Así es el final definitivo de 'Por trece razones' tras cuatro temporadas, con tragedia y adiós a las cintas de Hannah
Por trece razones ha llegado a su fin. Netflix estrenó el pasado viernes 5 de junio su cuarta y última temporada, con la que cerró las tramas de Clay y compañía. Y ya lo hacía anticipado Devin Druid, Tyler en la serie, “todos los personajes tienen secretos por los que preocuparse”, y han sido sus consecuencias las que han vertebrado los diez nuevos episodios de la ficción.
A la cuarta tanda llegamos tras la muerte de Monty en la cárcel, después de que fuera incriminado por Clay y el resto de la pandilla por la muerte de Bryce Walker. El instituto Liberty acoge a un nuevo alumno, Winston, que llega dispuesto a descubrir la verdad, ya que era amigo del fallecido y estaba con él la noche en la que Bryce murió. Por supuesto, el acontecimiento tiene al personaje encarnado por Dylan Minnette, junto Justin (Brandon Flyyn), Alex (Miles Heizer), Jessica (Alisha Boe), Tony (Christian Navarro) y el resto de los implicados sobrepasados y acechados por el remordimiento.
Eso sí, si en la primera tanda moría Hannah Baker, en la segunda Bryce y en la tercera Montgomery, en la cuarta es la muerte de Justin la que marca el destino de los protagonistas. Esta vez, el joven fallece por una terrible enfermedad. Siguiendo la línea de las temporadas anteriores, arranca en el funeral de alguien que no se desvela quién es ni cómo murió. A medida que avanzan los capítulos y, especialmente en el noveno, es cuando se ve al personaje en el hospital sin que se sepa aún su diagnóstico.
Al sentirse con más fuerzas, Justin decide asistir al baile de graduación, donde se acaba desmayando mientras baila con Jessica. Tras el suceso, le hacen la prueba del VIH, que da positivo, por lo que es el sida lo que le está debilitando tanto. En una conversación en el hospital con Clay, revela que había recurrido a la prostitución para obtener dinero con el que comprar heroína en su etapa enganchado a las drogas. Finalmente, aunque le da tiempo a despedirse de sus amigos, muere.
La graduación
Tras desvelarse de quién era el funeral, a los demás les ha llegado la hora de graduarse. Un acto en el que Clay y Jessica dan sendos y emocionantes discursos. El primero hablando sobre la vida, y la segunda defendiendo la lucha feminista.
La madre de Hannah decide devolver a Tony y a Clay las cintas que grabó su hija, al haberse cerrado el caso; y la pandilla decide reunirse tras el acto para enterrarlas en el mismo lugar donde Clay escuchó la primera. Allí se aparece el fantasma de Bryce, que finalmente también se marcha. Por último, Tony y Clay ponen rumbo a la universidad.