Nos colamos en 'Las chicas del cable': los entresijos de una serie Netflix
'Las chicas del cable', la primera ficción española de Netflix, llegará a la plataforma el próximo 28 de abril.
Vertele pasó un día en el rodaje de la serie producida por Bambú para conocer los secretos del decorado que dará vida al Madrid de 1928, las curiosidades de un vestuario casi idéntico al de la fecha y la experiencia que están viviendo las protagonistas: Blanca Suárez, Nadia de Santiago, Ana Fernández, Ana Polvorosa y Maggie Civantos.
A continuación el primer teaser que lanzó la plataforma:
Así nacieron 'Las chicas del cable'
“Netflix se puso en contacto con nosotros para que le sugiriésemos ideas y trabajar juntos. De todas las que le enviamos, 'Las chicas del cable' les enamoró y aquí estamos”, narraba Ramón Campos - creador y productor-.
Y es que a la plataforma le funciona de forma muy exitosa las series de Bambú como 'Velvet' o 'Gran Hotel', por ello, no es de extrañar que apostaran por una historia de mujeres y una factura exquisita, propias de la productora.
“Una serie con ingredientes para que le guste a todo el mundo” describen las actrices. Ellas encarnarán a las primeras teleoperadoras que existieron en nuestro país cuando la compañía desembarcó en la península. Un guiño que no esconden los creadores, con lo que ha supuesto la llegada de Netflix en la actualidad.
Desde esos revolucionarios años 20, los celos, envidias y traiciones se mezclan con la ambición, la amistad y el amor de los personajes de 'Las chicas del cable'.
Maggie Civantos da vida a Ángeles: “la más conservadora”
Maggie interpreta a Ángeles, “la veterana de la empresa”, en palabras de la propia actriz, “es la más conservadora de todas” y “una mujer atrapada por el miedo” que se irá desprendiendo de todo eso a lo largo de la primera temporada. En contraposición, avanza Maggie, “le ocurrirán cosas muy injustas”.
Ángeles es madre de una niña por la que siente “amor absoluto” y una mujer casada. “Es una mujer muy frágil”, continúa la actriz, “que poco a poco se irá haciendo fuerte” y a la que “le gustaría ser libre”, algo que condicionada por la época, por la educación recibida y por su propio miedo, se encontrará con “ese quiero pero no puedo”.
Incluso, se encontrará “con tres grandes problemas en su vida” que iremos descubriendo conforme avance la entrega: “Me gusta muchísimo mi trama porque la veo muy actual”, nos explicaba Maggie al respecto, “A día de hoy, creo que muchas mujeres se pueden sentir reflejadas en esta Ángeles”. Por último, apunta, su personaje “es una mujer muy exigente consigo misma y que siempre busca ser la mejor, pero no por ambición, sino porque se lo toma como un deber”.
Ana Fernández es Carlota: “la pija y rebelde”
Ana Fernández es Carlota, perteneciente a la “clase alta” y la más “pija” de todas, comenta la intérprete. “Lo que pasa es que ella compagina todo eso con un espíritu más rebelde, ya que busca ese trabajo [en la compañía telefónica] para huir de esa cárcel con la que, aunque cómoda, no está de acuerdo”.
“Es una chica muy moderna, tengo o no pareja”, prosigue Ana, tanto en su “manera de vestir, de pensar, maquillarse... ella va siempre provocando, pues es el arma que tiene para ser rebelde”. Por otra parte, su carácter hace que se tome “todos los conflictos a cachondeo”. No obstante, adelanta la actriz, “habrá un momento en la temporada en la que ”va a chocar más ver a Carlota mal“ por esa personalidad que tiene de ”pasárselo todo por el forro“.
En cuanto a la parte más personal, “tendrá una crisis de identidad en ciertos aspectos que creo que, para la época, es bastante rompedora”, comenta Ana, que añade con humor “y que si tuviera que ser un animal sería una ardilla porque no para de moverse y siempre está sonriendo”.
