Qué hay que esperar (televisivamente) de la llegada de Broncano con 'La Revuelta' a RTVE tras ser politizada

La polémica creada en torno a la contratación de David Broncano por parte de RTVE parece haber logrado opacar el que es el gran fichaje televisivo de la temporada. Porque, pese a todo, lo cierto es que es únicamente eso: un presentador de televisión que ficha por una cadena distinta a la que estaba. Un fichaje más, en realidad, aunque de los de primer nivel.

Pero la enorme expectación ante el estreno de La Revuelta en La 1 de TVE este lunes 9 de septiembre (a las 22:40 horas), que se demostró ya esta semana en su presentación en el FesTVal de Vitoria, demuestra que no es un proyecto más. A nivel televisivo, porque supone una apuesta firme e importante de la cadena pública por el access y la primera parte del prime time, una manera de intentar mitigar el impacto de El Hormiguero y de no afectar a sus grandes apuestas nocturnas por enfrentarse a Pablo Motos.

Lo que fue inesperado es que un fichaje televisivo se convirtiese en “un asunto de Estado”, como se quejó amargamente el propio Broncano durante la presentación. No en vano, su fichaje acabó costando el despido del director general de Contenidos de RTVE, y la destitución de su presidenta interina. En verTele ya analizamos las verdades de la contratación, que desde antes de producirse generó bulos para torpedear el acuerdo lanzadas desde medios conservadores.

Primero apuntando a su presupuesto, hasta que se demostró que era más barato que la oferta que va a sustituir, 4 Estrellas. Refutado ese argumento falso, pasaron entonces a situarlo como “una petición de La Moncloa, de Pedro Sánchez”, a pesar de que los programas de Broncano nunca se han significado políticamente, y que obviamente no se tiene constancia de ello ni han aportado ninguna prueba. A fuerza de repetir ese mantra, han conseguido que cale y que parezca verdad.

Sus rivales televisivos tienen buena responsabilidad de ello. Hasta en dos ocasiones lo ha afirmado El Hormiguero, con Juan del Val directamente asegurando que “Moncloa interviene para hacerle daño a este programa”. También otro programa de Antena 3 como Espejo Público, con Susanna Griso. Un argumentario que luego repitió en el Congreso Feijóo, de hecho haciendo un guiño a El Hormiguero. Y que también ha mantenido Ana Rosa Quintana, siendo recientemente más rotunda en una entrevista con Bluper: “Me parece un escándalo que el fichaje de Broncano por TVE se haga en la Moncloa”. A fuerza de repetir, pese a no demostrar, el mantra parece haber calado. Y no hay ni un atisbo de análisis televisivo, categoría a la que realmente pertenece este fichaje.

Todos ellos han conseguido que el fichaje de Broncano, en realidad llamado a simplemente mejorar la audiencia de La 1 en esa franja, sea visto únicamente como una estrategia política para debilitar a El Hormiguero, al que los mismos críticos consideran y apodan como “el programa que más daño le hace a Pedro Sánchez”. David Broncano, que jamás ha politizado ninguno de sus programas, se ha visto presentado como una especie de vengador de la izquierda para combatir a la derecha mediática, al frente de la cual no parece tener problema en situarse El Hormiguero, dado que tanto el propio programa como su cadena lo definen de esa manera. La politización de El Hormiguero es clara desde la pandemia, cuando incluyó una mesa política para tal fin, pero al mismo tiempo el programa de Pablo Motos quiere seguir presentándose sólo como entretenimiento. Mientras, David Broncano nunca ha dado ni un solo paso para politizar sus contenidos.

Broncano recalca su “utilización mediática y política”

Pese al señalamiento directo de buena parte de sus “compañeros”, David Broncano prefirió no personalizar y hablar en genérico durante la presentación, visiblemente molesto por lo sucedido. El cómico, mucho más serio de como suele dejarse ver públicamente, señaló “el nivel de retorcimiento de la historia y el nivel de cosas falsas que se han dicho, y de utilización mediática y política que se ha hecho”, y zanjó: “Se ha convertido en un asunto de Estado, creo que injustamente, y se han dicho cantidad de barbaridades y datos falsos buscando intereses personales, o mediáticos, o partidistas”.

