El Gobierno interviene de forma drástica para solucionar el bloqueo interno del Consejo de RTVE. Según ha anunciado el Ejecutivo la mañana de este martes, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha aprobado un decreto para cambiar el sistema de elección de los consejeros de la corporación, rebajando la exigencia de lograr dos tercios del Congreso para poder ser aprobados si logran mayoría absoluta en una segunda vuelta.
El ministro Óscar López ha ejercido de portavoz para explicar cómo quedará el máximo órgano de gestión de la corporación pública: “El Consejo de Administración de Radio Televisión Española pasará a tener 15 miembros. 11 de ellos serán elegidos en el Congreso, y 4 de ellos en el Senado. Seguirá siendo por mayoría de dos tercios. La composición del Consejo respetará el principio de presencia equilibrada, no podía ser de otra forma, entre hombres y mujeres, tal y como establece la ley que aprobó este Gobierno para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y la ley de paridad”.
La novedad la ha anunciado a continuación: “Para evitar situaciones anómalas, como las que estamos viviendo en la actualidad, esta forma de elección de los dos tercios incluirá una fórmula de desbloqueo para la elección del Consejo. En caso de que no se apruebe en primera votación por dos tercios, será por mayoría absoluta cuando no se alcance esa mayoría de dos tercios. Con esta fórmula y con el Parlamento actual, les garantizo que el próximo Consejo de Administración de RTVE será el más plural de la historia. Se lo garantizo”, ha asegurado el ministro, como ha recogido José Antonio Monrosi para elDiario.es y verTele. El PP ya se ha opuesto a este decreto del Gobierno.
El actual Consejo fue elegido, como marca la ley, por dos tercios de la cámara correspondiente, saliendo seis consejeros del Congreso y cuatro del Senado. Es decir, que ahora habrá cinco nombramientos más desde el Congreso, y el Senado mantendrá su aportación. El nuevo decreto cambia su número de miembros y su posibilidad de nombramiento, al introducirse en la ley la opción de que sea por mayoría absoluta en segunda vuelta, como ya se hizo de manera transitoria para aprobar a Rosa María Mateo como administradora única, y también para elegir a José Antonio Sánchez.
Es importante incidir en que será un Consejo nuevo. Los actuales consejeros levantarán sus mandatos (la mitad de ellos caducados), y se elegirá un Consejo nuevo de 15 miembros. Eso no quiere decir que no puedan “repetir” consejeros que ya están, pero sí que será un nuevo mandato en todos los casos.
Maniobra del Gobierno para garantizar la mayoría en el Consejo
Más allá de la explicación política, lo que este decreto supondrá para RTVE es que el Gobierno y sus socios se garantizarán tener la mayoría del nuevo Consejo, manteniéndose la politización del órgano y volviendo a decantarse por el acuerdo político en lugar de la profesionalización y reconocimiento de méritos en la corporación pública.
La situación ha sido tan extrema como la que ya hizo que en 2018 se optara por la figura de una administradora única, Rosa María Mateo, y también viene motivada por el bloqueo impuesto principalmente por parte del PP. El Partido Popular cuenta con mayoría en el Senado, por lo que parece que esos 4 consejeros podrán ser designados por el partido de derecha a través de esa cámara.
La principal novedad vendrá en el Congreso, que ahora nombrará a 11 consejeros de RTVE. Dada la imposibilidad de alcanzar acuerdos para llegar a los dos tercios de la cámara y así proceder a la renovación del Consejo, ya que el PP se ha negado siempre a toda opción de negociación, ahora bastará una mayoría absoluta que el Gobierno formado por el PSOE y Sumar, junto a sus socios, podrán alcanzar para nombrar a los consejeros.
Falta saber el “reparto” que llevarán a cabo los dos partidos que forman el Gobierno (PSOE y Sumar) junto a sus socios (ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria). El nuevo decreto apunta a que tendrán 11 consejeros para “repartir”, y si los socios ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria tienen uno cada uno, los cinco puestos restantes deberían repartirse entre PSOE y Sumar, teniendo también en cuenta que Podemos tiene actualmente un representante. Las cuentas son difíciles, y quizás alguno de los socios de gobierno no tengan representación en el Consejo. En cualquier caso, por eso el ministro López ha garantizado que “el próximo Consejo de Administración de RTVE será el más plural de la historia”.
