“Después de casi 300 coreografías, medio centenar de actuaciones musicales, workshops, mucho talento, esfuerzo, y superación, ha llegado el momento de crear el recuerdo más importante: el de la ganadora o el ganador de Fama, ¡a bailar”, con esas palabras arrancaba una emocionada Paula Vázquez la gran final del talent de #0.
Desde Vertele hemos vivido in situ la gala. Un cierre que dejaba sentimientos agridulces entre los concursantes, equipo y hasta la cadena que despedía uno de sus grandes aciertos de la temporada.
Adrián, Ester y Pablo ocupaban el resto del podium de finalistas mientras Wondy se alzaba como ganadora de los 30.000 euros para continuar con su formación.
Adrián y el baile sobre su aceptación personal
Adrián fue el primero en salir a escena con una propuesta de “aceptación personal con una coreo llena de guiños a sus compañeros y profesores”.
Los profesores halagaban desde los movimientos del concursante, hasta el vestuario y puesta en escena con vídeos de su paso por la Escuela.
El baile de Ester contra la violencia de género
La apuesta de Ester transmitió el dolor por una de las lacras de nuestra sociedad: la violencia de género.
La valoración de su baile fue muy positiva, asegurando que “era la primera vez que la veían dejar un trozo de ella”, además de ver que había “entrado una ”adolescente en la Escuela y salía una mujer impresionante“.
Pablo deja atrás los miedos y apuesta por una coreo arriesgada
El tercero en salir a la pista de baile fue Pablo, que se había reservado unos trucos que nunca había hecho para el final de la actuación.
Los profesores le agradecían insistentemente su “profesionalidad, disciplina y respeto por la danza”. Además, señalaban su apuesta sin miedo “a arriesgar y bailar desde el corazón”.
Wondy dedica su último baile a su padre
La última que actuó fue Wondy que hizo una “coreo dedicada a una persona muy especial: su padre”.
“La piel de gallina”, decían los profesores tras verla bailar y exclamaban: “Viva la danza con mayúsculas”.
El reencuentro con los compañeros
El plató estalló en aplausos con la reaparición de todos los exconcursantes que habían pasado por la Escuela. Tras su actuación, Pablo; Ester, Wondy y Adrían corrieron a abrazar a sus antiguos compañeros y el público gritaba de emoción:
Y la ganadora es... ¡Wondy!
Como es habitual, antes de conocer al ganador supimos quiénes ocupaban el resto de podium: Ester se alzó como la cuarta clasificada con un 14,1%, el 18,1% de los votos fue para Adrián que se convertía en el tercero, el segundo fue Pablo y Wondy era la ganadora.
El plató se llenó de confetti, los compañeros y profesores se abalanzaron sobre ella que había caído al suelo de la emoción y el público vitoreaba su nombre.
“No me lo esperaba para nada”, decía ella.
Lo que no se ve en TV
La experiencia de visitar la gala final del talent de Zeppelin nos dejó conocer momentos que las cámaras nunca enfocan. Desde los encargados de limpiar la pista de baile cada vez que acaba un número:
La complicidad entre los finalistas entre los vídeos, cuando las cámaras no le enfocaban:
La entrega de un público de fans del formato y los concursantes que estuvieron más de dos horas de pie bailando y aplaudiendo cada actuación y palabras de los protagonistas:
Tampoco se ve en cámara, ni se aprecia en una imagen la capacidad de improvisación de Paula Vázquez, que en numerosas ocasiones, sobre todo al despedir y transmitir a los concursantes sus sentimientos, no se apoyaba en el cue, sino que dejaba cualquier guion de lado para abrirse en canal.