Cuando más tarde los periodistas le preguntaron en concreto por la declaración rotunda de Ana Rosa Quintana, sí que respondió a El Televisero refiriéndose directamente a ella: “Eso se ha dado por hecho todo el rato, y no es verdad [...] La podría entrevistar, pero siendo un programa vergonzoso no sé si ella va a querer estar ahí [...] Pero desde luego en eso se equivoca, o no lo sabe, o lo modifica porque le interesa. Pero no es así”. Broncano también aprovechó para aclarar que el presupuesto del programa “por supuesto que no es para mí solo”, como en todos los contratos televisivos, y declaró que lejos de los que le acusan directamente de recibir 'una paguita', su intención “no es aprovecharse de lo público, es aportar a lo público”.

Se han buscado intereses personales, o mediáticos, o partidistas

Aunque los medios conservadores y sus rivales televisivos han conseguido que un fichaje de TVE parezca ser un asunto político, David Broncano sí ha intentado hablar de televisión. Y lo ha hecho con franqueza e ironía, reconociendo lo difícil que lo tendrán contra El Hormiguero: “Tenemos miedo a que El Hormiguero haga un 75% y nosotros un 1% de share”, y bromeando sobre hablar con Pablo Motos: “Puedo mandarle un mensaje para desearle suerte, pero ¿qué audiencia han hecho? ¿Un 35%? ¡Qué le voy a decir!”. En ese sentido, Ricardo Castella sí intentó resaltar el punto fuerte de La Revuelta, con dardo incluido: “Vamos a intentar que sea el programa más divertido que haya a esa hora. Si te gusta lo espectacular o lo caro hay otras ofertas. No podemos hacer algo tan espectacular ni tan caro, pero sí más divertido”.

Broncano no se escondió al valorar que tras tantos años en una plataforma como Movistar Plus+, donde La Resistencia no tenía la presión de los audímetros, ahora La Revuelta sí tendrá que dar la cara en ese aspecto vital para las cadenas generalistas: “Hay una parte cuantitativa que no podemos obviar”, reconoció el presentador. Fue la propia RTVE, en boca de su delegado de Contenidos Agus Alonso, el que quitó dramatismo: “Creemos que RTVE lo que tiene que aportar es variedad y diversidad. El Hormiguero es un programa clásico con su trayectoria y éxito, reconocimiento absoluto a ellos, pero venimos a ofrecer algo diferente. El éxito y la relevancia no lo vamos a medir solo lo por que suceda cada día frente al televisor. Creemos que mucha audiencia joven va a ir a La 1 porque le va a molar el evento, pero no debería ser el único criterio”.

Qué puede esperarse de Broncano en TVE

En circunstancias normales, el fichaje de Broncano por TVE ya habría sido suficientemente atractivo como para realizar un análisis televisivo. Y aunque la polvareda política lo ha dificultado, puede hacerse antes de su estreno señalando qué puede esperarse de la llegada de Broncano a TVE con La Revuelta:

