Allí Abajo ha llegado hoy a su fin en Antena 3 con un capítulo que ha dejado tan buen sabor de boca como el recorrido de la serie durante sus cinco temporadas.
La serie de Plano a Plano, que recibió luz verde en la cadena en 2014, tras el éxito de El Príncipe - de los mismos creadores- y de 8 apellidos vascos, ha logrado despedirse con una personalidad propia y habiéndose convertido en una de las ficciones más exitosas de la última década en la televisión española
Así lo ha demostrado su última entrega en la que, además de boda, de juntar a la cuadrilla al completo e impregnar de romanticismo a los protagonistas, los guionistas también aprovecharon para mandar su último mensaje a través de Carmen: “En esta clínica somos familia, entiendo que para vosotros simplemente sea un negocio, pero para mí es mi vida”.
Carmen, a por todas para quedarse con la Híspalis
Cuando los trabajadores de la Híspalis se enteran de que Wan va a vender su parte de la clínica, deciden comprar las acciones de sus socios. El inversor no acepta su propuesta porque tiene otra que le ofrece hasta 150.000 euros más: “Para mi solo es negocio”, dice Wan.
Palabras que indignan a Carmen que hace un alegato para convencerle de que los trabajadores son su mejor alternativa: “Para ustedes esto es simplemente negocio pero para mí no. Para mí esta clínica es muy importante, he vivido muchísimas cosas en ella: en esta clínica ha nacido mi hija, he visto cómo crecían sus dientes, me he enamorado con locura, Jose e Irene se enamoraron, Dolores encontró a su chica, Don Benjumea ha sido nuestro padre, Tomy que ha trabajado en medio mundo se quiere jubilar aquí, porque en esta clínica somos familia, entiendo que para vosotros simplemente sea un negocio, pero para mí es mi vida”. Aún así, Wan declina la propuesta de Carmen.
La boda de Jozé e Irene
Jozé e Irene deciden hacer una boda express para poder juntar el dinero y pagar su parte del Híspalis. Movilizan a todos para que ese mismo fin de semana les ingresen el dinero y puedan celebrar su gran día.
Pero cuando están a punto de empezar la ceremonia, Wan aparece con la excavadora para perforar Castrofidel. A Don Benjumea y Epi se les ocurre paralizar las máquinas poniéndose frente a ellas y el resto de invitados les sigue al grito de “¡la familia unida jamás será vencida!”.
Hasta la hija de Wan le ruega que paralice la excavación: “No hagas como en la clínica, no estropees algo que funciona. Prefiero mil veces Sevilla a Shangai por ellos porque ellos sí se preocupan por los demás, cosa que tú jamás has hecho en la vida”.
Tras escuchar a su retoña, Wan reflexiona y frena las máquinas para buscar una alternativa y perforar sin dañar.
El último acto de amor de Iñaki hacia Carmen
Cuando todos celebran la decisión de Wan, Iñaki corre hacia la excavadora y se sube a ella para ofrecerle 150.000 euros más con los que comprar la Híspalis. “Pero de dónde los sacamos?”, pregunta Carmen, a lo que el vasco desvela que ha vendido el Kaia a Gotzone, que lo tratará “como si fuera mi hijo”.
Wan acepta, de modo que la Híspalis seguirá en manos de su “familia” de siempre. Una alegría que no acaba ahí porque Iñaki saca de su chaqueta dos anillos que le da a Carmen como pedida de matrimonio: “Me parece la cursilada más bonita del mundo. Te amo”, dice ella mientras le besa.
La cuadrilla continuará al completo con Iñaki a distancia
Peio recibe la oferta de trabajo de sus sueños, aunque solo tiene un pequeño inconveniente: es en Bilbao. Mientras reflexiona sobre la decisión que tomará, Naiara le llama para cortar su relación.
Al contárselo al resto de la cuadrilla, Antxón y Koldo se apuntan a volver a Bilbao con él para animarle en su nuevo reto profesional y seguir juntos: “Vosotros nunca me abandonáis, la cuadrilla es lo mejor que me ha pasado en la vida”, asegura un emocionado Peio que abraza a todos.
Iñaki asegura que irá siempre que pueda y todos celebran la siguiente aventura del grupo.