan de la grabación, la sonorización y la producción, y que son tan reservados que prefieren ni incidir en sus nombres.
Mientras todos ellos dedican apenas media hora a conocer las instalaciones y así poder localizar dónde se realizará la grabación, podemos hablar con Frank Cuesta, que se muestra ilusionado con poder recuperar el legado de Félix Rodríguez de la Fuente: “Fue un visionario, advirtió de muchas cosas que ahora nos damos cuenta que han pasado, y vio que se podían terminar las especies”. “Sin él, el lince y el águila real habrían desaparecido”, pone como ejemplos el conductor de Wild Frank.
Cuesta defiende con pasión lo que quieren lograr con esta temporada de cuatro entregas: “Queremos mostrar que hubo en el pasado alguien que se movió. Que no salía a la calle con pancartas protestando, que no se tiraba en una calle a decir 'hay que salvar el mundo', que lo que hizo fue romperse los cuernos para que muchas especies sobreviviesen”.
Aunque deja muy claro que él no es Félix Rodríguez de la Fuente, que como él sólo ha habido y habrá uno y que en cualquier caso ese honor recae en asociaciones y centros como GREFA, su fama sí es comparable. Por eso cuando llega a las instalaciones una excursión infantil, el equipo hace lo posible por “esconderle” y que así el plan de rodaje no se vea alterado al tener que firmar decenas de autógrafos y hacerse fotos. Algo que les había pasado unos días antes en otra localización, en la que estuvo más de media hora atendiendo a una enorme fila de gente que se congregó para conocerle.
Los niños, aunque algunos se dan cuenta y escuchamos cómo lo comentan, atienden a la explicación del voluntario de GREFA que les acompaña en la visita, y la grabación puede iniciarse sin ningún problema.
Metido en faena, interesándose y valorando la labor que cada día hacen en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres, Frank cambia. Se le olvida el enfado que delante de nuestra cámara sí muestra al lamentar la espectacularización de las protestas y reclamaciones, mientras explica que él ve a mucha gente dando gritos en una manifestación, pero a pocos limpiando ríos. Incluso dedica una pulla a Greta Thunberg, pero sobre todo recalca la labor de los que sí trabajan día a día por la naturaleza a pesar de que “no se les dan subvenciones ni atención”.
Junto al director de GREFA, que le conduce por las instalaciones mientras le explica su programa de cura y reinserción de buitres negros, Frank Cuesta demuestra cómo a la curiosidad e interés que siempre ha demostrado desde el inicio de su trayectoria televisiva se ha sumado una experiencia en el medio que incluye un perfil más periodístico.
Parece verdaderamente orgulloso de ver cómo hay gente que verdaderamente pone su vida a disposición de la naturaleza, muy lejos de su opinión sobre los que más podrían hacer por todos ellos: “Al político le importa una mierda la ecología, le importa ganar como sea”, nos dice, antes de añadir que “hay partidos ecologistas, o que se llaman ecologistas, que para mí a nivel personal de ecologismo no tienen nada”.
Frank Cuesta lamenta que “estamos en una sociedad en la que la hipocresía es lo que más vende”, y opina que por desgracia hasta una figura incontestable como la que homenajea ahora en Wild Frank lo tendría imposible en la actualidad: “Hoy en día a Félix Rodríguez de la Fuente se lo hubieran comido. No hubiera funcionado, porque tenía carácter y no le compraba nadie”.
Él prefiere resaltar su obra, incidiendo en que “su legado fue cambiar que muchas especies pasasen de ser alimañas a ser especies protegidas”, y a disfrutar con los que ahora siguen su ejemplo y consiguen, por ejemplo, que unos animales que antes apenas se podían ver ahora alcancen la cifra de 300 ejemplares en la Comunidad de Madrid, como los buitres negros.
Junto al equipo de Wild Frank, y orientados en todo momento por el director de GREFA, comprobamos los esfuerzos que hace en Centro para desarrollar su labor. En ocasiones gracias a la experiencia acumulada, pero en otras por puro ingenio para suplir la falta de medios que no les aportan las autoridades.