  • Televisivamente, lo cierto es que Broncano llega a La 1 y se convierte en el gran fichaje de la temporada porque durante años ha triunfado con La Resistencia en Movistar Plus+. Si le hubiese ido mal, o si no hubiese tenido éxito en esa etapa, ni TVE ni ninguna otra cadena se habrían planteado su fichaje, menos aún para ser una pieza clave en su parrilla. Ese éxito en la plataforma es el que ha desatado un “miedo” irracional por si también lo traslada a la cadena pública. Y para medrarlo, al no haber argumentos televisivos, sus rivales y la derecha mediática han recurrido a un supuesto complot político con El Hormiguero como objetivo. Broncano se ha hecho un nombre y un hueco en la pequeña pantalla por su labor, su estilo y su programa. Y por eso TVE (como otras cadenas) ha querido ficharlo.
  • Incidimos en el “miedo” irracional porque si en vez de fabular con manipulaciones políticas se hiciese un análisis puramente televisivo, El Hormiguero y todos los que le apoyan en esta “guerra” creada desde la ideología deberían estar muy tranquilos: El Hormiguero va a seguir liderando. Puede decirse con rotundidad porque las tendencias televisivas no se cambian en un abrir y cerrar de ojos: que se lo digan a Antena 3, por cuánto le costó volver al liderazgo. O que se lo digan a Telecinco, que tras dominar durante años ahora atraviesa un duro desierto. El Hormiguero es un programa dominador de su franja, un killer format diario, que tiene un público fiel y que apenas variará su rendimiento sea cual sea la competencia. TVE y el propio equipo de La Revuelta, que conocedores de cómo funciona la televisión y su audiencia, lo saben y por eso no se ponen esa exigencia. Son los que atacan al programa los que le ponen ese listón, para luego presentar como un fracaso si no lidera, cuando lo cierto es que el milagro sería que lo hiciese.
  • Ya lo escribimos esta misma semana: fuentes de RTVE consultadas por verTele cuando el fichaje de Broncano aún se negociaba indicaban desde el primer momento que la intención realista no era que lidere, sino mejorar los datos del access y el primer tramo del prime time. Incluso cuantificaban una proyección diciéndonos que situarse en un 10%-11% ya sería visto como algo muy positivo. La exigencia no es que La Revuelta lidere, sino que mejore esa franja de La 1. Teniendo en cuenta que 4 Estrellas se mueve en un 6%-7%, ya es un objetivo tremendamente ambicioso. Y de lograrlo, estará lejos de ser un fracaso, aunque no lidere.
  • La llegada de Broncano a TVE también intenta rejuvenecer el público de La 1. Esto es un análisis más televisivo, menos efectista y polémico que la controversia política, pero un motivo de mucho mayor peso para su contratación. Como con el Grand Prix, la cadena pública busca atraer a niños y jóvenes, y Broncano ha destacado como un presentador especialmente conectado a esas nuevas generaciones. Habrá que esperar para saber si el consumo que hacen de él los jóvenes, que es más a la carta y a través de redes (con los primeros años de La Resistencia, el nivel diario de interacciones sólo lo superaban El Hormiguero y Pasapalabra), se traslada a una emisión lineal. Y también si los más mayores quieren entrar en el humor de su programa. Eso conformará su audiencia a corto plazo, pero a largo plazo La 1 también ficha un programa que permita que los jóvenes se acerquen a sus contenidos para convertirlo en una ventana a toda su programación.
  • Otro motivo televisivo para su llegada a La 1 es lo que permitirá tener un espacio fijo de access. En realidad, será un sufridor como ya lo ha sido 4 Estrellas, puesto que tendrá una doble misión: competir contra El Hormiguero, y permitir que las apuestas nocturnas de TVE no se vean las caras con el programa de Pablo Motos. Esta temporada, Telecinco y La 1 se han lanzado a intentar competir contra el espacio de Antena 3. En el caso de Carlos Latre con Babylon Show, se está viendo la verdadera dificultad -casi imposibilidad- para hacerlo. Broncano lo tendrá igual de difícil televisivamente, y quizás más por la utilización política que se ha hecho de su llegada, que le ha puesto en contra a buena parte del público que ni tan siquiera ha visto nunca entero su programa por emitirse en el pago. El propio Broncano insistió en ello como un punto a favor: “El programa como tal, completo de principio a fin, hay mucha gente que no lo ha visto nunca. Y eso ya es una novedad en sí misma. Poder ver el programa entero gratis, a una hora de máxima audiencia, es muy guay”.
  • Lo que principalmente puede esperarse de Broncano en TVE es que se atreva, pero de verdad. Si un equipo te ficha porque eres un extremo rápido y asistente, no puedes querer reconvertirte en un defensa correoso y contundente. Broncano y La Resistencia han sido fichados por la cadena pública porque su estilo transgrede, divierte, llama la atención y, sobre todo, entretiene. Y eso es lo que debe hacer La Revuelta, sin importar que ahora sea en una cadena pública y en abierto: debe seguir transgrediendo, divirtiendo, llamando la atención y entreteniendo. Si no lo hace, o no le dejan hacerlo, entonces sí habrá sido un fracaso. Desde este lunes veremos si se atreve y le dejan atreverse, o se edulcora y pierde su razón de ser.