Los hermanos 'Serrano' se reencontraron en 'La Resistencia': “Yo gratis voy a pocos sitios”
Han pasado más de diez años del final de Los Serrano y, desde entonces, no habíamos vuelto a ver juntos a Diego y a su inseparable hermano Santi. Hasta este martes, en el que sus intérpretes, Antonio Resines y Jesús Bonilla, visitaron el plató de La Resistencia. Eso sí, inmerso el formato de Movistar en su Yaya's Week, que inauguró María Teresa Campos, la invitada principal de la noche fue Consuelo Alonso.
A pesar de haber reunido a los protagonistas de la mítica serie de Telecinco, Los Serrano no fue el tema principal de la conversación, en la que sí que salieron a la luz detalles sobre la mili del segundo. En su presentación, David Broncano reveló que vive en el mismo edificio de Bonilla. “El otro día me crucé contigo y estabas dando una turra a la gente de recepción que flipas”, explicó el cómico, ante lo que el intérprete respondió contando que “le veo en calzoncillos”.
El presentador quiso saber también por qué había tardado tanto en aceptar su invitación al programa. “Yo gratis voy a pocos sitios”, le argumentó. “Le he dado parte de lo que gano yo”, añadió Resines. Broncano, sorprendido, le preguntó que cuánto le iba a pagar. Al parecer, habían pactado 200 euros, que el intérprete de Diego afirmó que era “la mitad”. “Pero cómo eres tan sinvergüenza, si cobras 200 por abrir las puertas de tu mansión”, le echó en cara Broncano.
A raíz de que los actores fueran a ir juntos al concierto de Sabina y Serrat, Bonilla comentó que había hecho la mili con el primero. “Pidió prórrogas hasta que ya no le dieron ninguna más, y habían pasado seis años de lo que le correspondía”, los mismo que el cantautor aventaja al actor. Según contó, Sabina consiguió alegar que en el servicio militar se le “estropeaban las manos”, y gracias a ello “se libró”.
Peor suerte tuvo Bonilla, que aunque comunicó que tenía las costillas flotantes, no consiguió convencer a la mili de que debía saltársela. El actor rememoró que él no terminó el servicio como cabo, porque “hice tan mal el test psicotécnico que salí que era subnormal”.