Los contusionados del Chester, en Cuatro: “Andrés se encargó de mi hijo en el momento caótico”
El Chester de Risto Mejide con Andrés Iniesta ha acabado siendo un éxito de audiencia (con récord para el programa). Pero su grabación, como ya se sabe, fue un tanto accidentada.
La primera cita entre ambos fue el martes 15 de mayo, y una grada del público cedió y causó 18 heridos. Todos fueron dados de alta rápidamente y repitieron presencia en la segunda grabación del sábado 19.
El programa combinó momentos tanto de la primera como de la segunda cita, y en la última pudieron apreciarse algunas de las contusiones que habían sufrido, estando en primera fila del público dos mujeres con collarín y un niño con la pierna vendada.
Como reconocimiento a ellos, al final de la entrevista con Iniesta, Risto Mejide les dedicó el programa y les ofreció hacer una pregunta de forma directa al futbolista. Momento en el que una de ellas se emocionó.
“Se encargó de entretener a mi hijo”
Después de que dos niños (uno de ellos el de la pierna vendada) le preguntasen al unísono si se planteaba ser entrenador, y de que la primera mujer con collarín le pidiese valorar por qué no hace públicos sus actos solidarios, el turno de la segunda mujer con collarín llegó, y en vez de pregunta fue un agradecimiento.
Muy emocionada, la mujer quiso simplemente darle las gracias al futbolista: “Yo más que preguntarle quería agradecerle que en el momento caótico que tuvimos el otro día, se encargó de entretener a mi hijo, le distrajo, lo llevó, le firmó la camiseta... Ese detalle para mí lo llevo muy profundo. Muchas gracias”.
Todo el público, incluida ella misma, dedicó un caluroso aplauso a Iniesta, y Risto Mejide contó una pequeña anécdota: “Tengo que contarlo, porque si no reviento. Hay una escena que a mí se me quedará para siempre, que es cuando en el momento en que están atendiendo a los heridos, hay una mujer en el suelo, que yo creo que se había hecho daño en la cadera, que se estaba quejando y la estaban atendiendo los servicios médicos. Y de repente te ve, que te habías acercado, le cambia la cara, y empieza: ¡Una foto! ¡Una foto! Me pareció tan maravilloso... Esa mujer se olvidó del dolor, del accidente, de todo; y dijo: una foto contigo”.
