La primera entrega de La Isla en laSexta presentó a las 14 aventureras de la segunda temporada del formato, producido por Shine Iberia y conducido por Pedro García Aguado, que salió de Atresmedia en noviembre de 2018tras rodar este espacio.
El estreno se centró en la presentación de todas ellas entre las que se cuentan una especialista de cine, varias operadoras de cámara, una militar, una youtuber y una diputada de Vox, Mireia Borrás. Ninguna de ellas se conocía entre sí cuando comenzaron la grabación ni conocían el lugar donde se realizaba esta, una isla situada a más de 8.000 kilómetros de España, ubicada en el archipiélago de Las Perlas, en el Golfo de Panamá.
En esta primera emisión, ya las vimos buscando y encontrando refugio, agua y comida para salir adelante. Situaciones que ya las están empezando a llevar al límite y han sido el detonante de los primeros rifirrafes.
La repartición de agua genera críticas
Al caer la noche en la isla y tras un día sin parar de buscar la forma de sobrevivir al día siguiente, el grupo de aventureras discutió sobre lo que debían hacer con los 20 litros de agua que les había dado el programa. Al mando se erigió Mireia, la ejecutiva, empresaria y ahora diputada de Vox en el Congreso, que repartió por tapones el líquido a sus compañeras.
Aunque en un principio algunas estuvieron de acuerdo en repartir tres chupitos a cada una, hubo quién no entendía porqué mandaba ella. “A mí me la pela. Yo voy a coger por la noche y me voy a beber el bidón entero”, respondió Silvia que hasta tiró algunas gotas del líquido. “Veo mucha capataz aquí, ¿eh?”, se quejó tras tomar su parte del agua. “¿Por qué tienen que decidir estas?”, añadió mientras el resto de sus compañeras esperaba su turno para beber.
Una playa llena de cocos cambió su actitud
Después de tres días, unas cuantes salieron en busca de una playa que tuviera recursos para poder reponer fuerzas. Tras atravesar la selva, las aventureras avistaron una donde había cocos para alimentarse e hidratarse: “¡Encontramos la playa, chicas!”, dijo Lucy entusiasmada.
Nada más pisar la arena, las mujeres intentaron acceder a los cocos con un palo y poder recuperarse. “Como no los cojamos, morimos esta noche”, comentaron algunas. Mientras, Mireia, la diputada, le pedía a Faustino, el santo de su tía Angelita, que les ayudara a conseguir su cometido.
Sin rendirse, el grupo de exploradoras intentó una y otra vez golpear la fruta para que cayera y tras horas de esfuerzo, al final lo consiguieron: “No sé si llorar de la alegría”, dijo Lucy con cinco cocos en el suelo.