Aviso, spoilers: esta noticia desvela parte de lo ocurrido en el capítulo final de 'Succession'
El final de Succession dejó un sabor a derrota para Shiv, Roman y Kendall Roy, aunque pudo haber sido mucho peor para uno de ellos. En concreto, para Kendall, tal y como ha desvelado Jeremy Strong, el actor que le dio vida durante las cuatro temporadas de la aclamada serie de HBO. Strong asegura en una entrevista para Vanity Fair que su personaje acabó como quería Jesse Armstrong, el creador de Succession, pero que él tuvo el impulso de darle un cierre muy diferente.
En la última escena, Kendall pasea por Battery Park con Colin, el guardaespaldas de Logan, a unos pocos metros de distancia. Kendall aparece con la cara desencajada y en shock tras ver cómo Shiv, su hermana, le votaba en contra en el último momento e impedía que él se hiciera con el control de Waystar, el gran sueño de su vida. Durante su paseo, el segundo de los cuatro hermanos Roy -nunca hay que olvidar a Connor- llega a la barandilla que separa el parque del East River y se queda mirando el rio para, unos segundos más tarde, darse la vuelta y sentarse en un banco antes de que la pantalla se funda a negro y aparezcan los títulos de créditos.
Jeremy Strong intentó que Kendall se suicidara
Viendo la escena, uno llega a pensar que Kendall piensa en tirarse al río y acabar con su vida. Y esto es precisamente lo que Strong quiso hacer para decir adiós a su personaje. Según cuenta el actor, la serie iba a acabar con un plano aéreo de Kendall y Colin paseando por el parque, pero él “rogó” a Jesse Armstrong y Mark Mylod, director de este capítulo, que ambos personajes alargaran su paseo y llegaran a las inmediaciones del río, como finalmente ocurrió.
“Solo tuvimos unos ocho minutos para grabar esa escena al final porque el sol se estaba poniendo. El agua me estaba llamando”, cuenta el intérprete. “Escuché el poema de John Berryman que Jesse ha utilizado para dar nombre a los finales de temporada. El mismo John Berryman murió por suicidio, saltando a un río congelado. Traté de meterme en el agua después de cortar. Me levanté del banco y pasé lo más rápido que pude sobre la barrera, y el actor que interpretaba a Colin corrió hacia allí. No sabía que iba a hacer eso, y él tampoco lo sabía, pero corrió y me detuvo. No sé si en ese momento sentí que Kendall solo quería morir, creo que sí, o si quería ser salvado esencialmente por un representante de su padre”, comenta Strong.
Al final, su idea no salió adelante y el final de Kendall fue el que Jesse Armstrong escribió en el guion. Aun así, Strong se muestra satisfecho con el resultado. “Lo que me encanta del final de Jesse es que es un final mucho más fuerte filosóficamente” y que encaja con “la visión general, y muy sombría, que tiene él de la humanidad, que es, básicamente, que las personas realmente no cambian”. “Hay una especie de bucle fatal en el que todos estamos atrapados, y Kendall está atrapado en esta especia de grito silencioso con Colin allí como guardaespaldas y carcelero”, añade el actor.
“Tampoco sé si [Kendall] habría tenido el coraje de meterse en esa agua, porque Dios mío, hubiera sido difícil de hacer. Pero creo que incluso a nivel celular se siente la intención el anhelo de traspasar ese umbral. La forma en que [Armstrong] nos deja con una especie de ambivalencia se mantiene fiel a su visión”, comenta Strong, conocido por su fe en el método y por llevar la preparación de sus personajes hasta el extremo.
De hecho, que intentara tirarse al río encaja dentro de su obsesiva forma de encarar su trabajo. Además, la muerte de Kendall es algo que se plantea en el propio capítulo cuando el personaje, tras conocer las intenciones de Shiv de votar en su contra, le dice lo siguiente a su hermana: “Soy un engranaje diseñado para una única máquina. Si no me dejas hacer esto... es lo único que sé hacer (...) Si no puedo hacer esto, creo que se acabó. O sea... creo que me moriría”. El personaje finalmente no fuere, pero visto lo visto puede decirse que es un muerto en vida, porque ha perdido la posibilidad de liderar Waystar, que era el fin último por el que se levantaba cada mañana.