Vídeo Noticias

El recuerdo de Buenafuente a Ibáñez Serrador: “Si la TV fuera una religión, Chicho sería el Papa”

Buenafuente y todo el equipo de Late Motiv siempre están atentos para homenajear a las grandes estrellas televisivas de España. Por eso su tributo a Concha Velasco fue tan emotivo y aplaudido, y por eso este lunes quisieron empezar recordando a Chicho Ibáñez Serrador, antes incluso que el habitual monólogo.

Delante de “uno de sus lugares preferidos de trabajo”, con una butaca, una bufanda y un puro; Buenafuente repitió que “el otro día dije que si la televisión fuera una religión, Chicho sería el Papa”, y bromeó: “Por suerte la televisión no es una religión... bueno, alguna hostia cae”.

El programa volvió a cuidar cada detalle, y mientras sonaba una lenta versión melódica de la sintonía del Un, dos, tres..., el presentador continuó recordando al mítico creador, realizador y director: “El vacío que nos deja es triste. Deberíamos estar contentos por haber coincidido con él, una generación entera nos nutrimos de Chicho Ibáñez Serrador. Y los que nos quedamos aquí estamos obligados a seguir el camino que él empezó”.

Buenafuente recordó entonces su visita al programa: “Cuando vino, hace dos años, le dije 'hola maestro' y me dijo: 'No, no me llames maestro', que le llamara Chicho. Esos son los buenos maestros, los que no quieres que les llames maestro. Porque no son conscientes de su maestría, simplemente disfrutan, aman lo que hacen, y a ti se te va quedando”.

“Ahora los que quedamos aquí estamos obligados a seguir amando este oficio, y luchar por su dignidad”, incidió el presentador, antes de recordar otra anécdota: “El día que estuvo aquí también nos dijo que le preguntaron dónde iba, y él dijo: 'Donde oigo aplausos'. Pues mira Chicho, este aplauso que vas a oír ahora es para ti. Gracias por todo”, concluyó Buenafuente.

Detalle homenaje al finalizar el programa

La entrega de 'Late Motiv' estuvo protagonizada por las entrevistas a Jessica Alba y Gabrielle Union, por la charla con James Rhodes y por la sección de Raúl Cimas. Pero en el adiós tras las risas con el cómico, volvieron a acordarse de Chicho Ibáñez Serrador.

Buenafuente despidió a Cimas, le dio la mano, y mientras el público aplaudía y ambos abandonaban el plató, el programa mostró una puerta que se abría mientras sonaba un terrorífico crugido y podía leerse: “Gracias por todo Chicho”. Era, obviamente, un homenaje a la apertura de la mítica 'Historias para no dormir' del genio televisivo.

Etiquetas
stats