Por qué se renueva el Consejo tras quedar bloqueado
El actual Consejo de Administración de RTVE fue nombrado en febrero de 2021, tras un acuerdo político entre PSOE, PP, la extinta coalición Unidas Podemos y PNV. Además de la presidencia de Tornero, sus otros nueve miembros fueron designados tres por el PSOE (Concepción Cascajosa, Elena Sánchez y Ramón Colom), tres por el PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio), dos por la extinta Unidas Podemos (Roberto Lakidain y José Manuel Martín Medem) y uno por el PNV (Juan José Baños).
En septiembre de 2022 Tornero dimitió como presidente arrinconado por las críticas a su gestión y después de virar en favor de la mayoría del PP, a la que se llegaba gracias al “transfuguismo” de Ramón Colom. Se nombró presidenta interina a Elena Sánchez, y el Consejo quedó conformado por nueve miembros ya que para nombrar a un sustituto de Tornero hacía falta alcanzar dos tercios del Congreso, pero el reparto parlamentario había cambiado y el PP ya bloqueó ese relevo. Los tres consejeros del PSOE fueron ganándose las mayorías en base a convencer a los dos de Unidas Podemos y al del PNV, siempre con el PP en contra.
Los cambios políticos y el frágil equilibrio interno hicieron que los dos consejeros de Unidas Podemos se dividiesen: Lakidain, más próximo a Podemos, siguió votando habitualmente junto a los del PSOE, mientras que Medem, proveniente del PCE, integrado en IU, y a su vez en Sumar, se desmarcó para intentar que Sumar monopolizase esa cuota y hacer desaparecer a Podemos del reparto, ya que el partido había reducido su presencia en el hemiciclo. Con el Consejo dividido 4-4 y el consejero del PNV como bisagra, Elena Sánchez tuvo que aproximarse al “otro bando” liderado por el PP y empezó una alianza con Medem.
Tanto el bloqueo del Consejo como esa alianza Elena Sánchez-Medem quedaron demostrados en marzo de 2024, cuando la presidenta interina fue cesada tras despedir al director de contenidos. En ambas votaciones, los tres consejeros del PP votaron a favor. Al reorganizar el Consejo y nombrar a Concepción Cascajosa como nueva presidenta interina provisional, la alianza Sánchez-Medem se demostró al exigir también la cabeza del secretario general de RTVE, que se había posicionado contra la gestión de Elena Sánchez como presidenta.
Durante su interinidad provisional, el Consejo que preside Cascajosa pasó a tener tres grupos, y no dos: el primero con dos consejeros del PSOE (Cascajosa y Colom), Lakidain por Podemos/UP y Baños por el PNV; el segundo con los tres consejeros del PP; y el tercero formado por Elena Sánchez y Medem, que han tenido la capacidad de sumarse a los tres del PP y hacer caer las propuestas del otro grupo encabezado por la presidenta.
De los nueve miembros del actual Consejo de RTVE, cinco consejeros tienen el mandato caducado desde marzo. Son los tres del PP (Castro, Sastre y Aparicio), Colom del PSOE, y Baños del PNV. La imposibilidad de lograr un acuerdo parlamentario para su renovación ha provocado que sigan en sus puestos, evidenciando también el callejón sin salida en el que se encontraba el Consejo.
En este “juego de tronos” interno, el último capítulo se vivió el pasado 24 de septiembre, cuando se acababan los seis meses de provisionalidad de Cascajosa y debía votarse su continuidad o no como presidenta. Ante la imposibilidad de alcanzar ningún acuerdo, el Consejo se suspendió por no poderse hacer votación secreta mientras había un voto delegado y otro telemático.
De esta forma, se ganó tiempo para preparar este anuncio que ahora ha realizado el Gobierno: un decreto que rebaja la exigencia para nombrar consejeros de RTVE, y rompe el bloqueo del PP al mismo tiempo que garantiza la mayoría del Consejo para los partidos del Gobierno y sus socios. De nuevo, un reparto político para gestionar la corporación pública.