La casa fuerte no lleva ni una semana en emisión en Telecinco y ya está con varios culebrones en activo. Aún así, el reality veraniego y low cost de la cadena, por el momento, no se ha ganado tener una gala dedicada a él los martes, así que se conforma con un Última hora bastante completo.
Nuria Marín ha sido la encargada de dar paso a las imágenes de amor y desamor que se han vivido en el programa durante este martes.
Por un lado, un comentario de Cristian Suescun ha provocado la dura ruptura de Oriana e Iván. Por otro, está naciendo un acercamiento cada vez más íntimo entre Maite Galdeano y Labrador que algunos se toman a broma y otros no tanto.
El comentario de Iván que hace estallar a Oriana
Durante la mañana, algunos inquilinos de la casa estaban hablando en el jardín sobre la poca discreción de Iván en cuanto a su relación con Oriana. Ella, que estaba presente en la conversación, preguntó a qué se referían y Cristian Suescun aseguró que el viceverso contaba sus relaciones y hasta le llegó a decir: “El otro día le metí un rabazo y la dejé calmada”.
Al escuchar esas palabras, la venezonala se levantó enfurecida para cortar con él (sea lo que fuera que tenían): “Poco hombre de mierda, diciendo que me has metido un rabazo y me has dejado calmada. ¡Que te puto pires, que te jodan, no te quiero ver en el vida, que ojalá te mueras!”, le dijo entre gritos alejándose de él.
Iván intentó explicarse asegurando que él no había dicho eso exactamente, pero al escuchar su deseo de que falleciera también entró en cólera: “¡Tú ya para mí no eres nada! Pero que sepas que yo no he hablado de ti en ese tono”. Algo que Oriana no creyó porque “casualmente fue lo que hicimos”, explicó.
Por lo que su relación, a día de hoy, está en crisis totalmente.
Maite, a Labrador: “Me he hecho ilusiones contigo”
Mientras, Maite y Labrador parecen estar viviendo todo lo contrario (o interpretándolo). Ambos están muy juntos durante todo el día, mirándose a los ojos y poniéndose nerviosos y hasta dándose un pico.
Por ello, los compañeros les pidieron que compartieran una cena en la que ella llegó a confesarle su interés: “Voy a dejarme llevar, que fluya pero estoy muy tímida porque hacía 5 años que no me pasaba. No quiero que sea un rollete solo de aquí. Me heh hecho ilusión contigo, mis mariposas. A mí me gustas, hace mucho que no le digo nada a un hombre”.
Y Labrador no le cerró las puertas: “No tengo ningún problema con dejarme querer, yo te he dado el beso porque lo he sentido, sino no te lo daba. A mí es que el amor me da un poco de miedo. Tranquilidad y que el tiempo decida”.
Entre los compañeros hay quienes se creen la historia, como Yola y Leticia Sabater, y los que se avergüenzan del “teatrillo” como lo definió Oriana.