El showrunner de 'Ray Donovan', frustrado ante la cancelación sorpresa: “No dábamos la serie por acabada”
La cancelación por sorpresa de Ray Donovan tras su séptima temporada ha pillado desprevenida no solo a la audiencia, sino también a su propio equipo, que ya pensaba en la que sería la octava y definitiva tanda de capítulos. Así lo ha dejado claro el showrunner de la serie, David Hollander. “Aún nos cuesta hacernos a la idea. No teníamos ninguna pista de que fueran a dar la serie por acabada”, dice en una extensa entrevista para Vulture y recalca: “De ninguna manera pensábamos en darla por acabada así. Esto no era el final de serie”.
El guionista apunta al nuevo escenario de las plataformas, con la fusión de CBS (propietaria de Showtime) y Viacom, así como a la carestía de esta ficción. “Los elementos corporativistas del negocio son muy complicados y a veces se pasan por encima. Pero el nuevo panorama tras la operación ha tenido impacto en su decisión”.
Las líneas maestras de la octava temporada
La decisión resulta más dolorosa si cabe al estar el equipo preparando el desenlace definitivo. Ray Donovan había armado su arquitectura narrativa pensando en la octava como la que serviría para cerrar las tramas.
“La idea en lo narrativo era que la historia de fondo llegara al presente y que esta y la principal siguieran en paralelo. Teníamos dos historias que contar, pues: ¿qué pasó entonces, de verdad, y cómo afectará a lo que pasa ahora?”, explica. “El siguiente paso era aclarar qué había pasado con Ray y Mickey en los noventa, cómo fue la creación de Ray Donovan como personaje. [...] La historia que vemos en flashbacks nos estaba ayudando mucho en términos creativos, e iba a servir para enfrentarse a la idea de cómo se encuentran Ray y Mickey en la actualidad”.
No confía en una repesca, aunque “el reparto tiene contrato”
La confusión es el sentimiento que prima entre los miembros del equipo artístico de la ficción, puesto que hasta ahora se sentían protegidos por Showtime. “Nos habíamos acostumbrado a ser esa serie que no iban a cancelar”, dice en alusión al prestigio y buena respuesta de la crítica, “así que nunca pensamos en que nos cancelarían”.
Por el momento, no tiene muchas expectativas en que ningún otro operador salve la ficción, especialmente teniendo en cuenta el incremento de coste que iba a suponer en términos narrativos, por el traslado a Nueva York. Pero se niega a darla por terminada: “Nunca digas nunca. Ahora desde luego es más fácil que antes. Los sets no se han destruido aún, el reparto sigue con contrato en vigor. Todo está en su sitio”.