Josema Yuste defiende a Flo y desmiente dos acusaciones de Millán Salcedo: “Me ofende quien puede, no quien quiere”

Josema Yuste ha vuelto a elegir Y ahora Sonsoles para defenderse públicamente de las acusaciones que Millán Salcedo ha vertido contra él en las últimas semanas. Hace unos días, el actor madrileño respondió vía telefónica a las explosivas declaraciones de su compañero de Martes y Trece, y ahora lo ha hecho directamente desde el plató del magacín de Antena 3.
Yuste insiste en decir que guarda “un recuerdo magnífico de Millán y de Martes y Trece” y que fue “muy feliz en esa época”, aunque reconoce que hubo “luces y sombras” y que “no fue un camino feliz al 100%, pero fue más feliz que no feliz”. Además, reitera que Millán es “un cómico extraordinario” y que le desea “lo mejor” a pesar de las acusaciones que éste le ha dedicado últimamente. Una de ellas es que Yuste no ha estudiado Arte Dramático, algo que éste último desmiente: “Puedo decir y demostrar que estuve en la Escuela de Arte Dramático, que eran tres años en aquella época (...) Hice 1º y 2º, pero 2º no lo acabé porque tenía que trabajar por circunstancias familiares”.
Millán también ha acusado a su excompañero de formar un dúo cómico con Florentino Fernández después de que él cortara Martes y Trece. Y no solo eso, también ha dicho que Flo, a diferencia de él, no tiene talento. Josema Yuste niega la mayor, a la vez que se deshace en elogios hacia el actual juez de Got Talent: “Yo no he hecho pareja con nadie salvo con Millán. Si analizáis mi biografías, yo no he hecho pareja pareja con nadie nunca. Ni siquiera con Flo. Por cierto, que tiene un talentazo bárbaro. Yo con Flo he trabajado en una obra de teatro (Una pareja de miedo, 2008), le he contratado yo y hemos hecho un programa de televisión (¿Y ahora qué?; La 1, 2009), que por cierto, también negocié yo su contrato con Gestmusic”.
“Me lo pasé fenomenal con Flo. Es un artista como la copa de un pino, un actor y cómico fantástico”, reitera Yuste sobre el humorista, uno de los muchos con los que ha trabajado a lo largo de su carrera. Sin embargo, con ninguno ha trabajado tanto tiempo y con tanto éxito como Millán Salcedo. Y es que, como reconoce Josema, ambos eran “profundamente diferentes”, de ahí que nunca llegara a ser amigo de Millán como éste sí lo consideraba a él: “Cuando dos personas son muy diferentes, antagónicamente distintas, es muy complicado ser amigos. Para mí la amistad tiene un valor muy grande. ¿Colegas? ¿Lo hemos pasado bien? Sí, pero amistad de salir, quedar y hablar de nuestros problemas, no”.
“Si le ha dolido, le pido disculpas y lo siento, pero es así”, añade el madrileño sobre las diferentes formas que tenían ambos de ver su relación fuera del ámbito profesional. Un ámbito en el que apenas han vuelto a coincidir desde el final de Martes y Trece a finales de los 90. Josema Yuste reconoce que alguna vez ha pensado en contratar a Millán Salcedo para alguna de sus obras, pero que no lo ha hecho porque “es peligroso” de cara a la gente. Según el actor, volver a actuar juntos supondría “confudir al público” y que éste se preguntara “si han vuelto o no”. Y Yuste tiene claro que él quiere seguir con su carrera como actor y que Martes y Trece es parte del pasado, por muy glorioso que este fuera.
Ahora, la peor parte de ese pasado es la que está copando ahora mismo los titulares. Aun así, Josema Yuste no se muestra ofendido por las críticas de su excompañero: “No es que me moleste, es que me ofende quien puede, no quien quiere”. “Él piensa cosas que yo no comparto, pero ya está. Lo respeto”, asegura.
Eso sí, el actor reconoce que, entre todas las cosas que Millán Salcedo ha dicho sobre él a lo largo de los años, hay una que sí es cierta. Concretamente, que mientras Millán estaba todo el día pensando cosas para sus espectáculos, Josema era más de desconectar fuera de las horas de trabajo. “Eso es cierto. Yo, cuando salgo de un escenario o de un plató, cuelgo las botas y tengo otra vida. Creo que él, al vivir solo, tenía las 24 horas del día para ejercer de cómico o pensar en el trabajo. A mí el trabajo no me ha obsesionado nunca. Me preocupa y me ocupo de él, pero no me obsesiona”, explica al respecto.