Masterchef Celebrity expulsa contra todo pronóstico a Silvia Abril: “Se va la alegría”
La cuarta gala de Masterchef Celebrity vivió una eliminación que nadie esperaba, la de Silvia Abril por cocinar una mala bechamel.
Los aspirantes tuvieron rifirrafes con Pepón Nieto al no dejarse mandar, y Patricia Montero tildó de “golpe bajo” una decisión de Anabel Alonso.
La exigencia cada vez mayor hizo que los jueces pronunciaran dos de las valoraciones más duras.
Cocinando por relevos y desesperación con Pepón
Edu formó un primer equipo junto con Patricia y Pepón. Silvia, José y Juan formaron el otro bando. Y Bibi, Craviotto y Anabel, el otro.
Y cada uno tenía que arreglar una salsa bolognesa, ante la presencia del Chef Tumbarello del restaurante Don Giovanni, al que muchos de ellos habían ido.
Mientras el equipo de Abril estaba relajado, y el de Anabel de bromas, Patricia se desesperaba con las directrices de Pepón que le agobiaban. También viceversa, cuando Edu y Patricia mandaban a Pepón, estos se desesperaban con su actitud.
A posteriori, Edu se responsabilizaba de la situación y aseguraba que había sido “un mal capitán”. El resultado fue un plato “para gatos”, decía Jordi Cruz.
Seguidamente, el equipo más compenetrado fue el de Craviotto que llevó unos “retales” bien presentados. Aunque detectaron “defectos”, dijeron que la mejor parte no estaba en el plato: “Vuestro equipo ha trabajado de 10”, concluía el juez.
Y para finalizar, llegó el equipo de Silvia con un “canelón a tres bandas”. Para su sorpresa, la bolognesa no estaba bien cocinada y quedó un “batiburrillo insufrible” según Pepe.
Por lo que fue el equipo de Saúl el que salió vencedor y Anabel la que se llevó la ventaja.
Segunda prueba y discusión entre Jordi y Patricia
La prueba de exteriores se situaba en Huelva para cocinar un menú típico de la zona en Almonte, como homenaje al Rocío.
Anabel fue la encargada de repartir los dos equipos que quedaban así: los azules eran Pepón, Juan, Bibi y Saúl, mientras que los rojos eran Sílvia, Corbacho, Edu y Patricia.
Todos debían cocinar para 100 comensales a 45 grados de temperatura. Empezaron bien, con Anabel como capitana de ambos equipos pero con el tiempo casi no llegaron a la suficiente cantidad de platos.
“De habas hay poquitas”, avisaba Eva González a los comensales, mientras los aspirantes se felicitaban por el trabajo.
“Tengo una sensación agridulce”, decía Anabel al acabar, “algunos se han compenetrado mejor que otros pero por actitud y trabajo, los 8 lo han hecho muy bien”.
Jordi Cruz tuvo unas duras palabras para el equipo rojo al que vio derrotado y sin el espíritu necesario. Sobre todo, le llamó la atención a Patricia: “Estabas más derrotada que Edu y te quejabas tres veces más. Creo que has ido a remolque toda su prueba y no lo habéis dado todo”.
Pero Patricia le respondía defendiéndose: “No estoy de acuerdo. Para mí rendirse es dejar de trabajar, y yo no he parado ni un segundo”.
De esta forma, el equipo azul era el que recibía aplausos y Anabel sorprendió gratamente al jurado.
Prueba de eliminación: cada uno en su salsa
Para sorpresa de muchos, los que tuvieron que disputarse el delantal en la prueba eliminación, fueron: Patricia, Sílvia, Corbacho y Edu.
Bibi y Anabel celebraban el no tener que cocinar en esta fase por una vez, y disfrazadas de nobles romanas.
Cada uno de los aspirantes tenían que cocinar complicadas salsas que serían las protagonistas de un plato que inventaran.
Anabel fue la encargada de escoger qué salsa cocinaba cada uno, y lo hizo por azar, según estaban colocados frente a las salsas.
Una “estrategia” que según los jueces, “creo que le venía bien”. Jordi Cruz susurraba con el resto del jurado que le daba “la sensación que la de bearnesa, que a priori es la más complicada ya le venía bien que le tocara a Patricia. A veces se hacen los tontos, diciendo que es al azar pero es la estrategia”.
Desde su lado, Patricia decía que quería “pensar que ha sido el azar, porque no me ha ido nada bien, ya que es una salsa desconocida para mí y sería un golpe bajo”.
Llegaba el momento de la cata eliminatoria y el primer era Edu Soto con su American Ocean que tenía “cosas buenas y malas: puntos de cocción, salsa rica y emplatado terrible”. Pero su actitud “bestial” tanto, que se puso a imitar al Neng de Castefa:
Tras él, llegó Corbacho con una “salsa buenísima, perfectamente cocinado y la única pega, algo que lo unifique todo”. A lo que José quiso dedicárselo a su madre mientras se emocionaba: “Bacalao a la estrella, porque ella siempre me hace bacalao”.
Los dos veredictos más duros y expulsión sorpresa
Silvia Abril aseguraba que no estaba contenta con su plato “porque se ha quedado con una consistencia que no quería”. “Pedíamos que la salsa bechamel fuera la protagonista y has hecho un nada. Esto es media pata fuera”, sentenciaba Cruz.
Para finalizar, llegó Patricia con su plato “contenta” pero sin mucho convencimiento. “Es un plato durito y poco elaborado”, decía Pepe, “es un plato que no has pensado. Un batiburrillo, ibas perdida”.
Después de las críticas, Samantha remataba con un: “Te hace falta un poco de humildad en la cocina, y eso lo valoramos mucho”.
Deberíamos echaros a las dos pero las reglas del programa no nos lo permiten, desgraciadamente. La que debe abandonar las cocinas es Silvia.
Al escuchar el veredicto, Patricia le abrazaba, sus compañeros lloraban y exclamaban que se iba la alegría del programa.