Boris Izaguirre rompe su silencio sobre Tamara Falcó: “Aunque lo niegue, ese discurso es homófobo”
Jorge Javier Vázquez pidió el miércoles a Juan Avellaneda y Boris Izaguirre que, como amigos homosexuales de Tamara Falcó, se pronunciaran en contra del polémico discurso que la hija de Isabel Preysler pronunció en un evento ultracatólico de México.
“Ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad, hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal. Creo que en otras generaciones no era tan evidente”, esgrimió la influencer en aquel acto.
Pues bien, Juan Avellaneda fue el primero en significarse (lo hizo apoyando a su amiga), y este sábado ha sido Boris Izaguirre quien se ha referido a tan delicada cuestión.
El presentador de Lazos de sangre asegura que no quiso pronunciarse en Sálvame cuando se le pidió su opinión al respecto porque iba a hacerlo en El País, donde este fin de semana publica una columna de opinión en la que sostiene que Tamara Falcó debería disculparse por su discurso homófobo.
“Como se ha montado la de Dios, me han llamado del programa Sálvame para saber mi opinión sobre la participación de Tamara Falcó en una cumbre de familias ultracatólicas en México (...) Les respondí que, si continuaban interesados, leyeran esta columna hoy”, comienza el escritor su artículo.
“En una suerte de esfuerzo mancomunado conseguimos alejar a Tamara del engañoso Íñigo Onieva, algo que ella reconoció tanto en Madrid como en su polémica participación en la cumbre mexicana. Ahora deberíamos repetir el esfuerzo para alejarla de esa ideología odiosa que la rodea”, advierte Izaguirre.
“A esos santos radicales no les importa que le cuelguen el sambenito de homófoba; aunque ella lo niegue, ese discurso lo es”, agrega el showman de TVE, que parece tener claro que a los organizadores del evento les interesa la fama de la marquesa de Griñón.
“Les interesa su popularidad, su vestuario opusino, esos polvos metalizados extraterrestres en sus mejillas y, sobre todo, su declarada fe católica (...) No es mi estilo sermonear, pero, si tuviera que decirle lo que pienso, sugeriría un alejamiento de las malas compañías y quizás una disculpa explicita. Puedes ser buen católico sin convertirte en ultra”, defiende el venezolano, convencido de que “el mal del que habla Tamara es una quimera”.