Nadia de Santiago es Marga: la más frágil y perdida
El papel de Marga le corresponde a Nadia de Santiago, quien, “siguiendo el tema de los animales, yo sería un 'pollito'”, explica la actriz. Marga procede de un pueblo, quien después del fallecimiento de su madre, su abuela le ofrece “la oportunidad de presentarse a una prueba para ser operadora de la compañía telefónica en Madrid”.
Al principio, “todo le desborda”, continúa Nadia, “ya que para ella todo es nuevo y no sabe hacer casi nada”. “Pero poco a poco”, avanza, “con ayuda, sobre todo, de Carlota, que es su contrapunto, irá evolucionando”.
Blanca Suárez es Lidia: la más misteriosa con un pasado que le persigue
Blanca Suárez se pone en la piel de Lidia, quien “llega a la compañía de telefonía casi por casualidad”, pues “necesita una serie de cosas”. No obstante, “sin buscarlo ni quererlo, de repente se encuentra con una parte muy importante de su pasado con la que creía que nunca jamás iba a volver a toparse”.
Este personaje ha tenido una infancia difícil marcada por varias “decepciones” y “soledades”, asegura la intérprete, “y también ha tenido que aprender a sacarse las castañas del fuego”, lo que le ha vuelto una persona “absolutamente independiente”.
Sin embargo, “la aparición de varias personas en su vida -entre ellas las otras tres protagonistas-, le hará entender que hay que quitarse la armadura muchas veces en la vida”.
Ana Polvorosa es Sara: “la jefa de ellas”, revolucionara y feminista
Finalmente, Ana Polvorosa encarna a Sara, “es una mujer muy disciplinada en el trabajo y muy profesional; sabe perfectamente lo que tiene que hacer y lo que quiere”, explica la intérprete. Además, añade, “no tiene prejuicios, no tiene tapujos y tiene una mente muy abierta; no tiene límites en ese sentido”.
Es una joven “más revolucionaria, más feminista, sufragista, que colabora en charlas para defender los derechos de la mujer”. En resumen, es una mujer “con carácter y seguridad en sí misma y la jefa de las cuatro chicas”.
La situación de la mujer en la serie: pasado y presente
'Las chicas del cable' es, como comentábamos al principio, una serie ambientada en el Madrid de 1928, un momento delicado para la mujer, ya que continuaba siendo reducida, en mayor medida, a la profesión de ama de casa.
“Creemos que fue una oportunidad para las mujeres de los años 20”, comentan en referencia al nacimiento de la compañía telefónica. Una oportunidad que, tan lamentable como curiosamente, se prolongaba “hasta que se casaban”.
En ese caso, “él podía seguir trabajando, pero ella no, que volvía a casa a cuidar de su familia”.
'Los chicos del cable', personajes secundarios
“Los personajes masculinos están para soportar la tramas de los femeninos”, explican, “está muy bien que eso ocurra y no al revés, como es lo habitual”.
Sin embargo, los 'chicos del cable' “están bien tratados”, aseguran, ya que “hay personajes masculinos que son muy sensibles, que empatizas con ellos, con lo que están viviendo.
Son personajes revolucionarios en la época, algunos están a favor de la mujer, como Miguel, y otros son muy machistas“: ”Así ves la realidad de lo que había y de lo que hay hoy en día“, concluyen.
Las diferencias de trabajar para Netflix
“La promoción” es el elemento en el que 'Las chicas del cable' encuentran diferencia en la plataforma respecto a trabajar para cadenas que emiten en abierto. Desde la visita a plató de los medios, como su participación en el macro evento de Berlín, son elementos muy diferentes al trabajo que han hecho anteriormente.
En cuanto al rodaje, alegan, dependen de Bambú Producciones, por lo que la manera de grabar se estructura de manera similar.
Ramón Campos también nota diferencia en la forma de trabajar, “la libertad creativa es mucha y se nota que confían en el producto. Estamos en contacto con Netflix a diario y les enviamos el material con el que, por el momento, están muy contentos”.
El productor también señala la diferencia horario como dificultad añadida para la comunicación con la plataforma, pero asegura que están tan volcados que a cualquier hora se contactan.
Las 'chicas' han puesto de ejemplo las lonas que han cubierto las fachadas de algunos edificios de la puerta de sol, como el controvertido póster de 'Narcos'.
