'Mira lo que has hecho' completa con brillantez su emocional viaje en Movistar
Berto Romero siempre planteó Mira lo que has hecho como una serie de tres temporadas. Una decisión puramente narrativa que fue ganando mérito a medida que su comedia acumulaba alabanzas con cada nueva tanda de episodios. Que Berto se dejara llevar por la satisfacción de estar haciendo un producto aplaudido para ir más allá de lo inicialmente planeado hubiese sido muy lógico. Al fin y al cabo, la industria televisiva ha funcionado históricamente así, a base de explotar series de éxito hasta las últimas consecuencias. En el caso de Mira lo que has hecho, la consecuencia última hubiese sido arriesgarse a resultar artificial tras haber hecho de la naturalidad una de sus grandes virtudes. Y eso es algo que su creador no podía permitir.
De ahí que cerrar ya la serie, por triste que resulte, sea una decisión digna de alabar y que debería darse más a menudo en la pequeña pantalla. Porque como dice el refrán, una retirada a tiempo es una victoria. Y en lo que respecta a Mira lo que has hecho, esa retirada ha acabado siendo de lo más triunfal.
La 3ª temporada potencia el equilibrio entre comedia y drama
Porque esta tercera temporada, aun presentándose como una continuación orgánica de las dos anteriores, cuenta con ese punto extra de ambición que exige toda temporada final de una serie. Algo que se nota formalmente en los prólogos marca de la casa, que en esta nueva tanda juegan con géneros tan dispares como el bélico, el terror o la ciencia-ficción distópica. Todos ellos empleados, a su vez, para que Berto pueda reflejar sus miedos e inquietudes diarias de forma irónica o mediante el uso de metáforas.
Pero más allá de estos inicios de capítulo, la temporada final en su conjunto, como ya pasara con la primera y la segunda, funciona como un reflejo de la vida misma. Un relato tragicómico que nos arroja toda clase de momentos para que sonriamos, nos emocionemos y, por qué no, para que también lloremos cuando la ocasión lo merece. Es, en resumidas cuentas, el broche de oro a un viaje de emociones donde tan pronto hemos esbozado una sonrisa como hemos recibido un puñetazo emocional en la boca del estómago. ¿Y no es así la vida, después de todo?
Ese equilibrio entre lo trágico y lo cómico, otro de los sellos de identidad de la serie, se ve aderezado en esta ocasión por un acercamiento al trabajo como cómico de Berto Romero. Hasta ahora le habíamos visto como padre primerizo o como padre primerizo que intentaba compaginar su vida profesional con la profesional. Pero en estos seis últimos episodios, sin embargo, una de las tramas principales pone el foco en las consecuencias que tiene ser humorista en los tiempos que corren, donde las redes sociales ejercen de juez popular y donde cualquier vídeo puede ser malinterpretado o manipulado hasta poner en riesgo la carrera de aquel que lo protagoniza.
Un broche de oro para un viaje brillante
El Berto de la serie es víctima de un vídeo sacado de contexto que pone de relieve la incapacidad de algunos para diferenciar entre lo que es realidad y lo que es ficción. Una disyuntiva que Mira lo que has hecho siempre ha utilizado a su favor a través del propio Berto y que en esta temporada permite a la serie sumergirse en el manido debate de los límites del humor. La comedia de Movistar+ lo hace de una forma que recuerda a otra compañera de género y compañía como es Vergüenza, pero mientras el protagonista de ésta última, Jesús Gutiérrez (Javier Gutiérrez), intenta aprovecharse de la situación para acabar comprobando que la fama, como los tuits, es efímera, aquí Berto Romero prefiere utilizar la cuestión para exponer las posiciones de las partes implicadas en el debate y dejar que cada uno saque sus propias conclusiones.
Una resolución muy propia de una serie que siempre ha invitado a la reflexión. A mirarnos en el espejo a través de una familia con la que ha resultado fácil identificarse durante todo este tiempo. En parte, gracias a la naturalidad y la coherencia con la que ha tratado las vicisitudes propias de la vida. La aventura de Berto y Sandra (maravillosa Eva Ugarte una temporada más) comenzó girando en torno a la paternidad y ha terminado como tal, pero por el camino nos ha presentado una serie de ideas que tocan de cerca incluso a los que no somos padres. Un universo tan humano como coherente consigo mismo.
Y dentro de esa coherencia se incluye el momento de decir adiós. Las despedidas son siempre amargas, y más cuando la serie acaba con la sensación de que podría seguir explorando la relación de Berto y Sandra con su entorno. Quién sabe si así ocurrirá en el futuro. Por ahora, lo mejor irse así, en lo alto. Completando un viaje brillante que coloca a Mira lo que has hecho como una de las grandes series de nuestra historia reciente.
* Los dos primeros capítulos de la temporada 3 de Mira lo que has hecho se estrenan este jueves 18 de junio en Movistar. Los cuatro restantes se emitirán sucesivamente los dos próximos jueves