Nuevo rifirrafe

Emma García y Avilés tuvieron su “encontronazo” semanal, con la presentadora pidiendo silenciar su micro

Emma García y Avilés tuvieron su "encontronazo" semanal, con la presentadora pidiendo silenciar su micro

Redacción

Este domingo volvieron a enfrentarse en Viva la vida la presentadora Emma García y su colaborador José Antonio Avilés. Y una vez más, la conductora del magacín dio un nuevo ultimátum al tertuliano, una historia que se repite ya que no es la primera vez, ni mucho menos, que le tiene que parar los pies.

La discusión se inició a causa del elevado tono del colaborador mientras se debatía sobre la presencia de Antonio David Flores en la despedida de Mila Ximénez. Emma García ya le había advertido en numerosas ocasiones de que sus gritos hacen que sea imposible escuchar los comentarios del resto. Por ello, la presentadora le dedicó una contundente advertencia después de que el colaborador tuviera una nueva salida de tono.

En un momento dado sobre el debate de si Antonio David actuó bien o mal, Avilés añadió que “le habían contado” que Mila Ximénez “no estaba de acuerdo con Antonio David” en torno al tema del documental de Rocío Carrasco. Fue en el momento en el que Enrique del Pozo iba a rebatirle cuando el colaborador dio un golpe en el suelo.

Ante esta actitud, la conductora del programa quiso zanjar: “Avilés, lo hemos hablado antes de empezar. Vamos a mantener un tono normal. No se te va escuchar más por gritar más. Es más, se te va a escuchar menos”.

El colaborador, por su parte, pareció no haberle hecho mucho caso, por lo que Emma García decidió continuar con su advertencia: “La próxima vez, como no tengo ganas de decírtelo más, porque yo no vengo aquí a decirte cómo tienes que hacer las cosas ni soy la profesora, te vamos a 'mutear' el micrófono”.

Ante esto, un Avilés descolocado le preguntó a qué se refería, sin saber el significado de 'mutear'. Y la presentadora se lo explicó: “A cortártelo. Es mucho más fácil que eso. Tienes muchas cosas que contar, Avilés, y te queremos escuchar, pero sin gritar”, le repitió.

Como parecía que el colaborador seguía sin prestar mucha atención a la advertencia, Emma quiso asegurarse de que la había entendido: “¿Has entendido bien? ¿O estabas pensando en lo siguiente que ibas a decir?”, concluyó.

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