Christopher Nolan pide perdón a Netflix por sus comentarios “poco diplomáticos”
Christopher Nolan se ha disculpado por los comentarios “poco diplomáticos” que realizó sobre Netflix el pasado mes de julio. El reputado director ha explicado a Variety que mandó un mensaje de correo electrónico a Ted Sarandos para pedirle perdón por las formas empleadas al hablar de las producciones cinematográficas del gigante de streaming.
“¿A quién le importa Netflix? No es más que una moda, una tormenta en una taza de té”, dijo el cineasta, al hilo de la polémica con la participación de Okja de Boon Jong-ho y The Meyerowitz Stories de Noah Baumbach, producidas por la empresa, en el último festival de Cannes. “Lo que ha definido siempre una película es que se vea en un cine. Que Netflix esté haciendo películas para televisión y que compitan en los Oscar o en el Festival de Cannes sólo significa que utiliza el cine como un arma de promoción”. Aunque se mantiene en sus postulados, hace autrocrítica y dice haber fallado al expresar su descontento.
“No hablé de la naturaleza revolucionaria de lo que han creado”
“Debería haber sido más educado”, reconoce el director de Dunkerque. “Dije lo que pienso, pero lo expresé de manera poco decorosa. No puse ningún ejemplo de la naturaleza verdaderamente revolucionaria de lo que Netflix ha creado. Es extraordinario, y no les guardé el debido respeto”, explica.
Mantiene su postura contra el VOD
En cualquier caso, remarca que su opinión sobre las fórmulas de distribución de la plataforma siguen sin ser de su agrado. “Desde que recuerdo se han lanzado películas directas a vídeo. Como director, cuando comenzaba en los noventa, tu mayor pesadilla era que estrenaran tu película en vídeo. No es nada nuevo, la novedad es que lo venden a Wall Street como si fuera innovador”.
“En cualquier otra industria, ya sea la del automóvil o cualquier otra, se controla cuando un producto sale al mercado”, insiste. “La idea de que el negocio del cine debería olvidarse de eso y simplemente ponerlo todo en circulación a la vez no tiene el más mínimo sentido. No es un buen modelo de negocio, la gente se dará cuenta con el tiempo”.
Nolan concluye que el actual panorama que tiende a equipara el cine con la ficción cinematográfica “eleva a la televisión pero degrada las películas”.