Han pasado más de dos meses desde que los concursantes de Supervivientes viajaran a Honduras para iniciar su aventura en el programa. La convivencia no sólo está teniendo consecuencias a nivel de enfrentamientos, amistades, accidentes y diversión en la isla, si no que también está afectando a la salud de los protagonistas del reality de Telecinco.
El último en haberlas comprobado ha sido Colate. Elegido por el público como expulsado de la semana pasada, fue este domingo cuando, por primera vez desde que iniciara el formato, se miró en el espejo. “¿Qué ha pasado? ¡Qué horror!”, fueron sus primeras palabras. El empresario acertó en su pronóstico sobre cuánto peso habría perdido desde que cayera desde el helicóptero. “Entre 12 y 15 kilos”, adelantó. Jordi González le dio la razón comunicándole que habían sido 12.
El ya exconcursante aprovechó para mandar un mensaje a sus sobrinas, sobre su color de pelo. “Que vean que mi rubio es natural”, defendió, “que siempre se ríen de mí porque se creen que en Miami nos tocamos el pelo”.
Expulsado tras regresar de su lesión
Colate sufrió un aparatoso accidente disputando una prueba de recompensa el pasado 23 de junio. El programa compartió su parte médico explicando que tenía una “fractura no complicada de clavícula derecha sin repercusiones en columna cervical ni dorsal, ni repercusión en pleura ni pulmón”.
Tras permanecer varios días bajo supervivencia médica, el concursante decidió regresar al concurso. Sin embargo, su vuelta fue breve, ya que la audiencia decidió este jueves que fuera el siguiente desterrado, salvándose Fabio. Al llegar al Palafito junto a Chelo y Mahi, el público volvió a votarle para que fuera el expulsado definitivo.