Jennifer Aniston no se llevó el Emmy al que estaba nominada, pero eso no le privó de ser una de las grandes protagonistas de la gala celebrada este domingo en Estados Unidos. La intérprete, que vio como Zendaya conseguía la estatuilla a Mejor actriz protagonista de drama por su papel en Euphoria y dejaba sin premio su trabajo en The Morning Show, fue la mejor aliada de Jimmy Kimmel en una cita atípica y llena de grandes momentos.
Uno de los más sonados fue cuando Aniston se dejó caer por el Microsoft Theatre para acompañar al presentador en el escenario e introducir a las nominadas a la categoría de Mejor actriz protagonista de comedia.
Como no podía ser de otro modo, cada sobre y estatuilla de los Emmy 2020 se desinfectaron a conciencia para evitar contagios por coronavirus, si bien a Kimmel se le fue un poco de las manos en uno de los gags más aplaudidos de la ceremonia. El cómico prendió fuego al sobre de nominadas, lo que obligó a la actriz a salir al rescate con un extintor. Pero cuando todo parecía controlado, el fuego se avivó saliéndose del guion.
Una vez apagado definitivamente, el presentador explicó la dinámica de la gala: cada ganador recibiría en su puerta la estatuilla. “¿Qué? ¿En casa? ¡Pero yo estoy aquí!”, lamentó Aniston, nominada en la categoría de Mejor actriz protagonista. “Es cierto, no deberías estar aquí. Porque no lo recibirás si no estás allí”, explicó Kimmel, y la intérprete optó por irse corriendo para prepararse.
Poco después, Jimmy Kimmel conectó con Aniston, ahora ya desde su hogar. Pero no estaba sola. La actriz sorprendió a los espectadores con la aparición estelar de Courteney Cox y Lisa Kudrow, sus míticas compañeras en Friends: “Vivimos juntas desde 1994”, comentaron. “Ah, ¿pero sois familia?”, preguntó asombrado el presentador, que terminó de sorprenderse cuando vio a Jason Bateman colarse por detrás.
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