Joaquín Prat terminó visiblemente emocionado la emisión del miércoles de Cuatro al día. ¿El motivo? La conversación que mantuvo con Pepe Domingo Castaño sobre la radio, la vida y la persona que les une a ambos: la de Joaquín Prat senior, progenitor del presentador de Mediaset y amigo del mítico locutor, que le dedica unas líneas en Hasta que se me acaben las palabras, su último libro.
“He llorado en algunas partes cuando mencionas a mi queridísimo padre”, reconoció el rostro de Mediaset a Castaño al inicio de su entrevista, en la que el comunicador de COPE contó una de las mayores enseñanzas que aprendió de Joaquín Prat. “Tu padre me decía, ”haz feliz siempre a la gente que te escucha“, como hacía él. Yo he seguido sus pasos, su camino y sus palabras”, aseguró Pepe Domingo, que al igual que Prat padre, puede presumir de haber copresentado dos de los programas más grandes de la radio deportiva: Carrusel deportivo (Cadena Ser) y Tiempo de Juego (Cadena Cope).
“Te quería mucho”, señaló el presentador de Cuatro al día. “Y yo a él. Era un genio”, respondió Castaño, que también aprovechó la ocasión para contar cómo conoció a Joaquín Prat padre décadas atrás, cuando él comenzaba en la radio y Prat ya era toda una institución en el medio. La historia comienza cuando un joven Pepe Domingo Castaño, apenas recién llegado a Madrid desde su Galicia natal, entra a una cafetería y se encuentro a un amigo. Un amigo que, para sorpresa del locutor, le acabaría presentando a Joaquín Prat en cuestión de minutos.
“Yo era un loco de Joaquín Prat, era mi dios y mi ídolo, y quería ser como él. Que de pronto, sin esperarlo, en una cafetería un amigo gallego te presente a tu ídolo y que Joaquín Prat te dé un abrazo... Me dijo: ”¿Cómo estás, chaval? Los amigos de Pucho son mis amigos. Y para demostrártelo, como tú vas a trabajar en la radio, esta noche vas a venir de invitado a un programa mío“, contó Castaño, que esa misma noche participó en la emisión de Radio Madrid madrugada, uno de los espacios que Prat condujo en la SER.
“Tan grandes amigos, tan buenos compañeros”, comentó Joaquín Prat hijo, al borde de las lágrimas fruto de la emoción, como conclusión de esta anécdota y mandar “un fortísimo abrazo” a Pepe Domingo Castaño “desde la admiración, el respeto y el cariño absoluto”.