Telecinco abrió las puertas de GH VIP 6 con el pasado de los concursantes como eje central y unas historias abiertas que prometen tramas adictivas.
Mónica Hoyos, Ángel Garó, Aurah Ruíz, Darek, El Koala, Oriana Marzoli, Makoke, Suso, Aramís Fuster, Verdeliss, Asraf y Chabelita tuvieron sus respectivas sorpresas con la llegada de Tony Spina, Techi y Miriam Saavedra que entrará el próximo domingo.
Los inquilinos se enfundaron en monos de trabajo para limpiar y recoger una casa sin comodidades ni privilegios en la que tendrán que esforzarse más que descansar. Algo que ocasionó los primeros roces entre ellos.
El pasado, el tema central del estreno
Jorge Javier Vázquez informaba a los espectadores de que los concursantes se reencontrarían con su pasado en la casa y así lo hicieron:
Mónica Hoyos habló con Carlos Lozano (y aún no sabe que compartirá casa con la ex de su ex), Makoke también contactó con Kiko Matamoros que estaba en plató, Chabelita y Aurah Ruiz se reencontraron con Techi (ex de Kiko Rivera), mientras que Oriana se topó con Tony Spina, su expareja de reality.
La entrada de los concursantes confirmados y los nuevos
Oriana fue la primera en entrar a la casa: “Espero ganar, eso lo primero. Y sobre todo, no agobiarme tanto!”, confesaba al presentador cuando conectaba en directo. Y tras anunciar su entusiasmo le hacían atravesar la puerta y se encontraba con una casa totalmente sucia, con gallinas, avestruces, cabras y un burro por todos lados.
Si no era suficiente para Oriana el susto de toparse con los animales persiguiéndola, aún le quedaba saber que Tony Spina - su expareja al que conoció en Mujeres y Hombres y Viceversa- también era concursante.
Mónica Hoyos era la tercera concursante que cruzaba las puertas y que también tenía una sorpresa reservada: Lozano deseándole suerte desde plató, una llama peruana y Miriam Saavedra como nueva compañera que entrará el próximo domingo en el Debate.
Turno de Ángel Garó que explicaba que entraba para que la gente le “conozca mejor con cosas que ni yo mismo me doy cuenta”. Tras él llegaba Makoke, “la mujer de la vida de Kiko Matamoros”, como él mismo expresaba en plató.
Jorge Javier reunía a todos para contarles que en la casa no habrá ningún tipo de privilegios, de hecho, no habrá ni agua.
Aramís Fuster y Chabelita eran las siguientes en hacer su entrada. La bruja lo hacía adornada de plumas tanto por la cabeza como en su vestido y asegurando que es la máxima autoridad del ocultimo, amante de Obama, de Gadafi y que nunca lleva ropa interior. Esto último lo demostró en directo cuando salió del confesionario y al recogerse la falda, se desuidó y enseñó sus partes íntimas.
Mientras la hija de la Pantoja esperaba en una habitación con una camiseta que hacía un guiño a la cantante. La concursante esperaba en una habitación a que entraran sorpresas del pasado... y la primera era Techi: expareja de Kiko Rivera (su hermano) y casada durante 21 días con Alberto Isla (su ex).
Los siguientes en aparecer fueron la youtuber Verdeliss y el Míster Universo Asraf. Y los últimos Darek y El Koala.
El trabajo provoca los primeros roces
La casa que se encontraron los 14 estaba sucia, desordenada y llena de animales. Por lo que todos tuvieron que meterse en un mono de trabajo y limpiar.
Eso provocó los primeros malestares de unos concursantes que esperaban estar rodeados de lujos y comodidades. Una de las más incómodas era Oriana que aseguraba no estar pasándolo bien. A la vez Aramís había ido a saludarla y esta se apartó porque la bruja le había criticado en el Deluxe.
Ese fue el primer roce de la edición que acababa con Aramís pidiendo que no la sacara de quicio que quería tener la fiesta en paz.
Minutos más tarde, Oriana rompía a llorar: “Estoy agobiadísima”, decía la concursante que ya abandonó Supervivientes por la incomodidad que suponía vivir en una isla y esperaba poder aguantar más en este formato.
Por si fuera poco, solo les dejaron coger dos maletas al azar y compartir el contenido con el resto de compañeros. Al abrirlas, una era de Tony Spina, el que se lamentaba porque valoraba mucho su ropa y no quería que nadie más la usara: “Que sigan flipando”, exclamaba a lo que Suso le respondía que él no le había pedido nada.
Por el contrario, el propietario de la otra maleta era Asraf que aseguraba que él sí que compartiría todo su contenido si le hacía falta al resto.
Y así acababa un estreno que presentó a unos concursantes con perfiles atractivos, dio sorpresas dentro y fuera de la casa, dejó algunas para más adelante y sembró los primeros roces y lazos entre este jugoso casting.