Bronca entrevista entre Risto y Willy Toledo en 'Todo es mentira': “Os jode bastante cuando os señalan”
Willy Toledo ha sido el gran protagonista de Todo es mentira este miércoles 18 de noviembre. El actor, que acaba de estrenar Los favoritos de Midas en Netflix, está de plena actualidad no solo por el buen funcionamiento de la ficción dirigida por Mateo Gil, sino por haber sido absuelto por un delito contra los sentimientos religiosos, a cuenta de un insulto contra Dios y la Virgen en una publicación de Facebook. La conexión con el intérprete parecía haber comenzado con buen pie, pero fue torciéndose a medida que se ponían en cuestión otros temas de índole política y empresarial, hasta acabar con un abrupto corte de conexión y un enfado supino del invitado: “Faltáis a vuestra palabra”, repetía.
Y eso que, como decimos, todo parecía marchar con relativa tranquilidad. Toledo, que había sido presentado como “el actor más boicoteado de España”, habló con claridad de la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid a su favor: “Estoy contento, pero es terrible que se siga habiendo delito de blasfemia en España, aunque le cambien el nombre”, decía sobre este proceso iniciado con la demanda de la Asociación de Abogados Cristianos, antes de pasar a hablar sobre el boicot del que había sido objeto en la última década.
“Es un secreto a voces, no me querían. Por suerte he podido tirar de ahorros, pero me pusieron la cruz por defender a mis compañeros”, afirmó, recordando que había podido mantenerse gracias a puntuales trabajos a las órdenes de directores como Pedro Almodóvar, en Los amantes pasajeros. Sin embargo, Toledo ya repetía que el tema del que quería hablar era Los favoritos de Midas. Se congratuló del buen funcionamiento en la plataforma de esta miniserie, que actualizaba el relato de Jack London, quien, como ya indicó Mejide y refrendó el actor, era un “socialista convencido”. “De cuando el socialismo significaba optimismo”, apostilló el presentador.
Toledo, a Risto: “Os jode bastante cuando os señalan”
Para entonces, la conversación ya había ido mostrando visos de torcerse. Toledo comenzó a señalar contra las grandes corporaciones mediáticas por seguir el “discurso oficial” y no fiscalizar a los poderes fácticos. Desde el plató del programa, Mejide y sus colaboradores empezaron a reírse visiblemente. “Cuando la propiedad de un medio de comunicación es de una gran multinacional española, es obvio que no va a permitir que se publique ningún tipo de reportajes publicando sus abusos, por ejemplo en Latinoamérica. Esto es una obviedad. ¿Todavía estáis negando que los medios podéis hacer y denunciar hasta cierto límite?”.
El conductor de la sobremesa de Cuatro aseguraba que a él nadie le había dicho qué discurso defender, a lo que el actor insinuó que se debía a que “la empresa sabe a quién contratar”. “Está claro que no conoces este programa. Te puedo asegurar que aquí nadie me dice lo que tengo que decir”, comenzaba a decir los rostros de Todo es mentira, entre risas. “Esta casa como cualquier otra sabe a quién contrata, y hay gente a la que no necesitan decirle nada porque saben que van a seguir el discurso oficial del régimen español. Tu discurso coincide con el oficial”, señalaba el artista, que luego añadía: “Os jode bastante cuando os señalan”.
“Sales todo el día en televisión, ¿cómo no vamos a saber lo que piensas? A no ser que no estés diciendo lo que piensas”, proseguía apuntando directamente al publicista y rostro de Mediaset, que seguía riendo ante las opiniones que escuchaba. “Detrás de todo esto hay una tremenda ingenuidad, que es lo que me enternece”. Para Toledo, la ingenuidad era “pensar que las televisiones nos informan”.
Risto, a Toledo: “A mí no me dice nadie de qué hablar”
Poco a poco, las opiniones políticas, de sobra conocidas, del que fuera protagonista de 7 vidas y Cuestión de sexo comenzaron a ser el eje de la entrevista, aprovechando las vinculaciones con la trama de la ficción que, insistía, tenía que promocionar. Toledo comenzó a hablar de su modelo ideal de las cooperativas de trabajadores por el que cual estos son los dueños de las empresas, como solución a la explotación del sistema capitalista; y citó a San Agustín para decir que rico “es ladrón o hijo de ladrones”. Mejide cuestionaba estas ideas, mientras la voces de uno y otro, así como del resto de tertulianos, se solapaba.
En última instancia, y tras señalar unos problemas con el retorno del sonido (problemas que Mejide y sus compañeros se tomaban como una “interpretación” para no responder a las preguntas), Toledo aseguró que los productores de Todo es mentira habían convenido con él un día antes las normas de la entrevista: “El pacto era que íbamos a hablar la mitad del tiempo de la serie y la otra mitad de la absolución. Cumplid con vuestro pacto”, sin haber acordado que se tocasen otros asuntos. Con la conversación en un tono ciertamente bronco, Risto negó la veracidad de ese pacto: “A mí no me dice nadie de qué hablar”.
“¡Faltáis a vuestra palabra!”, exclamó enfadado Toledo, antes de que el programa cortara dándole una austera despedida. Hubo tiempo, eso sí, para que pudiera verse al actor quitándose el pinganillo molesto y espetando: “¡No te jode!”.