Cada instalación tiene su porqué, desde el más lógico del hospital con quirófanos hasta otros nada intuitivos como por qué el área de reintroducción al vuelo tiene una forma similar a un circo romano. Hasta unas ramas aparentemente “abandonadas” en el suelo tienen una explicación lógica. Y siempre en beneficio de los animales.
En nuestro caso, en esa jornada de grabación, tuvimos la suerte de ver en primera persona a los buitres negros. Presenciar cómo GREFA los cuida y les vuelve a “enseñar” volar. Y darnos cuenta de la espectacularidad de su envergadura, que cuando despliega las alas puede alcanzar los dos metros y medio.
Será sólo una de las especies que seguramente se salvaron gracias a Félix Rodríguez de la Fuente a las que Wild Frank prestará atención en estos cuatro capítulos. Como los buitres negros, el programa se desplazará a la base aérea de Torrejón de Ardoz para que les expliquen cómo usan halcones para controlar el vuelo de aves silvestres. También al Centro de cría del quebrantahuesos, en Guadalentín (Jaén), o al centro de recuperación Brinzal, en la casa de Campo de Madrid, para ver las labores de rehabilitación con el búho real.
También visitarán Guadalajara para comprobar la buena situación del águila real, viajarán al Parque Natural de Cazorla, Seguras y Las Villas (Jaén) con el objetivo de ver en su hábitat al zorro, igual que al Parque de El Hosquillo en la serranía de Cuenca para filmar osos, animal al que también se acercarán en el Parque de la naturaleza de Cabárceno (Cantabria) junto a Miguel Ángel Revilla.
Por supuesto no faltará dedicación al lince ibérico en el Parque Nacional de Doñana (Huelva), al lobo ibérico en el Centro del lobo Ibérico (Castilla y León), y a una especie menos conocida como el lirón careto en Toledo.
Wild Frank. El legado de Félix también recorrerá las verdaderas huellas de Félix caminando por los mismos sitios por los que, hace varias décadas, el divulgador y su equipo grababan la naturaleza salvaje autóctona para el mítico programa El Hombre y la Tierra. Frank se adentrará en este plató natural y visitará la sala de cámaras, el lugar donde comían y hasta accederá al hotel donde se alojaba todo el equipo durante los meses de grabación. Todo ello de la mano de Miguel Molina, el operador de cámara de Rodríguez de la Fuente que trabajó con él durante 5 años y fue testigo del accidente de avioneta en el que falleció el naturalista.
Siguiendo las huellas del divulgador ambientalista, Frank Cuesta acudirá junto a Odile Rodríguez de la Fuente al “Mirador Félix Rodríguez de la Fuente”, en Pelegrina, un lugar donde se conmemora la vida y obra del naturalista y que durante muchos años fue el escenario en el que se rodaron muchas de sus películas y documentales. “Este sitio fue la base de operaciones del equipo de El Hombre y la Tierra y aquí se rodaron un buen porcentaje de las imágenes más impactantes de la serie” afirma Odile.
Una parada indispensable en esta travesía es el lugar de origen del Félix, Poza de la Sal. Allí Frank se encontrará con Benigno Varillas, autor de la biografía de Félix Rodríguez de la Fuente y probablemente la persona que más haya estudiado sobre la vida y obra del divulgador. “Félix fue un el hombre más famoso de España y es curioso que 40 años después de su muerte siga siendo una persona muy popular”, afirma el escritor.
A lo largo de toda la temporada, Frank Cuesta se encontrará con biólogos que trabajaron con el naturalista y detallarán la situación en la que se encontraban los animales años atrás y compañeros de trabajo que compartirán sus vivencias junto a Félix. Y, tras viajar al pasado, varios expertos forestales y naturalistas compartirán con Frank y con la audiencia de DMax cuál una visión realista de la situación actual y del futuro de la fauna ibérica.