Tras el primer mes de invasión rusa

'Lo de Évole' impactó con 5 frases de niños supervivientes de guerras: “No puedo sonreír”

Teresa, Meera, Emile y Maja en 'Lo de Évole'

Paula Hergar

3 de abril de 2022 23:01 h

Si el pasado domingo, Lo de Évole dedicó su entrega a celebrar el aniversario de Belle Époque, esta semana el tono ha sido muy distinto. Tras un mes de guerra en Ucrania, el programa de laSexta ha hablado con cuatro niños y niñas supervivientes de las guerras de Siria, Ruanda, Bosnia y la II Guerra Mundial.

Jordi Évole habló con cuatro personas que lograron sobrevivir a conflictos bélicos para reflexionar sobre las cicatrices que dejan tras de sí, en las personas que las sufren y cómo estas consecuencias se repiten.

“Teresa, Meera, Emile y Maja lo sufrieron en Gernika, Leningrado, Siria, Ruanda y Sarajevo, respectivamente. Pero hay un hilo invisible que los conecta también con Ucrania. Pueden cambiar el escenario, la fecha y el color de la piel, pero no el trauma que provoca”, señalaba el presentador desde sus redes sociales para arrancar el programa:

Las cinco impactactes declaraciones de los protagonistas

La entrega de este 3 de marzo fue una de las más duras que ha emitido el programa, sobre todo por el momento en el que se emitió. “En lo que ha durado el programa, 3.600 niños ucranianos se han convertido en refugiados”, recordaron desde las redes del espacio, para subrayar que no es algo pasajero, sino que está pasando en el presente.

Por ello, las declaraciones de los protagonistas fueron aún más impactantes. Teresa, de 95 años, fue la primera en aparecer en la entrega. Una de las niñas que abandonó España durante la Guerra Civil para trasladarse a la Unión Soviética, en la que vivió el estallido de la II Guerra Mundial y el sitio de Leningrado.

Sobrevivimos porque no se pensaba en uno mismo. Pensaba en Ignacio, en cuándo volvería a verle. Llevaba siempre su fotografía”, expresó aún con lágrimas en los ojos, recordando el joven del que se enamoró y que nunca volvió a ver por la guerra. “Vendían carne humana, pero la comíamos callados sin preguntar”, añadía sobre aquellos días de doble guerra.

Con tan solo 11 años, Meera vivió la guerra de Siria en la ciudad de Homs. Un conflicto que sigue en activo, aunque no se le preste atención mediática. Algo que ella misma denunció en varias ocasiones y manifestaciones en España y que le ha afectado a nivel persona: “Ya no puedo volver a Siria porque según el régmen soy activista y hablé en contra de él”.

Emile habló sobre su experiencia en la guerra civil de Ruanda, que tuvo lugar entre 1990 y 1994 y que le marcó para siempre: “La guerra me robó la juventud, la adolescencia y la esperanza de vivir”, aseguró contundente. “No puedo sonreír. Cuando me casé era incapaz de sonreír. Ahí fue cuando entendí que habíaa algo que no funcionaba”, explicó. A la vez que relató a Évole que no sabe qué pasó con su madre en la guerra: “Creo que ha muerto y nunca supimos lo que pasó con mamá. Si se lo preguntaba a mi padre me daba una bofetada. Si de algo me arrepiento es de no haber hecho más preguntas y mirar para otro lado pensando que volvería”.

Por último, Maja tenía 18 años cuando la guerra de los Balcanes estalló en Sarajevo. A pesar de que consiguió escapar, tuvo que pasar por un campo de refugiados en Austria antes de llegar a España, lo que supuso una vivencia traumática para ella. “Una guerra no se supera nunca. El lugar de donde vienes ya no existe. Y no tener un lugar al que volver es lo peor que te puede pasar. Yo voy a ser una persona sin lugar toda mi vida. Lo sé, es muy duro”, confesó.

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