Nuria Gago: “Si a determinada edad no eres madre, la sociedad da por sentado que algo no va bien”

La segunda temporada de Mira lo que has hecho está desde el 22 de febrero a disposición de los abonados de Movistar+ y si por algo destaca, de acuerdo a sus principales rostros, delante y detrás de la cámara, es por la capacidad de “reflejar la realidad”.

Así lo dice Javier Ruiz Caldera, que entra como director de esta nueva tanda. “Conecta de una manera muy real con cosas que te han pasado a ti o a tu entorno, a tu vecino, a tu familia...”, comenta a VERTELE. Tanto que, aunque no había escrito él los guiones (como en la primera temporada, son obra de Berto Romero, Rafel Barcelo y Enric Pardo) su mujer creyó que sí al leerlos, pues sentía que representaban muchos de los problemas y situaciones a los que se enfrentan en su día a día.

Esa misma sensación comparten Nuria Gago, que se incorpora en estos nuevos episodios, y Jordi Aguilar, que se mantiene como hermano ficticio de Berto. En el caso de la intérprete, la consideración anterior de Caldera se reafirma: “Yo no soy madre y afecta a otro nivel”, expone. “Mucha gente te pregunta qué edad tienes y si vas a ser madre, y si aún no lo eres, te dicen ”Congélate los óvulos“ [...] Me sorprende la facilidad da por sentado que si a determinada edad no has sido madre es que algo no va bien”.

Aguilar, por su parte, sí que conoce lo que es la paternidad y comparte las opiniones: “Me veo súper reflejado. He sido padre hace relativamente poco y todo me toca mucho. Lo único que quiero es dormir y que me dejen tranquilo”, ríe.

“El marrón de ser padre se amplia en esta temporada”

Sobre este trance, Caldera considera que la ficción crece exponencialmente con respecto a lo que pudimos ver en 2018: “Si la primera temporada contaba que ser padre es un marrón, en esta se cuenta cómo influye a la pareja, amigos, familia... El marrón se amplia a otros campos”, desgrana.

Uno de los puntos fuertes del argumento que presenta Mira lo que has hecho en su regreso a las pantallas es el planteamiento metatelevisivo, por el cual Berto está rodando una serie sobre su paternidad dentro de la misma serie. Para rizar el rizo, Carlos Therón, responsable de la primera temporada, se interpreta a sí mismo como realizador de esa serie. “Ha sido una experiencia”, reconocía Caldera, que comenta con humor el lío que había al rodar las escenas, con equipos técnicos duplicados en la ficción y la realidad: “El juego de espejos era un cacao absoluto. Es un reflejo de lo que pasa el personaje de Berto en su cabeza, que no sabe cuál es su familia de verdad”. Una prueba más, explica, de “la complejidad de las tramas”.

No ha sido el único aspecto divertido que ha dejado este rodaje. Gago nos cuenta el poder de las barrigas falsas de embarazada que tuvo que llevar: “Hay algo hipnótico en las tripas fake. Son como pelotitas anti estrés”. Aguilar, por su lado, recuerda la “escena de acción más dura que he hecho en mi vida”: comerse cerca de una decena de bollos “Pantera Rosa”, que detesta: “Yo quería que fueran palmeras de chocolate, pero Berto me hizo comerme lo que no me gusta”, cuenta. “Es una relación un poco tóxica”, ríen.