Movistar+ estrenó este viernes 2 de abril los dos primeros episodios de la segunda temporada de Merlí: Sapere Aude, el spin-off de Merlí con Carlos Cuevas. Una tanda de capítulos que será la última y en la que Pol Rubio se enfrentará a un problema personal que trastocará su mundo, como analizamos en nuestra crítica.
“Objetivamente y deliberadamente es una temporada más madura y más adulta en la que mi personaje se enfrenta a un conflicto personal que marca el desarrollo del resto de los capítulos. Pero pese a este susto inicial, es una temporada muy luminosa y optimista”, celebra Cuevas en una entrevista con Vertele.
AVISO: A partir de aquí comienzan los SPOILERS del primer episodio de la segunda temporada. Lea bajo su responsabilidad.
El conflicto personal en cuestión es el VIH, que llega a su vida sin avisar y que permite a la serie reflejar desde un prisma optimista y actual una problemática que no suele tener hueco en la ficción española. “La responsabilidad existe desde el momento que me entero de que se va a hablar del VIH. Entendimos que no queríamos victimizar ni representar una realidad en la que nadie se sintiese reflejado”, explica el actor.
El intérprete, que lleva poniéndose en la piel del personaje de Pol Rubio desde hace seis años, recuerda todo el proceso de documentación al que se ha enfrentado para “poder representar esto con la mayor fidelidad posible”. “He visto todo el cine que hay de la temática, he leído bastante alrededor del tema, he estado en contacto con dos chicos VIH+ que me han asesorado, me han atendido, me han acompañado y han sido muy generosos a la hora de responder a todas las preguntas que tenía, y también por mi parte he hablado con médicos y con una asociación”, cuenta.
“Lo chulo de esta temporada es que ubica el VIH en un personaje que no es el estigmatizado que siempre se elige cuando se habla del tema. Ya se han encargado otras generaciones de estigmatizar el VIH alrededor de algunos sectores de población, y creo que es responsable por parte de Héctor Lozano [el creador y guionista, al que también entrevistamos] que se cuente desde el presente a través de un chaval que va a la universidad y que no hace nada mal”, añade Cuevas.
En esta temporada crucial, y final, Pol no tendrá a su lado a su hasta ahora inseparable Bruno tras la anunciada salida de David Solans. Sobre ello, el protagonista afirma que él no tiene poder en las decisiones de guion, que la vida son etapas y que está satisfecho con lo que ha vivido la pareja en temporadas anteriores de Merlí: “Me apetecía ver a Pol también en otras cosas y con otras parejas sentimentales. Personalmente no me parece mal”.
Ahora, de la mano de Axel (Jordi Coll), su personaje subirá un peldaño en cuanto a madurez. “Se encuentra con un adulto, con un tío que tiene las cosas claras y que está en otro lugar. Pol no va a poder hacer otra cosa que claudicar ante semejante ser humano estupendo que tiene delante”, avanza.
A su entender, Merlí: Sapere Aude no ha hecho más que evolucionar: “Me gusta que la serie esté viva, que no se repitan fórmulas desde el capítulo 1. La serie es dinámica y ha estado siempre muy abierta a explorar nuevos márgenes. Como actor, y como espectador, lo agradezco”. También se muestra satisfecho con el cierre, “un final muy digno y muy redondito” que tal como avanzó el creador, será definitivo.
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